POV NATALIA
Habían pasado 5 meses desde que Alba y yo empezamos a quedar. Y más de uno desde la última vez que intentamos hacer... algo. Eso quería decir que yo llevaba casi 6 meses sin tener ningún tipo de relación sexual que no fuera conmigo misma, y la verdad, me subía por las paredes. Siempre había sido bastante activa sexualmente. Y hacerlo con Alba estaba empezando a convertirse en una pequeña obsesión... aunque yo no quería presionarla ni mucho menos, así que no se lo hacía notar. Un día salimos de fiesta con sus amigas, recuerdo que estaba viéndola bailar con Julia y me estaba poniendo mala. Alba se movía muy bien y cada movimiento que hacía a mi me rebotaba directamente en la entrepierna. Si. Estaba cachonda como una perra. Más salida que el pico de una mesa. Como lo queráis llamar... el caso es que no hacer nada con Alba me estaba empezando a volver loca.
- Eh tú, que te la comes con los ojos... - dijo María poniéndose a mi lado.
- No lo sabes tu bien...
- ¿Cómo lo lleváis? - se interesó.
- Pues bien, juntas muy bien de hecho. Aunque desde aquella vez que quiso parar no hemos intentado nada más. No quiero que se sienta forzada.
- Ya... ¿y tú cómo estás? - dijo riéndose.
- No te rías de mi, lo estoy pasando fatal... se que suena horrible pero me muero por hacerlo con Alba, María... hacer algo, lo que sea...
- Estás cachonda perdida vamos.
- Totalmente... - las dos nos reímos.
- Mira, ahí viene la causante - dijo mientras Alba de acercaba a mi bailando y sonriendo a lo que yo me reí - os dejo...
- Hola Nat - dijo agarrándome de la cintura.
- Hola rubia.
- ¿Lo pasas bien? - en realidad lo paso bastante mal.
- Pues claro - dije acercándola a mi y dándole un beso.
- Oye Nat, he pensado que igual hoy podíamos ir a tu casa... - dijo mirándome y yo sonreí.
- Claro, ¿echas de menos dormir conmigo?
- Si... aunque, bueno - empezó a titubear - había pensado que... igual, si quieres... joder...
- Alba tranquila, no te preocupes. Deja que todo fluya ¿vale? - dije acariciando su mejilla y ella asintió - ahora vamos a bailar - se ponía tan nerviosa, estaba segura de que en realidad no estaba preparada, aunque quisiera.
Seguimos bailando todas juntas, entre risas, chupitos, copas... lo estábamos pasando muy bien. A eso de las 4 de la mañana Alba y yo cogimos un taxi en la puerta de la discoteca hacia mi casa. Íbamos calladas cuando Alba se acercó a mi y puso su mano an mi muslo. Ahora si que me muero. Empezó a mover la mano acariciando la tela de mi vaquero y la miré para descubrir que se mordía el labio inferior con furia. A los pocos minutos llegamos a mi casa, subimos en el ascensor y entramos en casa. Alba se lanzó a besarme rápido y yo la abracé atrayéndola hacia mi. El beso iba subiendo de intensidad mientras subíamos las escaleras y entrábamos en mi habitación.
- ¿Alba estás segura? - dije apartándome de ella - no quiero que te presiones ¿vale?
- ¿A ti no te apetece? - me dijo con mirada ingenua.
- Alba... ¿cómo no me va a apetecer? Me muero de ganas pero quiero que tu sientas lo mismo.
- Quiero intentarlo. En serio. Quiero hacerlo - dijo seria aunque no me la creí mucho.
- Está bien, sigamos entonces - llevé mi mano a su cara para acariciarla y acercarla a mi.
POV ALBA
Natalia me abrazó y fue andando despacio hasta la cama, donde los sentamos y seguimos besándonos. Era increíble lo que me hacían sentir sus besos. Eran caricias. Empezó a acariciarme el brazo desde la mano hasta el hombro y en una de esas veces aprovechó para deshacer el lazo que ataba el tirante de mi blusa.
- Muy sutil... - le dije sonriendo.
- Claro, como soy yo - dijo mientras deshacía el otro y me levantaba la blusa - levanta - dijo cuando tiró la prenda al suelo y yo me lavanté. Ella me colocó delante suyo y sin retirar la mirada de mis ojos empezó a desabrochar mi falda y a bajarla con delicadeza mientras besaba mi abdomen, lo que me provocó un escalofrío - tranquila Albi. Soy yo ¿vale? - yo asentí torpemente antes de que me acercara hacia ella, y quedara sentada sobre sus muslos.
- Estoy nerviosa... - vi que me miró seria - pero quiero que sigas. Sigue por favor.
- Alba... - dijo con duda.
- De verdad Nat. Sigue - dije agarrando su nuca y mirando sus preciosos ojos marrones. Quería intentarlo.
Natalia empezó a acariciarme todo el cuerpo, despacio, con delicadeza. Mi piel se iba erizando a su paso y yo sentía una mezcla de excitación y miedo. No voy a poder. Eso era lo único que sonaba en mi mente. Abrí los ojos para mirarla y entonces ella acercó su cabeza a mi cuerpo, que empezó a besar suavemente. Cuando sus manos se deshicieron de mi sujetador noté un pinchazo en el estómago y me removí.
- Alba. Ya está. Paramos - dijo moviéndose un poco.
- No por favor Nat, no pares por favor - me sentía tan mal pensando que Natalia quería y yo no podía... me daba la sensación de que se iba a cansar de mi.
- Estás nerviosa Alba, no estás segura.
- Lo estoy, de verdad - no lo estaba en absoluto.
- Alba no tenemos prisa - dijo acariciando mi cara.
- Sigue por favor - le supliqué - por favor.
Soltó un pequeño suspiro y me acerqué a besarla. Agarró mi espalda y me acercó más a ella. Sus manos seguían acariciándome y sus besos se trasladaron de mi boca a mi cuello, haciéndome suspirar. Besó la parte baja de mi cuello, mientras miraba hacia arriba para verme, sus besos bajarón hacia mi escote y yo me tensé al instante. Cerré los ojos y al hacerlo ya no eran los labios de Natalia los que apresaban mi pecho, eran los de un chico rubio, con barba, que me mordía hasta hacerme gritar. Abrí los ojos de golpe y la miré hasta que conseguí tranquilizarme. La mano de Natalia estaba en mi muslo, y se iba moviendo poco a poco hacia su cara interna. En el momento que noté sus dedos rozar mis bragas me estremecí, pero ella subió la cara y me besó, logrando que me calmara. Su mano se coló por dentro de la tela rozando mis labios y yo solté un gemido.
- ¿Estás bien? - me dijo con preocupación y yo solo asentí - ¿segura Alba? - volví a asentir.
Natalia siguió moviendo sus dedos entre mis pliegues y yo sentía que tenía que parar. Lo estaba pasando mal. No conseguía concentrarme, no podía. No estaba cómoda en absoluto y me estaba maldiciendo por ello. No quería parar porque sabía que Natalia pensaría que es culpa suya. Además, no quiero que tenga que esperar más para hacer nada conmigo. Pero no puedo. Estoy medio ida. Oigo mi corazón latir desbocado y en el momento en que un dedo de Natalia intenta colarse en mi entrada noto que no puedo más. Lo siento Natalia.
- ¡NO! - grité aferrándome a su cuello y ella paró en seco.
- Joder... perdona Alba - masculló bajito.
- Lo siento...
- Alba, no tienes que pedir perdón, pero te lo he dicho, no estabas segura. Te estabas forzando joder... así no vas a conseguir superarlo, así va a ser peor - dijo mirándome y después de eso me levantó - ¿¡no te das cuenta de que yo también sufro viendo cómo lo pasas mal!? - su tono era triste y enfadado, y sus ojos se llenaron de lágrimas. Triste porque le daba pena la situación, y enfadado porque yo me estaba obligando a hacerlo sin estar lista. Salió de la habitación y yo me tumbé en la cama de lado, hecha un ovillo. No podía más. Empecé a llorar sin poder si quiera contenerme.
Ay... pobrecitas. Lo paso mal hasta yo con esto. No vayáis a tenerle en cuenta a Nat el arrebato, la pobre lo está pasando mal también.
Esta noche vamos con otro capítulo y... pasarán cositas... eso si, disfrutarlo, no digo más 🙃
Hasta esta nochee💕💕💕
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Todo lo que te quitaron // ALBALIA
FanfictionAlba perdió su capacidad de relacionarse de manera normal hace 2 años. Natalia solo quiere divertirse y pasárselo bien. Alba y Natalia se conocen y no se caen bien precisamente. Sin embargo, no tardarán mucho tiempo en darse cuenta de lo que se nec...