*08. Acuerdo 2/2*

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Algunos días habían transcurrido desde que Kim Jaebum le propusiera a su hijo kim Taehyung aquel inusual "acuerdo". Varios días en los que Taehyung no había logrado dormir durante más de dos o tres horas sin pensar en las palabras de su padre ¿Ser libre durante cinco años para luego someterse a los deseos de su padre o sufrir en un internado militar durante quien sabe cuanto tiempo, para eventualmente someterse de igual forma a los deseos de su padre?, realmente no parecía tan difícil adivinar la opción que debía escoger Taehyung y sin embargo, ahí seguía él pensando noche y día qué hacer realmente.

La misma preocupación lo había mantenido lejos de los bares que solía frecuentar, tan sólo iba al instituto y de ahí regresaba a la casa de su padre, quien muy seguramente estaba esperando una respuesta suya. Taehyung tenía miedo, no era tan  estúpido como para no adivinar lo que en un internado militar le harían a alguien como él, a alguien que gustaba de otros chicos, a un "marica" como en más de una ocasión había escuchado que le gritaban algunos chicos del instituto a su amigo Jimin.

...

-... Le dije a mis padres que necesitaba hablar con ellos... y ahora soy yo quien está huyendo... No sé cómo decirles - estaba hablando Jimin sin parar, mientras caminaba junto a Taehyung fuera del instituto - Y tampoco sé si deba estar Hyung ahí cuando yo hablé con ellos...

Taehyung caminaba en silencio, apenas captando alguna que otra de las palabras de su parlanchin amigo, a quien todavía no le había comentado lo del acuerdo de su padre, aunque realmente tenía muchas ganas de hacerlo, necesitaba una segunda opinión o quizá tan sólo necesitaba que alguien le dijera qué hacer, porque después de varios días seguía sin saber qué contestarle a su padre.

-... Otra vez estás como un zombie - acusó Jimin deteniendo sus pasos y haciendo que Taehyung también se detuviera - Últimamente estas raro, callado y como en las nubes. Escupe qué es lo que te pasa Kim.

Taehyung miró a su amigo durante largos segundos, sin decir nada, necesitaba desahogar con alguien y sin poder guardarselo por más tiempo, le contó todo a su amigo, esperando ancioso lo que tendria él para decirle.

Esperó y esperó durante largos minutos a que su amigo dijera algo, pero Jimin tan sólo se le había quedado mirando, sin apenas parpadear.

- ¿Chim? - lo llamó Taehyung al no tener respuesta suya, lo sacudió por el hombro - Dime algo por favor.

- Tae.. - habló finalmente Jimin, ajustándose las enormes gafas de grueso marco negro y mirando a su amigo con lástima - No sé qué decirte. Tu padre de verdad está un poco loco, lo siento por decirlo - Taehyung lo miró en lo absoluto ofendido por sus palabras, él mismo creía lo mismo.

- ¿Qué crees que debo hacer? - preguntó nervioso Taehyung - No quiero ir a ese internado militar, ¿Crees que debo aceptar eso de los 5 años?

- No parece que tengas otra alternativa - admitió Jimin sintiendo pena por su amigo, de pronto sus parecían ser seres de luz si los comparaba con el padre se su amigo - Podrías ahorrar suficiente dinero de la mesada que te da tu padre, para antes de que se cumplan los 5 años poder largarte a un lugar donde tu padre no pueda obligarte a hacer nada.

Él mismo habia pensado en eso mismo que Jimin acababa de decirle, ya no sonaba tan tonto saliendo de la boca de alguien más, ahora le parecía  la mejor idea del mundo. Se abalanzó a los brazos de su amigo, logrando que ambos perdieran un poco el equilibrio y cayeran sobre el césped junto al parque. Jimin correspondió al efusivo abrazo de su amigo y le acarició los rubios cabellos durante algunos segundos, hasta que el ruido de una bocina los distrajo.

Taehyung se levantó rápidamente del césped y se limpio un poco el uniforme, antes de despedirse de Jimin con un gesto de la mano y correr hacía el auto que su padre siempre enviaba para recogerlo del instituto. Odiaba tener que usar ese auto, cuando su padre se encontraba fuera de Seúl, rara vez lo utilizaba, prefiriendo irse a casa de su amigo Jimin o a cualquier bar por ahí, pero desde que su padre había vuelto, se sentía altamente cohibido para hacer las cosas que le gustaba hacer, además de que contradecir a su padre siempre terminaba muy mal para él.

PASOS SILENCIOSOS (VKOOK) (Wattys2019) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora