Todo lo que te quitaron // ALBALIA

Puedo con más si estoy contigo

POV ALBA

- Natalia, no, no quiero ver una peli de miedo por favor... que encima es de noche ya...

- Pero Albi que es solo una peli no te va a pasar nada. Y yo estoy contigo, si tienes miedo me abrazas - sonrió.

- Me encanta abrazarte pero no me va a quitar el miedo. Por fa... vamos a ver otra.

- Eres un bebé.

- Totalmente - me reí.

- Bueno vale - me cogió la mano - y entonces qué vemos.

- Eso me da igual en serio, lo que quieras menos de miedo - Natalia iba mirando en el móvil las películas de la cartelera y yo iba mirando a la nada cuando de repente oí como me llamaban.

Me di la vuelta aún agarrada de Natalia y ella conmigo. La persona que me llamaba era la última persona que podía esperarme, la última persona que hubiera querido ver. Sentí escalofríos por todo el cuerpo al ver sus ojos clavados en los míos. Era Alejandro. No pude moverme, ni articular palabra. Nada. Él dio unos pasos hacia mi y mi mano apretó fuerte la de Natalia.

- ¿Qué te pasa Alba? - dijo mirándome y mirando al chico, sin saber quién era.

- Hola - dijo él a un escaso metro de distancia. Y yo seguí sin decir nada. No podía - Me alegro de verte. Te veo... - miró mi mano entrelazada con la de Natalia - bien.

- ¿Bien? - pude decir finalmente - ¿me ves bien? - di un paso hacia delante. Natalia solo me miraba sin decir nada.

- Eh... si - titubeó él.

- No se ni cómo te atreves a dirigirme la palabra - dije notndo como las lágrimas empezaban a inundar mis ojos.

- Yo... no te veía desde, bueno desde - le corté.

- Desde que me violaron - Natalia apretó mi mano y dejó de mirarme a mi para mirarle a él con los ojos llenos de ira - no me ves desde que me dejaste tirada a las 3 de la mañana en la calle en manos de un grupo de tíos que me violaron.

- Yo - Natalia se colocó delante.

- Tú mejor te vas - le dijo y yo me puse a su lado.

- Mira no te conozco, pero si estás con ella y estáis bien me alegro.

- ¿Sabes qué? Que me la suda que te alegres o no. Vete porque sino no voy a ser capaz de contener las ganas de meterte una hostia que tengo desde hace tiempo.

- Natalia - le dije yo - da igual.

- No, no da igual Alba.

- Ya si - le dije yo miránodla y volví a mirarle a él con la intención de darme la vuelta e irme.

- Yo te quería - dijo justo cuando iba a hacerlo y le miré furiosa - de verdad.

- ¿Me querías?

- Si. Mucho - Natalia movió la cara nerviosa e iba a acercarse a él pero me adelanté.

- No sabes lo que dices. No tienes ni idea de lo que es querer a nadie. No solo me dejaste tirada sino que me culpaste de todo.

- Tenía miedo Alba era un crío.

- ¿Y qué te crees que tuve yo eh? - se me quedó mirando - ¿te crees que no tenía miedo? Yo también era una cría ¿sabes?

- Alba yo - le corté.

- No se qué pretendes hablandome ahora.

- Oye no pretendo nada, solo te he visto y he querido saludarte. Aquel día, cuando me llamaste... yo dije muchas barbaridades.