¿De Quién Es El Destino?

Cap 8

Una de las manos del extraño se posó alrededor del trasero de Qin Xuan, masajeándolo sin detenerse, pero con tanta dulzura como fuese posible. Al fin, Xie Lian pudo ver el rostro de aquel, y de hecho, le pareció conocido. Piel blanca, ojos oscuros y misteriosos, con expresión seria y malhumorada.

La situación no le permitía pensar con claridad, hasta que recordó a San Lang. Precisamente era el chico con el que platicaba bajo el viejo árbol del campus. ¿Qué tenía que ver este tipo con su amigo?
San Lang tenía un aura distante alrededor de él, parecida a una barrera a la que solo Xie Lian podía acceder, pero con este otro era distinto. ¡Daba miedo! Totalmente opuesto al algodón humano arriba de él.

Mientras tanto, del otro lado de la puerta del armario, los dos se besaban con desdén al tanto que se tocaban mutuamente en ciertos puntos. Dos dedos se abrieron paso en la boca inferior de Qin Xuan, acariciando la abertura sin entrar. Los muslos del agraviado eran incapaces de cerrarse.

-- Eres un idiota -- exclamó Qin Xuan, entre jadeos. Quejándose.

-- Entonces dime lo que debo hacer.

-- Por supuesto que debes...

Las siguientes palabras no salieron, sólo débiles suspiros de vergüenza.
El otro sonrió ligeramente, su expresión provocativa.

-- Dilo fuerte para que lo escuche.

-- Debes... yo quiero... ¡tsk! Toca mi interior con tus dedos y- ¡Ah!

Sin terminar de hablar, efectivamente su mano comenzó a moverse con vil violencia. Dos dedos bailaban dentro de su rosado agujero sin detenerse, dejando salir sonidos húmedos y contracciones. Qin Xuan se aferraba a otros brazos con fuerza, mientras sus ojos con lágrimas tenian una mirada desenfocada por el placer. Su boca soltaba suaves gemidos mientras movía involuntariamente sus caderas rogando por más.

-- ...

Los gemidos de Qin Xuan ya no se reprimían, llenando la habitación de sonidos obscenos. Su pequeño hoyuelo inferior ya se notaba hinchado y mojado, mientras su delgado pene secretaba fluidos provenientes de recibir sólo placer. El extraño violaba a Qin Xuan sólo con sus manos, haciendo que su cuerpo temblara a su merced.

-- ¿Te gusta? ¿Lo hago mas fuerte?

-- No... tus manos, mmn... ya es suficiente...

Sus muslos eran un desastre, sus delgadas caderas se mecían rozándose contra el miembro duro del misterioso hombre.

Realmente Qin Xuan lucía ansioso. Mientras él jadeaba y luchaba por hacer que su agujero fuese más violentado, el otro acertaba en los puntos dulces del suave interior con sus dedos, y sonreía con provocativa malicia.

-- He Xuan... deja de molestarme... ngh, ya mételo.

-- Qin Xuan, mírame.

Sus dedos detuvieron las embestidas y con su mano libre sostuvo el rostro ruborizado y caliente que se apoyaba en su pecho. Xie Lian estaba al borde del colapso, pero sus ojos no lograban desviarse, y sus oídos captaban cada sonido. Estaba encerrado sin nada mas que esperar a que todo terminara.
Los ojos claros y cristalinos de su amigo miraban con atención y súplica a He Xuan, estabilizando sus exhalaciones.

-- Qin Xuan, te quiero.

Ambos, Xie Lian y Qin Xuan, se sorprendieron al escuchar tan tiernas palabras en un momento como ese, los bordes aduraznados en los ojos del chico se hicieron mas brillantes.

-- Incluso si no te lo había dicho, o no pueda decirlo después, quiero que tengas en cuenta que te has robado mi corazón desde hace mucho tiempo.

Sus brazos envolvieron los hombros desnudos de Qin Xuan y lo llenó de delicados besos en sus rosadas mejillas.

-- Eres lo más importante para mí, y lo serás siempre.

-- XuanXuan -- devolvió con ternura los besos -- yo también te quiero.

Qin Xuan lo miró mientras le regalaba las palabras más bellas que pudo escuchar. Una voz tan fina, sonidos delicados llenos de invisibles lágrimas.

-- Me da gusto escucharlo de ti.

He Xuan miró lo que tenía en frente, admirando cada centímetro. Cerró sus ojos, grabando ese momento dentro de sí. Había en él una felicidad que nunca sintió.

-- ¿Qué sucede? -- le dijo Qin Xuan con su habitual tono bromista -- ¿Te sientes solo cuando no estoy? No pensé que fueras del tipo romántico. ¡Que sorpresa!

Recuperando la compostura, se incorporó dejando caer al gracioso joven bajo él, admiró la hermosa figura de nuevo y extendió las delgadas y largas piernas, dejando libre una vista lasciva y mojada.

-- Bien, si no te gusta lo suave, probemos con algo más rudo.

-- ¿Eh? Yo no dije...

He Xuan se inclinó entre las piernas de Qin Xuan, metiéndose en la boca el pene del chico extasiado, y rápidamente lo atendió con su lengua. En realidad, no era algo grande, por lo que no hubo problemas. Se concentró sólo en chupar y succionar. Su pareja se aferraba a las sábanas y su figura encorvada a punto de correrse se deslizaba en la cama.

-- Espera, es... espera, detente, aparta tu boca, me voy a correr.

He Xuan en realidad se apartó al escucharlo, sus ojos se cubrieron con oscuridad al mirar el otro rostro. Se quitó la camisa y desabrochó los botones de su pantalón. Qin Xuan observaba todo eso impaciente y visiblemente excitado.

-- Empezaré con lo más importante.

Xie Lian se empujó a sí mismo hacia atrás producto de la conmoción, haciendo un leve sonido.