LA TERRESTRE - [ the 100 ] EDITANDO

El dolor es lo que soy

—Lo primero será la lluvia negra, se agotará el agua potable, aparecerán lesiones preca...—nombra Alie, pero Becca la interrumpe.

—Nos retrasa, en cuanto se actualice borrara el interruptor—Me dice Becca.

—No os retraso—Se defiende Alie.—Digo la verdad.

—¿Por qué ahora?—Pregunto.—Si era verdad, ¿por que no lo decías a la hora de ofrecer un chip?

—La ultima vez que advertí a mi creadora de una amenaza para la raza humana, decidió aislarme y vino aquí para crear un código que pudiera reemplazarme.—Me cuenta Alie.

—Define el instanciado perverso—le dice Becca a Alie.

—Instanciado perverso, la implementación de una meta final benigna a través de métodos dañinos no previstos por un programador humano.—Dice Alie.

—Como matar a seis mil millones de personas para resolver la superpoblación. La meta no lo es todo Alie. También importa como se alcanza. Lamento no habértelo enseñado.—Le termina de decir Becca.—Es ahora o nunca Kayla, cuando Alie se actualice ya no podre ayudarte.

—Pero yo si, en la ciudad de luz no tendrás que aguantar con presiones como estas Kayla—Me dice Alie.—Ya no tendrás que vivir con el dolor de las personas a las que has perdido. Vivirás en paz, vivirás para siempre.

—El dolor es lo que soy, si me quitas eso, me quitas a mi—Digo mirando a Alie.—No puedes quitarme el dolor.

—Los tuyos creen que si Kayla—Me vuelve a repetir.—Como Jasper.

—Si no transformaras a las personas en personas sin dolor, sin voluntad y sin recuerdos. Créeme que no pulsaría esta palanca.—Le digo.

—No puede, su programa base es lo que hace, mejorar la vida de los demás.—Me dice Becca.—20 segundos y el interruptor desaparecerá.

—¿De verdad condenarás a la especie humana a morir en seis meses?—Dice Alie.

—Se nos ocurrirá algo, siempre lo hacemos.—Digo agarrando fuertemente el interruptor.

—Diez segundos. Aún hay esperanza Kayla—Me dice Becca.

—De acuerdo con mis cálculos, no la hay—Dice Alie.

—¿Estás segura? Aún no nos conoces. Además, no me uno a las de vestido y labios rojos—Le digo con una sonrisa, su cara es de sorpresa y tiro rápidamente de la palanca.

[...]

Empiezo a despertarme, siento la sangre correr por mi nariz, ya estaba algo seca. Abby estaba delante de mi con una pistola en su mano y mirándome preocupada, le sonrío. Miro confundida toda la situación, hay gente retorciéndose del dolor en el suelo. Bellamy esta tosiendo tirado en el suelo. Me quito rápidamente unas agujas que tenia conectadas a mi y corro hacia Bellamy.

—¿Estás bien?—Le pregunto tirándome al suelo y agarrando su cara. El asiente con dificultad mientras que coge aire.

—Kayla, la llama—Me llama Abby. Asiento y me levanto para volver a sentarme en el trono. Echo mi cabeza hacia adelante y Abby agarra mi mano. Con la otra se prepara para cogerla. Digo una frase y la llama sale. Me quejo un poco y la llama ya esta fuera.

Abby me da la llama, la pongo en mi mano y busco la pequeña caja en la que va guardada. La guardo dentro. Murphy me esta mirando, le sonrío.

—Gracias—le digo al ver que tiene la mano dentro del corazón de Ontari. El asiente mirando hacia ella.

—Nada, si es lo típico—Dice con media sonrisa. Suelto una pequeña risa.

Me levanto del trono y me acerco a Clarke.

—Creo que esto te pertenece—Le digo ofreciéndole la caja con la llama, ella la mira triste y me abraza.

—Tengo algo que decirte—le digo separándome de ella.—He visto a Lexa—A ella se le ilumina el rostro.— Quiere que te diga que te quiere. Que luches como sabes luchar y que sigas viviendo, eres fuerte y ella lo sabia Clarke. Eres fuerte pero no sabes lo mucho que lo eres. Te quiere y también te echa de menos.

Clarke me sonríe y entre sus ojos aparecen varias lagrimas. Vuelve a mirarme y se tira hacia a mi abrazándome mucho mas fuerte que antes. Mi garganta suelta un quejido y ella se separa cuidadosamente. Le vuelvo a sonreír y se separa de mi para ir con su madre.

Bellamy se acerca a mi, y me mira con una sonrisa. Le devuelvo la sonrisa pero la mía es triste y cansada.

—¿Qué te pasa? Deberías estar saltando de alegría y emoción. Has salvado el mundo—Me dice con una sonrisa.

—Es que... No lo he salvado, más bien... No sé si lo he destruido más de lo que lo está. No lo sé—Le digo con un rostro de preocupación. De repente escuchamos una espada y varios quejidos. Octavia le había clavado su espada a Pike. Y Octavia desaparece de la habitación como si no hubiese pasado nada.

Algo había cambiado en ella, y pronto el mundo seria solo un recuerdo.

Solo teníamos 6 meses para buscar una solución al destrozo que he hecho.