Los platos humeantes con el desayuno recién preparado y la leche tibia con chocolate en la bandeja de San Lang eran conducidas al dormitorio de su príncipe. Daba pequeños brinquitos en cada escalera que subía, hasta que llegó y abrió la puerta.
-- Ge ge, le he traído el-
Sus manos casi dejaron caer la bandeja plateada, congelando su sonrisa.
-- Ge... ge.
Las piernas blancas de Xie Lian llevaban unas medias de fino encaje en tono blanco, una seductora pieza de listón envolviendo su entrepierna, una correa de felpa blanca en el cuello y un par de orejas de gato en su cabeza. Los muslos separados mostraban el rosado capullo ya humedecido y sus dos pequeñas esferas coloradas que se estremecían por la excitación. En una de las piernas había un moño de color rojo.
-- San Lang... no sólo te quedes ahí mirando... es vergonzoso.
El chico colocó la comida en una mesita y se acercó a la cama sin dejar de mirar la pieza de arte celestial sobre ella.
-- ¿Puedo tocar?
Las piernas de Xie Lian se abrieron más en respuesta.
-- Es tu regalo, por supuesto que puedes hacer lo que quieras.
Sólo así San Lang desabotonó su camisa. Con cuidado de no romper el delicado jade en la piel de su príncipe, rozó con sus dedos las medias inmaculadas hasta llegar al interior de sus glúteos. Xie Lian gimió tímidamente al sentir dos dedos jugando con su cuerpo.
-- Más...
La lengua de San Lang se deslizó por sus glúteos cálidos y suavemente los succionó.
-- Nhg, oh...
Se aventuró más al interior de ambos bollos y llegó al rosado capullo. Xie Lian se sobresaltó.
-- ¡No! Ahí es raro, San Lang~
Pero el joven no hizo caso y ultrajó el interior de su flor.
-- Sabe a durazno.
Las piernas de su alteza trataron de cerrarse, pero fue en vano.
-- Cuando me lavé y preparé, no me di cuenta de que el lubricante era de sabor hasta que leí la etiqueta.
-- Ya veo.
Se movió un poco de lugar y lamió las dos delicadas esferas de Xie Lian para luego meterlas en su boca en tanto su mano le daba atención a la delgada vara. El príncipe sucumbió al extremo placer y se llevó uno de sus dedos a los labios.
-- Ah, ahh... San Lang, yo quiero lamer el tuyo...
-- No.
-- ...
Las húmedas esferas temblaron al ser liberadas.
-- Este es mi regalo, así que quiero disfrutarlo al máximo y hacerlo como quiero. Es lo que Ge ge prometió ¿cierto?
-- Uh.
Al no poder quejarse, Xie Lian sólo pudo estremecerse al ser devorado por su novio, que se encargó de besar y lamer todo lo que quiso.
-- San Lang, métela, ya no aguanto.
Los adorables jadeos y la voz lujuriosa de su alteza endurecieron el miembro del demonio.
-- Vaya gatito más pervertido.
Con cuidado sostuvo a Xie Lian y lo sentó en su regazo. El duro falo palpitaba entre las piernas del bello joven, chocando con el del príncipe.
San Lang quitó el nudo de listón para removerlo de las caderas de su amado. Después de removerlo por completo, se quedó quieto ante la impaciencia de Xie Lian.
-- Eres cruel... yo, quiero que entre rápido. San Lang, voy a enloquecer si no la tengo dentro de mí. Por favor...
-- Si lo quieres, entonces dime San Lang Ge ge.
-- ¿Huh?
-- Dilo, y entraré en usted hasta el fondo.
Los rosados labios de Xie Lian se apretaron.
-- San Lang Ge ge... por favor, penétrame. Este gato lo quiere ya.
-- Bien, entonces voy a aparearme con este tierno gatito.
Elevó un poco las caderas de Xie Lian y enterró su pene erecto entre los dos bollos mojados con fluídos y lubricante.
-- Mmn~
Al sentir el gran trozo de carne tocar sus partes internas, Xie Lian ardió en placer. Tocó su estómago y sonrió.
-- Tan lleno~ lo siento golpear mi estómago.
San Lang lo abrazó y comenzó a bombear con fuerza, presionando los dientes y sonrojándose con dulce rubor.
-- Se siente bien Ge ge.
Xie Lian abrazó la cabeza de San Lang y lo besó.
-- Feliz navidad San Lang.
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¿De Quién Es El Destino?
FanfictionJun Wu vive en Inglaterra tranquilamente al lado de su único hijo, Xie Lian; quien por cierto ya ha crecido para convertirse en un joven noble e inteligente. Sin embargo, en una mañana normal, ocurre algo que no se esperaba... JW: -- "¿Alguna linda...