Nunca me has tenido

1- Te he perdido

Carla no dejaba de rememorar su último encuentro con Samuel en la comisaría. La breve conversación que habían tenido aún se repetía en su cabeza, y el corazón se le apretaba. Ni siquiera estar más de 3 horas en la sala de interrogación, donde había tenido que repetir una y mil veces la misma historia le molestaba tanto como lo que le había dicho a Samuel.

-Me puedes repetir lo que me confesaste en el colegio sobre el asesinato de Marina- le indicó la inspectora sacándola de sus pensamientos.

Carla volvió a mirarla fijamente sin quitar su pose controlada y fría, podría estar echa un mar de confusión por dentro, pero su padre le había enseñado muy bien a no mostrarlo en el exterior.

- ¿Otra vez? Ya lo he dicho incansablemente, hasta lo han grabado ¿Que quieren conseguir con esto?- preguntó con voz cansada.

-Es parte del protocolo- le indicó la mujer con una mirada cálida que desconcertó a Carla.

-¿Qué pasará conmigo?- volvió a cuestionar Carla con un dejo de incertidumbre que le provocó una revuelta en su estómago.

Al confesar todo, se le olvidó lo que ella tendría que enfrentar por ser cómplice de asesinato. ¿Iría a la cárcel? ¿Su padre movería alguna influencia? ¿Podría volver a Las Encinas? ¿Samu....?
Cuando el nombre de Samuel se le apareció en su mente, no se permitió pensar sobre lo que pasaría con ese tema, no quería saber nada de él. La había engañado.
Aunque ella había sabido desde el comienzo que el interés de él hacia ella era netamente para sacarle información, algo le había echo bajar la guardia y por ese error la había derrotado como jamás nadie lo había logrado, ni siquiera sus padres. Y eso no se lo podía perdonar.

-Tu padre está aquí con un par de abogados- le indicó nuevamente la mujer.

-¿Ha llegado? ¿Qué ha dicho?-  cuestiona Carla de manera un tanto apresurada, sin saber si lo que sentía era temor o alivio.

Estaba echa un lío. No sabia por dónde empezar. Quería retroceder el tiempo y no haber ayudado a Polo, no quería haberle limpiado la sangre ni cambiado la camisa. Polo estaba tan shockeado que se hubiera entregado si ella no lo hubiera detenido. Pero la responsabilidad de cuidar a su familia fue mayor, no podía permitir que su padre se viera envuelto en un lío de corrupción como el padre de Marina y Guzmán. Además en ese momento no concebía a Polo en la cárcel, aunque estuvieran separados, ella y él habían estado juntos desde los 12 años, habían sido amigos desde el infantil. Era su deber proteger a los suyos. Aunque nadie lo reconociera, una de las principales virtudes de Carla era su Lealtad y siempre sería así.
Así que tomo aire y comenzó a serenarse nuevamente, ya todo estaba trazado y seguro su padre la ayudaría a salir de esto. Ella lo había ayudado y era su única hija, la heredera de todo el imperio que tenían como familia. Nada le pasaría o eso trata de repetirse una y otra vez.

Estaba dispuesta a volver a repetir como Polo en un ataque de ira golpeó a Marina con el trofeo, pero unos golpes en la puerta de la sala de interrogación la detuvieron justo a tiempo.

-Inspectora debe venir un momento- le indicó el policía que había abierto la puerta.

La mujer salió a paso firme, dejándola nuevamente sola en aquel lugar.

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Samuel estaba acostado mirando el techo de su habitación. Las palabras de Carla se repetían una y otra vez en su memoria:

- A mi nunca me has tenido- le había dicho con voz fría y baja, dejándolo detenido en ese lugar.

Un escalofrío le había recorrido cuando se le clavaron aquellas palabras en el corazón como dagas que no dejaban de doler.

Y aún le dolían. Estaba seguro que ella había sentido algo por él, era imposible que aquel sentimiento que había florecido en su interior hubiera sido solo de su parte. Ella sentía algo por él, estaba seguro, por eso jugó esa carta con ella con respecto a su desaparición.

Lo había percibido en las últimas veces que habían estado juntos. El sexo entre ellos había sufrido un cambio con el paso del tiempo. Al comienzo era netamente pasión y dominación. Algo puramente sexual, cada uno se satisfacía del otro, jugaba con el otro, pero luego, todo fue tornándose distinto de manera imperceptible, pero vertiginosa, la pasión era la misma o mayor incluso que al comienzo, pero había una sensación nueva que no podía describir, tal vez por su breve experiencia anterior, sin embargo lo había descubierto en su mirada, cada vez que la tocaba, ella se estremecía. Su mirada fría y distante, se derretía y le dejaba ver una dulzura y calidez que lo habían atrapado.

A pesar de eso  sus ansias de justicia y verdad lo habían impulsado a usar aquel sentimiento para descubrir lo sucedido y exculpar a su hermano. Con el gran costo de echar todo a perder. Lo más probable que para siempre.

Le dolía tanto que golpeó la cama con sus puños.

-Joder Carla ¿por qué lo hiciste?- susurró golpeando con rabia nuevamente la cama.

Habría dado lo que fuera para que sus sospechas hubieran sido infundadas. Tal y como le había recriminado Rebeka, había comenzado a buscar la inocencia de Carla en todo aquello.

Cerró los ojos y se imaginó mandándole un texto, invitándola a comer macarrones y ella con su clásico desdén fingido aceptando solo para terminar enredados en sus sábanas. Pero ya no era posible, ella estaba en la comisaría declarando y tal vez siendo enjuiciada y él sólo en su cama, sin saber qué sentir ni qué pensar.

Repitiéndose una y otra vez:

-A mi nunca me has tenido-

-.-.-.-

Bienvenidos a todos/as los nuevos lectores a "Nunca me has tenido". Mi ópera prima ❤️.

Les cuento que comencé esta historia una vez terminada la segunda temporada (por allá en el 2019) y sigue los sucesos después de eso sin considerar nada de lo ocurrido en las siguientes temporadas de la serie.

Espero les guste y disfruten de esta aventura de amor, pasión y amistad en el maravilloso mundo que rodea a Carmuel.

P.D: A pesar de que la historia está terminada, los invito a que puedan votar y comentar para saber sus impresiones 😘😘😘

Un abrazo,
Andrea