Eres una superviviente eh...

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POV ALBA

Íbamos paseando por la calle, hablando como siempre, riéndonos... como un día cualquiera después de tomar unas cañas con María, Marta y Julia. De repente, oí un ruido, como un llanto y me asusté.

- ¡Coño! - di un respingo.

- ¿Qué te pasa?

- ¿No lo has oído?

- ¿El qué? - me paré en seco y volví a oírlo.

- ¡ESO! ¿Lo has oído?

- No peque, no he oído nada. ¿Qué escuchas?

- Como un perrito o un gatito o algo - me asomé a la calle de la que parecían venir los ruidos con Natalia, y vimos como se movían unas bolsas de basura.

- Coño, vale si, eso si lo he visto - me fui acercando - Alba para - me agarró la mano.

- Que no Nat, pobrecito, está rebuscando en la basura... - puse un puchero y me acerqué más hasta encontrarme con unos ojos mirándome - hola... ven, no voy a hacerte nada - me agaché para acercarme y empezó a ladrarme provocando que me asustara - ¡Joder!

- Espera Alba, está asustado - Natalia se acercó un poco - ey, no vamos a hacerte nada - empezó a gruñirla.

- Nat cuidado a ver si te va a morder.

- No pasa nada - le acercó la mano despacio dejándola quieta para que el perro pudiera olerla, pero él solo gruñía y se echaba hacia atrás - se está poniendo nervioso, no se fía.

- Pobre seguro que le han hecho de todo... - odiaba ver a animales sufrir, era algo superior a mis fuerzas...

- Pues si. Joe pero míralo está en los huesos...

- ¡Voy a comprarle comida! Espera no te muevas voy a por una hamburguesa.

Fui corriendo al McDonnals que estaba en frente y compré dos hamburguesas, al volver, Natalia seguía en la misma posición y el perro rebuscando en la basura y gruñendo.

- Ya está. Dásela tú - le di la bolsa.

- Vale - Natalia separó la carne del pan y el perro empezó a olisquear desde su posición. Natalia la partió en trozos pequeños y acercó su mano al perro, que la olió deprisa y empezó a comerse la hamburguesa como loco. Al verlo saqué rápidamente la otra hamburguesa para partirla y se la di a Natalia, que volvió a repetir la acción y el perro de comió todo de golpe. Al terminar empezó a relamerse y se acercó para coger el pan que habíamos dejado en el suelo y empezó a comérselo.

- Somos tontas, está hambriento, también quiere el pan.

- Ya, pues si - Natalia llevó su mano a la cabeza del perro que se asustó y se echó para atrás - eh tranquilo... no voy a hacerte nada - el perro se quedó quieto y Natalia pudo acariciarle un poco la cabeza - eso es, ¿ves? No pasa nada bonito...

- Es una chica Nat, tiene mamas.

- Pues bonita... - la miró - eres una superviviente eh... - dijo mientras la seguía acariciando.

- Es monísima...

- Pobrecita necesita que la llevemos a un veterinario. Mira como tiene la piel...

- ¿Va a querer venirse con nosotras?

- ¿Compras más hamburguesas? - me reí.

- Claro.

Fui a por más hamburguesas y poco a poco conseguimos que la perrita saliera del callejón siguiéndonos. Busqué una veterinaria cerca y había una a apenas cinco minutos, así que conseguimos llegar allí relativamente rápido. Que entrara fue más complicado, se puso muy nerviosa y empezó a correr al ver a tanta gente, lloraba y gruñía a todo el mundo.

Todo lo que te quitaron // ALBALIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora