POV NATALIA
Los días en Nueva York se nos pasaron rápido, casi sin darnos cuenta era 31 de diciembre. Lo había planeado todo para esa noche. Había reservado para cenar tarde, a las 10:00, en The Boathouse, en medio de Central Park, donde podríamos ver los fuegos artificiales a las 12 de la noche, con una vista increíble de los rascacielos, el lago y el parque. Me tiré horas buscando dónde celebrarlo, y aunque la idea de ver la bola caer en Times Square me encantaba, tirarnos 8 horas muertas de frío para coger un buen sitio, y sin poder movernos, me echaba para atrás. A las 9 de la noche salí del baño y me encontré a Alba pintándose los labios en el espejo del armario. Llevaba unos pantalones negros ajustados que se abrían un poco acampanados en la parte inferior haciendo que no se le vieran los zapatos. Un top apretado, con un escote en pico casi hasta el ombligo y una americana de color dorado, con pequeñas lentejuelas, que le quedaba tan bien, que parecía hecha a medida. Me quedé embobada mirándola y me miró a través del espejo sonriéndome.
- Qué guapa baby - dijo dándose la vuelta.
- ¿Guapa yo? - levanté las cejas - me parece que vamos a pedir algo del room service para cenar - dije atrayéndola hacia mi agarrándola por la cintura y dejando un beso en sus labios.
- De eso nada, quiero ver los fuegos artificiales - dijo ella sonriendo.
- Uy... tranquila - la acerqué todo lo que pude a mi - los vas a ver - volví a besarla.
- Nat, ahora tengo que volver a pintarme los labios - se quejó.
- No sabes qué pena me da - le sonreí soltándola y volvió al espejo.
Bien abrigadas, salimos del hotel y cogimos un Uber hasta Central Park. Tuvimos que andar un poquito para poder llegar al restaurante, pero fueron 5 minutos. Nos sentaron en una mesa redonda en una esquina, con un ventanal que nos dejaba ver todo el esplendor de la ciudad. Y en frente de mí, Alba Reche. Donde esté ella, que se quite Nueva York.
- Jo Nat esto es precioso - dijo sonriendo una vez nos trajeron la bebida - pero me niego a que pagues tú esta cena. Ni lo intentes - me apuntó con el dedo.
- Albi, es mi sorpresa.
- Que ni lo intentes, que esto lo pago yo. Solo faltaba. Es que ni de coña vamos.
- Que es mi regalo de cumple.
- Si, tu regalo de cumple hasta que cumpla 40 años.
- Qué tonta eres.
- Que lo pago yo, y no se hable más - en ese momento el camarero nos trajo el primer plato del menú. Había pedido menú vegetariano para las dos, y estaba todo riquísimo.
A las 23:50 el camarero apareció con dos platitos que nos dejó en la mesa. Para nuestra sorpresa, eran uvas. Las dos le miramos sonrientes y nos dijo, con una amplia sonrisa en su cara "I know your traditions", le dimos las gracias y nos movimos en las sillas hasta quedar una lado de la otra, frente a la ventana. No oíamos campanadas, pero si la cuenta atrás de todos los que estaban allí presentes. Y con cada número, una uva. Hasta que se oyeron los gritos de todo el mundo y yo miré a Alba mientras tratábamos de tragar nuestras uvas. Cuando lo conseguimos, juntamos nuestros labios y nos abrazamos con fuerza.
- Feliz año nuevo mi amor - le dije yo acariciando su cara.
- Feliz año nuevo Nat - me sonrió - ¡mira! - se movió rápido señalando otra ventana y nos movimos hasta ella, que era la que mejor vista tenía de los fuegos artificiales. Y así, abrazando su cintura para pegarla a mi todo lo que podía, pasamos los siguientes minutos. Viendo como el cielo de Nueva York se llenaba de luces y color, notando la mano emocionada de Alba agarrar la mía y sintiéndome más feliz que en toda mi vida. Después de desear feliz año a la gente que estaba a nuestro al rededor, volvimos a nuestra mesa, brindamos con champán y nos comimos una chocolatina con la forma de un 20 que nos habían dejado sobre los platos. Salimos de nuevo andando hasta que pudimos coger un taxi de vuelta al hotel. Una vez en la habitación, nos quitamos los abrigos y nos fundimos en un abrazo.
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Todo lo que te quitaron // ALBALIA
FanfictionAlba perdió su capacidad de relacionarse de manera normal hace 2 años. Natalia solo quiere divertirse y pasárselo bien. Alba y Natalia se conocen y no se caen bien precisamente. Sin embargo, no tardarán mucho tiempo en darse cuenta de lo que se nec...