Mayormente serena y envuelta en una bata de baño, Candy apareció en la habitación; y quien llevaba tiempo esperando por ella, al llamarla por su nombre, provocó que la joven gritara debido al susto.
Además de disculparse por haberla espantado, Terre pronunciaba:
— Siento mucho lo que... presenciaste arriba.
— Está bien — dijo ella sonriente, pero evitando mirarle; además recordaba: — Como aquella Eliza, también esas son tus... amigas, ¿o no? así que...
— No — él la interrumpió para aclararle: — no lo son. Y es posible que te topes a menudo con ellas.
— Entiendo — respondió Candy; y fingiendo estar entretenida con las jaretas de su prenda, a Terre cuestionaba con demanda: — ¿Les explicaste quién soy en tu actual vida?
— No.
— Bueno, entonces, yo tendré que hacerlo cuando las vuelva a ver —, ella lo confrontó sonriéndole con altanería.
Ese gesto consiguió que él preguntara:
— ¿Estás celosa?
— No, para nada. Simplemente estoy comprendiendo que no va a ser fácil defender mi posición al ser la legal esposa de Terrence Grandchester.
— Sé que mi pasado comportamiento puede causarte dolores de cabeza.
— Sí; y serían más fuertes si me involucro sentimentalmente contigo.
Debido a la contestación, ésta consiguió irritarlo; y así, irritado, él respondía levantando la voz:
— ¡Eso ya será tu decisión! Lo que a mí respecta es que en el momento de proponerte el que te casaras conmigo, estuve muy consciente de los cambios que debía hacer; pero principalmente del respeto que te mereces, por eso es que estoy aquí y no allá por mucho que yo quisiera.
En eso, él tenía razón. Además, el pasado allá se quedaba; y ella la escasa idea tenía de lo que a él le estaba costando el renunciar a su reventada vida, y todo por su puntada de casarse sólo por llevarle la contraria a su madre; por ende...
Candy dejó su ridícula postura de esposa ofendida, —cuando una verdadera todavía no lo era—, para extenderle:
— Gracias por darme mi lugar.
Terre, rindiéndose ante una mirada, se acercó a ella para explicarle que:
— Con ese tipo de mujeres no vale la pena presentarte.
— Está bien.
— Aunque con huir tampoco se resuelven las cosas. Sé que es complicado, pero no es difícil entenderlos. Además, esta recién actitud que dejaste, mejor resérvatela para el momento adecuado.
— ¿Con Susana?
Él hizo un sí con la cabeza, plus informaba:
— Junto con mi madre, están por llegar en cualquier rato.
— ¿Vendrán aquí?
— Por suerte no —, porque sólo un padre conocía ese pequeño rincón; — sino con Karen. Así que, mañana saldremos muy temprano para allá.
Al no haber otro asunto más que tratar, Terre pidió permiso y se retiró a la habitación vecina para también asearse.
Candy, llevándole ventaja, se vistió cómodamente y bajó a la sala para ver un poco de televisión, atrayendo con su fuerte sonido al hombre con quien se disculparon al verlo aparecer:
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Unidos por Interés
FanfictionESTA HISTORIA, COMO LAS ENCONTRADAS EN MI PERFIL, SON DE MI TOTAL AUTORÍA. NO DE DOMINIO PÚBLICO. El infortunio quiso llevarla hasta aquellas playas, donde todos la olvidaron y también donde encontrará la salvación. Historia del tipo UNIVERSO ALTERN...