¿Siempre eres así de borde?

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POV ALBA

Me desperté al lado de María y recordé la noche anterior. La verdad es que lo había pasado muy bien, de echo, mejor que en mucho tiempo. No tuve miedo. Ni angustia. Tenía mucho que agradecerle a Miki, porque el pobre había hecho de niñero toda la noche. Solo me agobié un poco con Natalia. Esa forma de ser tan directa y tan... no sé, tan, tan... tan directa. Me incomodaba. Me levanté de la cama y fui a la cocina a por una pastilla, me moría de dolor de cabeza. Al entrar vi a Natalia sentada en la mesa con una taza en la mano y la mano sujetando su cabeza. Ni me acordaba de que también había dormido ahí...

- Buenos días – dije al entrar y movió ligeramente la cabeza para mirarme de arriba a abajo. Eso me incomodó otra vez y rápidamente me moví hacia el cajón donde tenía Mari las medicinas.

- Buenos días rubia, ¿qué? ¿resaca?

- Me duele un poco la cabeza – dije sin mirarla.

- Normal, si te falta costumbre... - oí la silla moverse y de un momento a otro noté a Natalia a mi lado - ¿por qué nunca sales de fiesta?

- No me gusta – dije yéndome hacia una de las silla y Natalia volvió a sentarse. Notaba sus ojos clavados en mí y me estaba poniendo más nerviosa.

- Ya – dijo de forma breve – creo que eres la primera universitaria que conozco a la que no le gusta salir de fiesta.

- Pues ya ves – me ponía mala su arrogancia – no todas somos iguales.

- Y que lo digas – la miré y me sonrió con descaro.

- Buenos días... - dijo María entrando arrastrándose.

- Otra con falta de costumbre – dijo Natalia.

- Igual es que tú estás demasiado acostumbrada – dije mirándola. Hasta yo me sorprendí por decir eso.

- Alba, uno nunca se acostumbra demasiado a pasarlo bien – me dijo echando su cuerpo sobre la mesa para acercarse más a mí.

- Yo me voy – dije levantándome bruscamente.

- ¿Ya? – dijo María.

- Si, tengo que hacer cosas – le di un beso en la mejilla – te quiero.

Salí por la puerta rápido y me dirigí hacia mi casa, que estaba a unos 10 minutos andando. No me caía nada bien Natalia. Es una arrogante y una chula. No sé quién se cree que es, pero no me cae bien. Llegué a casa y le conté a mi madre la noche de ayer, creo que ella estaba más contenta que yo misma. La verdad es que lo había pasado muy mal por mi culpa... Por la tarde estaba tirada en la cama con el móvil y me escribió María.

MARI
Albaaaaa ¿qué haces?

ALBA
Nada estoy tirada en la cama

MARI
Pues vístete anda

ALBA
¿Para ir a dónde a ver?

MARI
A casa de Natalia

ALBA
¿Qué? ¿Qué pinto yo en casa de Natalia?

MARI
Nada es que se nos ha ocurrido hacer cena/fiesta y ha ofrecido su casa

ALBA
Pues muy bien Mari, pero no pinto nada, si no la conozco

MARI
Venga que también se van a venir Miki, Carlos y Julia, estás con ellos.

ALBA
Ay Mari, no sé. No te ofendas, pero no me cae muy bien Natalia

MARI
Ya es que es un poco intensa... pero ya la he avisado de que te deje en paz, que no te haga preguntas de esas como la de ayer ni nada.
Venga porfa Albaaaaa
Porfa
Porfaaa

Todo lo que te quitaron // ALBALIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora