Albi, somos disco de oro

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POV ALBA

- Pero a quién tenemos aquí... - dije muriéndome de ternura al ver al bebé de Dani, Mateo, que venían de visita - por favor es una monada... enhorabuena - le abracé.

- ¡A ti! ¡Mujer casada! - sonreí.

- Gracias, gracias. Aún lo estoy asimilando...

- ¿Primer día de trabajo después de la luna de miel no?

- Si... - dije moviendo mi pulsera frente a la carita de Mateo, que medio sonreía.

- ¿Quieres cogerlo? - me dijo Dani.

- Ay, no. Me da cosa - era tan chiquitito.

- Venga qué dices, cógelo toma. Lo acercó a mi y lo dejó en mis brazos. Lo miré y me quedé embobada en sus ojos grisáceos, con un color aún por definir.

- Es precioso - dije sin dejar de mirarlo.

- Bueno, pues ahora te toca a ti - dijo riéndose - ¿os vais a animar?

- Uy, no se... no se si sería buena madre la verdad...

- Serías estupenda, seguro que si. Mira qué a gustito se ha quedado ahí contigo - le miré y vi como tenía mi dedo agarrado con su manita, haciendo fuerza.

- Tampoco lo hemos hablado nunca... - la verdad, a mi me encantaría ser madre, pero seguramente no era el momento, con el disco Natalia iba a estar muy ocupada.
- Pues si te apetece háblalo - le sonreí.

- Es increíblemente guapo.

- Es una bolita arrugada - dijo Laura pasando por allí.

- ¡Laura!

- No, que estoy de broma. Es monísimo. Alba, ¿puedes venir un momento?

- Si claro - le di a Dani al bebé dejando un besito en su frente y acompañé a Laura a su despacho.

- Siéntate por favor - me senté frente a su escritorio y se acercó - ahí no.

- ¿Cómo que aquí no? - negó con la cabeza sonriendo.

- Ahí - señaló la silla tras su escritorio.

- ¿Estás de broma? - ¿me estaba ascendiendo? ¿Me estaba dando su puesto?

- En absoluto.

- ¿¡Es en serio!?

- Si - me levanté y me abracé a ella mientras se reía.

- Dios mío gracias, gracias, gracias Laura.

- Nada de gracias, te lo mereces. Nadie lo hará mejor que tú.

- Dios qué fuerte.

- A partir del lunes, este es tu despacho.

- Madre mía... - no podía creerlo.

- Enhorabuena - me sonrió.

El día se me pasó volando. Estaba deseando llegar a casa y darle la noticia a Natalia. Entré en casa y me la encontré tumbada en el sofá con Ramé apoyada sobre ella.

- Holaaa - dije acercándome.

- Hola amor, ¿qué tal el día?

- Adivina - me senté a su lado y ella frunció el ceño - tengo el puesto Nat. Me han ascendido.

- ¡Albi! - se levantó y me cogió en brazos para abrazarme - enhorabuena bebé te lo mereces tanto.

- Dios estoy tan contenta...

Todo lo que te quitaron // ALBALIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora