Todo lo que te quitaron // ALBALIA

Creo que deberías venir Alba

SOOOOORPRESA

POV NATALIA

- ¿Qué tal has dormido mami? - le dije entrando en la cocina y dejando un beso en su frente.

- Bien cariño, estoy mucho mejor. Podéis iros a Madrid de verdad... - nos dijo a Santi y a mi que negamos con la cabeza - no podéis quedaros aquí de por vida.

- Mamá, no nos vamos a ir. No todavía. Somos tus hijos.

- Lo que sois es idiotas. Por esto no quería decir nada. No quiero que paréis vuestra vida por mi.

- Mamá, tú eres nuestra vida - le dije yo - literalmente además - la sonreí.

- Estoy tan orgullosa de vosotros... - nos dijo - os habéis convertido en dos personas maravillosas. Después de lo mal que lo hemos pasado - me miró a mi - y de todo lo que habéis hecho por esta familia... es que no puedo estar más contenta de los hijos que tengo - se le saltaron las lágrimas.

- Mami... - dije yo y los dos nos levantamos a abrazarla.

- Oye, tengo un antojo - dijo cuando nos separamos.

- A ver, cuéntanos - dijo Santi.

- Me apetecen churros. Calentitos. Con chocolate - dijo sonriente y Santi y yo sonreímos también. Que tuviera apetito era muy buena señal.

- Yo me encargo - dije levantándome.

- Voy contigo - dijo Santi - cogimos las llaves y el dinero y salimos hacia la churrería más cercana.

Iba andando contenta, cada vez veía mejor a mi madre. Estaba feliz, bastante más fuerte y enérgica que hace 1 mes y con ganas de hacer cosas. Pero, la sonrisa se borró de mi cara cuando la persona que estaba pagando delante de nosotros, se dio la vuelta y vi que era Sofía. Me quedé petrificada. Y ella se me quedó mirando. Su expresión se endureció a los pocos segundos.

- ¿Quieres que te pague los churros también? - dijo fría.

- Sofía por favor - dijo Santi.

- Yo... - no sabía ni qué decir.

- Eres una desgraciada. No sabes lo mal que lo he pasado por tu culpa. Deberías irte de aquí para no volver nunca - seguía sin decir nada, me quedé muda - ¿no dices nada no? Claro. Mucho mejor callarte. Como una puta, ¿no? Algo así es lo que fuiste cuando me dejaste por dinero. ¡Por dinero! - gritó.

- Sofía te estás pasando - le dijo Santi.

- ¡De eso nada! - le gritó a mi hermano y volvió a mirarme a mi - Yo hice todo lo que pude por estar juntas - empezó a llorar - y tú me abandonaste por dinero. ¡Soporté sesiones de psiquiatría, terapias experimentales y toda la mierda que se les ocurrió a mis padres por ti! ¡Porque te quería! - sin decir nada, yo también empecé a llorar - ¡más de un año estuve yendo al psicólogo para superar lo que me hiciste!

- No creo que sea el momento ni el lugar Sofía - le dijo Santi.

- Tú te callas - le dijo y luego volvió a mirarme - Eres una sinvergüenza y espero no tener que volver a verte en mi puta vida - dijo mirándome de arriba a abajo aún llorando - ¿estás con alguien ahora no? Si. Me lo han dicho. Estás con una - no es una, es Alba - ¿Sabe lo que me hiciste? ¿Sabe todo lo que me hiciste pasar? ¿Sabe la mierda que eres eh? - hizo una pausa - ¿Sabes una cosa? Solo jodes lo que tocas. Todo. Me jodiste a mi, y la joderás a ella. Espero que nunca más puedas hacerle daño a alguien como me lo hiciste a mi. Me das asco.

- ¡SOFÍA YA ESTÁ BIEN! - le dijo Santi.

- ¡NO! ¡CLARO QUE NO ESTÁ BIEN! ¿¡Tú sabes todo lo que tuve que aguantar yo por estar con Natalia!? - lloró con más fuerza - ¡NO TIENES NI IDEA JODER! ¡Y ELLA ME DEJÓ TIRADA! ¡TI-RA-DA! - volvió a dirigirse a mi de nuevo - solo eres una mierda Natalia, nada más - se fue unos segundos después.