Cien mil recuerdos

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Narra Kayla

Despierto sobre un fino colchón que recuerdo al instante. Me sobresalto y salgo corriendo del colchón. Y veo la cabaña de Sofía, pero las paredes están llenas de hojas enormes con dibujos de momentos que recuerdo también al instante.

- Tú no apretaste el gatillo. - Escucho mi voz.

- Conmigo, Kayla. Lidera conmigo.

- No podría soportar que algo te pasara, Murphy.

- Papá también está deseando verte.

- Yo también te quiero hermano mayor.

- Se fuerte. Estas son las primeras de muchas.

- Que volvamos a vernos, Bellamy.

Entre muchos más susurros, me acerco a una hoja en la que está dibujado Lincoln. Recuerdo ese día. Fue la mañana cuando escuchamos la nave y fui a su cueva. Me sacudía el pelo mientras ambos reíamos. Rozo la hoja y se me viene el momento. Lincoln sonriendo.

- Estás embarazada, Kayla.

- Juntos.

Encuentro un dibujo con Tyre, unas noches después de que naciera.

- ¿Ves todas esas estrellas, Tyre? Pues ahí está papá. Y ya queda menos para que lo veas. Y esas estrellitas, algunas serán el Tito Lincoln, la Tita Lexa, los abuelos y la tía Sofía. Sí, ellos también te quieren. Y papá estará deseando verte.

En el suelo está la marca de sangre de cuando Sofía se suicidó.

- ¿Qué es eso? Déjame pasar, Lincoln.

- ¡No! ¡Déjame! Solo me has dado dolores de cabeza.

Ando hacia una puerta que hay en mitad de la pared. Y al ir a abrirla, esta se abre sola.

- Ha molado.

Al terminar de abrirla ya no estoy en la cabaña. Ahora estoy en una habitación de Polis. La puerta se cierra sola. Veo dos figuras tras las cortinas. Y cuando me acerco estas se dan la vuelta.

- Hola, cariño. - Me dice una mujer, el otro es un hombre.

- ¿Quiénes...? - Pregunto. Pero cuando miro a los ojos del hombre. - Papá... Mamá...

Me lanzo a sus brazos, mientras los dos me abrazan fuertemente.

- ¿Cómo puede ser? ¿Qué hacemos aquí? - Les pregunto.

- ¿Qué es lo último que recuerdas? - Me pregunta mi padre.

- Que... morí. - Le contesto. - Me robaron el cuerpo.

- Vamos, cariño. Siéntate, tienes que descansar. - Me dice mi madre llevándome a la cama de la habitación.

- ¿Ya está? ¿Aquí acaba todo? Tanto sufrimiento, tantas muertes... ¿Y así acabo? ¿Sin pelear? - Les pregunto.

- Has sido fuerte, Kay. - Me dice mi padre.

- Pensé que nunca os vería. Ni siquiera sabía cómo sois. - Les digo. Luego me acuerdo de Tyre y de los demás. - No me despedí. De Tyre, de Clarke, de Madi... de Murphy.

De repente empieza a llover fuerte fuera. Me asomo al balcón donde estaban antes mamá y papá.

- ¿Qué es eso? - Pregunto.

- Ha empezado a llover cuando te has puesto triste. - Me dice mi madre acariciando mi hombro.

- ¿Qué escuchas? - Me pregunta mi padre. Me giro a él.

LA TERRESTRE - [ the 100 ] EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora