A ambas nos sientan en una silla. Y el del gorro se queda unos segundos mirándome a los ojos.
- Tienes unos ojos muy curiosos. - Me dice. - Son verdes pero tienen un poco de azul.
Yo giro mi cara, rompiendo así el contacto visual.
- Sí claro... - Dice levantándose de estar en cuclillas.
Luego se gira hacia a Clarke y esta le mira con una expresión de odio, entonces este le pega fuertemente en la mejilla.
- ¡Para! La necesitamos. - Dice el moreno. Entonces estos dos empiezan a pelear.
- Eh, ya vale. Ya vale. - Les dice la mujer.
- No es de los nuestros. Hemos perdido a cuatro, y a él le da igual. - Rechista el del gorro.
- Sí es de los nuestros. No estaríamos aquí de no ser por Shaw. - Dice la mujer. Un nombre menos por saber. El moreno se llama Shaw.
- Y por mí. - Dice el del gorro. - Recuérdalo.
Y suelta a Shaw, a quien lo tenía agarrado del cuello. Entonces la mujer lo agarra a este de la misma manera.
- Todos cumplimos una función. Y a todos nos duele haber perdido a cuatro. Coge un equipo y peina el bosque en busca de sus amigos. - Le dice esta. Entonces lo suelta y este se queda mirándola por unos segundos. Y se va del lugar mirando con odio a Shaw. Este quiere actuar pero la mujer lo para.
- Déjalo. - Le dice. Y entonces la mujer se gira hacia nosotras. Y baja la mirada hasta la sangre negra que gotea de Clarke. - ¿Ves eso?
Shaw se agacha al lado de Clarke, y con su dedo mancha un poco para verlo de cerca.
- Una alteración en la sangre, como los de la Eligius III. Con dos soles no hace falta protector solar. - Dice este.
- Así será como sobreviven aquí. - Dice la mujer. Agarra un walkie de su cintura y presiona el botón. - Tráeme un botiquín. Cambio.
- Voy. - Dice alguien. Y entonces deja el walkie encima de una mesa. Agarra una silla y se sienta en frente de nosotras. - Estoy de camino... Sector seis.
- Terminando.
- ¿Has encontrado algo?
- Tú y yo hemos empezado con mal pie. - Dice la mujer mirando a Clarke. - No teníamos ni idea de que habría alguien aquí con vida. ¿Cómo íbamos a saberlo? Solo queríamos volver a casa. Imagina la sorpresa cuando hemos visto que no había casa a la que volver. Y entonces tu gente empezó a matar a la mía. Entenderás que está molesta.
- Harris, hay un lago al este. Cuando lleguéis, id hacia el norte. Nos vemos en la base...
- Igual que tú te cabreaste cuando tomamos tu pueblo. No te culpo. Cuando el gobierno fascista intentó arrebatarme mi casa yo también quise sangre. Y la tuve.
- Ya estamos en el lago. Vamos hacia el norte.
- No tiene que morir nadie. Dime lo que quiero saber, y pensaremos un acuerdo que nos venga bien a todos. ¿Te parece?
- A lo mejor no habla nuestro idioma. - Dice Shaw.
- Sí que habla nuestro idioma. - Dice la mujer. - Pero quiere hacernos pensar que no para que hablemos libremente y revelemos algo que pueda usar contra nosotros. Cada vez que llega un informe... mira esto. Sigue nuestros movimientos. Es lo que le importa. Si no queréis hablar, no pasa nada. No habléis. Pero a ver qué pasa cuando encontremos a quien sea que proteges. - Dice con cara de furia la mujer. Entonces se levanta y agarra el walkie. - Cambio de planes, damas y caballeros. No más prisioneros. Disparad a matar.
Entonces es cuando pongo una cara preocupada. Pero han pensado que Clarke es la líder, cosa que es cierto, pero no están prestandome atención.
[...]
En este momento Bellamy esta en la nave Eligius 4 y agarra la taza de El mejor padre del universo.
[...]
Ya es de noche. La gran sala está oscura y solo la iluminan varias velas. Shaw nos acerca una botella y nos da de beber.
- Venga, ¿qué daño puede hacerte decirme cómo te llamas? - Le pregunta a Clarke y después me mira a mi. - Lo creas o no, esta es la mejor conversación que he tenido en más de 100 años. Fui monaguillo en una iglesia como esta. En Saginaw. A un par de horas de Detroit. En mi Harley llegaba en una. Dios, echo de menos mi moto. Más que a la mayoría de la gente. - Dice amablemente. -
- Alguien acaba de salir de esa cueva. Son dos. Harris, a tus seis.
- Recibido. Voy a interceptar.
- Qué rápida. Y lleva a otro más pequeño. Podemos acorralarlos en el lago. Id al oeste.
- Cambiando de dirección. Espera. Corrijo. Se dirige al norte. La tengo a tiro.
- No. Solo es una niña. - Dice Clarke rápidamente. - Y el otro es un niño pequeño.
- Pero si habla. - Dice la mujer.
- Por favor. - Dice Clarke.
- Espero órdenes.
- ¿Cuántos más hay en el bosque? - Pregunta la mujer.
- Nadie más. Solo estamos nosotros cuatro. - Le responde Clarke. - Te lo suplico. Dile que no dispare.
- Disparar a discreción. - Dice la mujer por la radio.
- Recibido. Se ha ido detrás de esas rocas. Falk, llévala al otro lado.
- Sé dónde están. - Dice Clarke. - Es nuestra zona de caza de verano. Los está llevando a una trampa.
- La veo. Voy. Cubridme.
- Escúchame. Si no se paran ya, van a morir. - Le sigue insistiendo Clarke.
- La veo, me acerco.
- Créela. - Dice Shaw.
- Es la verdad. - Dice Clarke.
- Son solo unos niños. - Digo yo.
- Si los dejáis marchar, te lo digo todo. - Le dice Clarke.
- Todas las unidades, retiraos. Cambio. - Dice la mujer por el walkie.
- Si nos retiramos, escapará. La tengo a tiro.
- Falk, si McCreary desobedece, pégale un tiro en la pierna. - Dice la mujer. Otro nombre más. El del gorro es McCreary. - Harris, si Falk desobedece, dispárale a la cabeza.
- Nos retiramos. - Dice McCreary.
- Buena elección. - Le dice la mujer. - Puede haber trampas cerca de vosotros. Comprobadlo e informadme. Cambio.
- Será cabrona. Otra trampa para osos. Casi la piso. - Dice McCreary.
- Volved a la base. Cambio y corto.
- Gracias. - Le dice Clarke.
- Gracias por decirme la verdad. - Le dice ella. - Si sigues así, tus amigos seguirán vivos, igual que vosotras. ¿Nos vamos entendiendo?
- Sí.
- Bien. Pues empecemos. Empieza por cómo terminó el mundo. - Dice esta.
- ¿Cúal de todas las veces? - Le pregunta Clarke.
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LA TERRESTRE - [ the 100 ] EDITANDO
FanfictionKayla es una chica solitaria que fue abandonada al nacer por sus padres. Lincoln la encontró con tan solo unos días de vida y le dio cobijo junto a su tía Sofía. Pero un día, una nave que cae en la tierra cambia toda la vida de esta chica. De pasar...