Al terminar, presionó a su pecho el recipiente de café dulce que era para Qin Xuan. Xie Lian comprendió su dolor, y le dio una palmadita en el hombro.
-- Está bien. Vamos a encontrar a Qin Xuan.
-- Muchas gracias.
He Xuan fue a buscar a la Universidad, San Lang en la plaza y lugares cercanos, y Xie Lian a su casa. Tal como lo dijo He Xuan, el lugar parecía solitario. Las ventanas cerradas y las cortinas cubriendo el interior, incluso el patio lucía descuidado. Jun Wu nunca le haría daño a su querido Qin Xuan, confío en ello y se escabulló por la entrada de un viejo zotano debajo de la casa, oculto en la parte trasera y usado por los dos amigos en su infancia para jugar. Dicho sendero llevaba directamente a la habitación de Xie Lian.
Qin Xuan levantó la cabeza, y se sacudió en su lugar al escuchar un suave crujido de madera.
-- Xie Xie.
Pero la sangre en sus manos lo hicieron temblar de dolor.
Las heridas de cristales en las manos de Qin Xuan no le permitieron levantarse, pero algo le decía que venían por él.
Un día antes, fue a visitar a Jun Wu, porque tenía algo urgente por decirle, así que se apresuró, prometiendo a He Xuan volver rápido para seguir juntos. Al llegar al lugar, notó que su tío no se encontraba muy bien, se miraba pálido y triste.
-- Ya llegué, tío Wu.
-- Ah, Qin Xuan, justo a tiempo. Vamos adentro, quiero que pruebes algo.
Lo condujo a la cocina, donde había tres pasteles en la mesa, perfectamente decorados y de apariencia apetitosa
.
-- Preparé estos. Son recetas nuevas, y quiero que las pruebes. Siéntate.Con toda amabilidad le sirvió de los postres y algo de chocolate dulce, y Qin Xuan probó de todos.
-- Qin Xuan, estoy contento de que vengas a la casa -- dijo el hombre con una sonrisa, mientras limpiaba las manchas de crema en la boca del joven.
-- Disculpe por no venir tan a menudo.
-- No necesitas disculparte, haces lo que puedes.
Luego de unos minutos, el chico repentinamete se sintió con mucho sueño y no pudo levantarse de su silla. La taza de chocolate en sus manos estuvo a punto de caer, y Jun Wu la sostuvo a tiempo para colocarla de nuevo en la mesa.
-- Mi pobre niño, debes estar muy cansado. Te llevaré a la habitación de Xie Lian para que descanses.
-- No, yo... debo irme. Tío Wu, me están esperando...
El rostro tranquilo de He Xuan esperando en el parque con sus ocultas ansias porque él volviera apareció en su cabeza, y quiso ponerse de pie aferrándose a ese deseo de verlo, pero cayó y ya no supo nada más. Cuando despertó, ya era de noche. Su cabeza dolía un poco. Se encontraba recostado en la cama de su amigo, cubierto con suaves colchas. Al lado, Jun Wu leía un libro, sentado en una elegante mecedora.
-- Tío Wu...
-- Ah, XuanXuan, ya has despertado. La cena ya está lista. Iré a servirla.
-- Tío... mi cabeza duele.
-- Ya veo, te traeré alguna medicina para el dolor. Espera aquí.
El cariño de Jun Wu no hizo dudar a Qin Xuan, ni darse cuenta del tipo de "medicina" que le daba en la comida o bebida.
-- Qin Xuan, quédate a dormir hoy. Ya es tarde.
Fue lo último que escuchó antes de volver a dormirse.
Cuando despertó, los rayos de sol que se filtraban en la ventana lastimaron sus ojos. Se dirigió hacia la sala. El adulto estaba sentado en la mesa, acomodando algunos archivos de trabajo. Quiso salir de la casa para llamar a He Xuan, pero al intentar abrir la puerta de entrada, se percató de que estaba cerrada.
-- ¿Eh?
-- Ah, Qin Xuan, buenos días. Acompaña al tío a desayunar, ya está servido.
La mirada de Jun Wu era alegre y su tono cálido. Qin Xuan sintió algo de pena por él. Probablemente se sentía sólo, y por ello no quería que se marcharse. Sonrió con lo mejor que tenía y acompañó al destrozado adulto a la mesa.
-Una profunda disculpa a He Xuan-.Llegó la tarde, y todo era tranquilo. Por fin se decidió enfrentar a Jun Wu y pedirle que lo dejara ir. El hombre bebía una copa de vino en su habitación.
-- Tío Wu, lamento molestarle, pero, debo irme ahora. Tengo cosas que hacer, y también quiero ver a Xie Xie.
-- ¿Te irás tan pronto?
-- ...
Jun Wu no cambió su expresión apacible cuando arrojó la copa a un lado, haciéndola pedazos. Qin Xuan se asustó.
-- Tío, ¿está bien?
El chico se precipitó a recoger los cristales antes de que los pisaran los pies de Jun Wu.
-- ¡No lo toques, Shi Qin Xuan!
Al escucharlo decir su nombre completo con cierto enojo, se estremeció, pero sus manos ya estaban cerca de los filosos pedazos, y ambas se pincharon y rebanaron con ellos, haciendo brotar sangre. Jun Wu nunca le había gritado de esa manera, ni le había dirigido esa mirada tan llena de rencor, por lo que la conmoción fue muy grande.
-- Perdón perdón, soy muy torpe. No se moleste tío Wu.
Los brazos del hombre lo jalaron para alejarlo, y dijo enloquecido.
-- Iré por cosas para tratar las heridas, no te muevas, no te acerques a los cristales ¿entendido?
-- ... Si
Cuando Jun Wu salió del cuarto, Qin Xuan dejó caer una lágrima de dolor y miedo, y como pudo corrió de ahí, para esconderse en la habitación al lado de la de Xie Lian, y tumbarse en el suelo, oculto detrás de la cama.
-- Xie Xie... tengo miedo...
En la soledad y el temor, se vio de nuevo como el pequeño niño de años antes, acurrucado en una esquina contanto los minutos esperando a alguien que lo abrazara y le dijera que no debía temer a la oscuridad de la noche.
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¿De Quién Es El Destino?
FanfictionJun Wu vive en Inglaterra tranquilamente al lado de su único hijo, Xie Lian; quien por cierto ya ha crecido para convertirse en un joven noble e inteligente. Sin embargo, en una mañana normal, ocurre algo que no se esperaba... JW: -- "¿Alguna linda...