Se queda embobada escuchándote...

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POV ALBA

El equipo se fue por la mañana porque hasta el martes siguiente no tenian concierto, así que teníamos tres días para nosotras y para pasar tiempo juntas con Aria. Cuando salimos del hotel fuimos directas a casa de mi madre, que se deshizo en besos, abrazos y halagos para Natalia. Era su fan número 1. Bueno después de yo claro. Y de Aria. Medalla de bronce.

Comimos en familia hablando de los cocniertos, de mi trabajo, de lo mayor que estaba Ari, de lo poco que quedaba de gira, de nuestros planes después... un poco de todo. Al termirnas, cuando Ari se despertó de la siesta, nos fuimos las tres a pasear por el centro de Valencia. Aria acababa de descubrir lo divertido que era ir de la mano de las dos dando saltitos, y no se cuánto tiempo fuimos así, pero se me iba a caer el brazo.

- Ay, perdona - se acercó una chica - ¿te pueds hacer una foto conmigo? - le dijo a Natalia con timidez.

- ¡Pues claro! - le sonrió y se puso a su lado para hacerse la foto.

- Jo mil gracias, es que me encantas, cantas genial... y tus canciones son... buah. Me flipan en serio - Natalia se rió.

- Joe gracias a ti, en serio, me alegro mucho.

- Hasta luego - se despidió de nosotras con la mano y yo la sonreí.

- Eres una estrella.

- Qué iditoa eres, si soy una cualquiera.

- Mira Natalia - me paré frente a ella - que menospreciaras tus canciones o tu voz antes de grabar un puto disco, tiene un pase, pero que lo hagas ahora, que ers disco de platino y que estás de gira por toda España llenando todo lo que visitas, no te lo paso - ella me miraba seria - así que dejade decir que eres una cualquiera, porque yo me casé con una estrella en ciernes, ¿entendido? - asintió sonriendo - muy bien, y ahora coge a Ari que me va a destrozar la espalda - se la pasé y ella la puso sobre su espalda, haciendo que Aria se agarrara a su cuello con las manos. Seguimos paseando, viendo tiendas, comprando algunas cosas... nos hacía falta este tiempo en familia. Terminamos la tarde en un parque para que Ari se desfogara un poco, le encantaba jugar con la arena y hacer montañitas con ella. Pasado un rato nos fuimos a casa, cenamos algo rápido con todos y luego Natalia subió a dormir a Ari.

- Que bien veros juntas mi amor - dijo mi madre.

- Ya, la echaba tanto de menos... - dije recogiendo los platos.

- No si lo decía por la chica esa.

- ¿Qué chica?

- La de las fotos, pensé que igual había pasado algo.

- ¿Daniela? - preguntó Marina.

- Esa si.

- Por Dios mamá, no me hables de ella. No la soporto - me miró extrañada - no, no. No ha pasado nada entre ellas mamá, Natalia me quiere solo a mi.

- Ah... - suspiró - si yo se que te quiere más que a nada. Pero tanto tiempo separadas... ¿y por qué te cae tan mal?

- Es que está hasta en la sopa, y además le gusta Natalia, que yo lo se. Bueno y Natalia, y toda España ahora también... pero en serio entre nosotras todo genial.

- Pues cuánto me alegro. Ya no queda nada para que volváis las tres a casita...bueno las cuatro.

- Si... no sabes las ganas que tengo de estar ahí solitas como al principio. Sin tanto jaleo... aunque se que el trabajo de Natalia... - dudé - bueno, que es complicado. Tendrá que hacer esto alguna que otra vez claro...

- Bueno, tú ahora no pienses en eso cariño.

- A ver, es lo que tiene que estés casada con una estrella - dijo Marina riéndose.

Todo lo que te quitaron // ALBALIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora