Todo lo que te quitaron // ALBALIA

La Reche viene esta noche

POV ALBA

Voy de la mano con Alex, mi novio desde hace 2 años. Son las 3 de la mañana. Vamos desde una discoteca a su casa, de la mano, hablando. De repente, tres tíos que vienen de frente nos empujan, haciendo que nos separemos. Alex se encara con uno de ellos mientras el resto me agarran a de las muñecas. Alex grita pero el tío le pone una navaja en la tripa. Yo suplico ayuda. Alex levanta los brazos y sale corriendo y yo no puedo parar de llorar. No tengo fuerzas para correr, ni siquiera para gritar más. No puedo moverme, me sujetan mientras ruego que paren. Alex va a volver, pienso, y ellos van a parar. Pero no vuelve. Y ellos no paran.

Me quedo encogida en una esquina, apoyada en la pared. Temblando de miedo. Con los pantalones por los tobillos y el corazón roto. Con las lágrimas recorriendo mi cara. Con ganas de, únicamente, desaparecer. Recobro las fuerzas y salgo corriendo. Llego a la calle y paro un taxi. Es una mujer y lo agradezco. Se da la vuelta y me pregunta si estoy bien. No le digo nada más que la dirección de mi casa. Me meto en la ducha llorando, destrozada. Esa noche no solo me quitaron mi dignidad, también me quitaron mi capacidad de relacionarme de una manera normal con el resto del mundo.

2 años después...

- Alba, es mi cumple, por favoooor veeeeeen - me pide María sentada a mi lado en la universidad.

- Eres muy pesada Mari...

- Por favor, venga.

- Sabes que no me gustan las fiestas en discotecas - no me gusta salir de fiesta desde esa noche.

- Alba, no me voy a separar de ti, te lo juro - me agarra la mano - pero necesito a mi mejor amiga en mi 25 cumpleaños...

- Puff... - suspiro.

- Venga, vamos a cenar solo vosotras y mis amigas, y luego vamos a tomar algo también con estos. Es un plan perfecto, va a ser genial.

- Ay Mari...

- Venga Alba, ya es hora de que lo hagas - me mira con un poco de pena - estamos en tercero de carrera, has perdido 2 de los mejores años de tu vida, pero pienso encargarme de que no pierdas ni un día más.

Tiene razón. Sólo iba a fiestas si eran en casa de mis amigos y yo dormía allí. Llevo dos años volviendo a casa con mi madre o acompañada por alguien a las 11 de la noche por miedo. Sin salir de fiesta, sin hablar con nadie que no conozca, sin conocer a nadie especial... Me aterra. Esa es la verdad. Pero igual va siendo hora de intentar superarlo.

- Está bien, voy. Pero duermo en tu casa.

- ¡Claro! Se quedará alguna más seguro.

- Oye, y a parte de nosotras, ¿quién va?

- Pues de clase, Julia, Marilia, Sabela, Afri y tú, y de mis amigas vienen Marta y Natalia, creo que solo conoces a Marta.

- Si.

- Y a la fiesta luego pues se vendrán también Miki, Joan y Carlos.

- Vale, pues voy.

- ¡Dios Alba que ilusión! - me abrazó María y aparecieron el resto de nuestros amigos en la cafetería.

- ¿Pero qué pasa aquí? - dijo Julia sentándose a mi lado.

- Nada, ¡que la Reche viene esta noche!

- ¡Alba! ¡ Qué bien! - gritó Marilia abrazándome.

- Pero bueno qué fantasía Alba - Afri siempre con ese vocabulario...

- Ay cuanto me alegro Alba... - dijo Miki.

De todos ellos, solo María y Miki sabían lo que me había pasado. Los demás solo creían que no me gustaba salir y ya. No quería contárselo a nadie más, me sentía muy mal cuando tenía que hablar de ello. Ellos lo sabían porque eran mis mejores amigos.