Un domingo cualquiera

10.5K 395 46
                                    

POV NATALIA

Se acababa el verano, y por suerte, mi madre estaba mucho mejor que cuando llegué. Estaba más contenta, más fuerte y sobretodo, casi curada. Unas semanas más de tratamiento y podría olvidarse de todo. Iba a echar de menos estar todos juntos, pero me acordaba de que en Madrid estaba Alba y se me pasaba un poquito. Además recuperar la rutina me iba a venir muy bien. Tuve mucha suerte de que mi jefe me dejara estar en Pamplona y viajar a Madrid contadas veces, la verdad. Fue muy comprensivo. Nada más llegar a Madrid, fui a buscar a Alba, y la esperé en el banco de en frente de su casa hasta que bajó sonriente y la abracé con fuerza. La había echado tanto de menos. Fuimos a tomar algo las dos solas, a ponernos al día. De repente me acordé de aquello que me dijo María de que todas las parejas tenían fecha de aniversario. Pero nosotras no. ¿No? ¿Y si la teníamos y no era consciente?

- Oye Albi - llamé su atención.

- Dime.

- Nosotras no tenemos fecha de aniversario... ¿no?

- Pues es verdad, no tenemos - dijo después de unos segundos.

- Es que ¿deberíamos?

- Nah - le quitó importancia - ¿qué más da qué día hagamos 2 años? Llevamos casi 2 años juntas, me da igual cuando se cumplan. Puede ser... - movió la cabeza.

- ¿Un domingo cualquiera?  - dije riéndome.

- Por ejemplo. Igual suena cursi - se acercó a mi - pero me importa más que no se acabe, que saber cuándo empezó - sonreí al ver que ella había pensado exactamente lo mismo que yo cuando me lo dijo María.

- No se va a acabar - la besé suavemente.

- Bien. ¿Preparada para la vuelta a la rutina?

- ¡Si! Además me hace falta. Quiero tener ya otra vez los días llenos. Necesito rutina otra vez.

- Si yo también, me apetece volver al trabajo.

- Oye, tenemos un viaje pendiente.

- Lo se, lo haremos.

- Vale.

No podía esperar para hacer un viaje con Alba, las dos solas y disfrutar del tiempo juntas, nos lo merecíamos. Y después del verano tan... extraño, que habíamos pasado las dos, y de cómo me porté con ella, me sentía en deuda. Quería darle una sorpresa. Así que después de hablarlo con su familia y con la mía, reservé un viaje de diez días a Nueva York para pasar allí fin de año. Lo organicé todo, y se lo iba a dar el día de su cumpleaños, como regalo y agradecimiento por todo lo que hacía por mi siempre. Este año Alba no quería hacer mucha cosa, decía que no le apetecía una fiesta ni nada por el estilo. El día de su cumpleaños fue martes, así que solo cenamos con su madre y Marina en su casa, y el sábado siguiente fuimos a comer con todos.

- Jo chicos muchas gracias, me encantan en serio - dijo cerrando la caja de las botas Dr. Marteens que le habían regalado.

- Que bien, no sabíamos si te gustaría el color - dijo Sabela.

- ¿Qué dices? ¡Me encanta! - fueron muy pesados para elegir el color, yo les animé a comprarlas en color granate, sabía que a Alba le gustarían y no tenía ningunas parecidas.

- ¡Si ya lo dije yo! - dijo María en broma y guiñándome un ojo.

- Bueno y qué más te han regalado, cuenta - se interesó Carlos.

- Pues mi madre me ha regalado una chaqueta de cuero súper bonita, con parches, buah, es preciosa. Mi hermana un colgante de oro con la letra M, y ella lleva uno igual con la letra A.

Todo lo que te quitaron // ALBALIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora