La cama crujió como si fuera a romperse por los movimientos y una sábana cayó al piso.
-- Ya- quítate de encima...
El miembro que palpitaba dentro suyo, sin embargo empujó aún más profundo. Su interior ardía al punto de casi sangrar.
-- Ugh.
Feng Xing tomó las caderas del otro y las levantó para continuar penetrándolo con fuerza, poniendo atención a que su pene violara a Mu Qing por completo. Al poner su mano cerca de los labios de Mu Qing para buscar una mejor posición, este le respondió con otra mordida que casi lo hace sangrar.
-- ¡Ouch! Eres un...
Su brazo lleno de mordidas y rasguños sostuvo a Mu Qing por el cabello y lo jaló hacia atrás; aumentando la velocidad de los ataques.
-- No... Fen- ya no puedo, correrme más... me voy a romper...
-- Voy a destrozarte si no cierras la boca. Y- no aprietes tanto...
Sus manos acariciaron los pezones y el pene ya mojado de Mu Qing, masajeándolo para hacerlo sentir mejor.
Mordió suavemente el cuello blanco y disfrutó de la sensación viscosa en el interior de ese hinchado agujero que se contraía con sus violentos ataques. El otro ya comenzaba a sentirse bien, y sus gruñidos histéricos cambiaron lentamente a dulces gemidos.
-- Ahh... más profundo, mmn... golpea ahí, justo ahí- ah~
El semen acumulado en sus muslos ya estaba haciendo espuma y se resbalaba por sus piernas. Los golpes en su trasero y el miembro que lo tomaba tan salvaje le producían una lujuria incontenible. Sus caderas se movían por su cuenta, pero sus dedos continuaban clavándose en Feng Xing para hacerlo sufrir. Ambos se corrieron y Mu Qing recostó la barbilla sobre su almohada en tanto respiraba pesadamente. Feng Xing besó su espalda cubierta de chupetones.
-- Date la vuelta.
-- No quiero, acabaste con mis fuerzas, estúpido. Te dije que sólo serían dos veces, y no hiciste caso.
-- Es por que eres muy débil. Vamos, no puedo llegar a tu cara si estás así.
-- ...
Los dos se sonrojaron, pero Mu Qing se giró boca arriba para estar frente a frente con Feng Xing.
-- Ya está. Date prisa.
Sus labios se acercaron felices y deseosos, pero apenas lograron sentir su temperatura y textura antes de que la puerta del dormitorio se abriera.
Alguien entró y se pasó de largo directo al escritorio; arrojándoles dos paquetes de galleta con helado.
-- Chicos, recibí un mensaje del tío Mei. Xie Lian va a festejar el cumpleaños de su hijo y quiere que estemos ahí con ellos en Inglaterra. Mañana llegará uno de sus aviones privados para recogernos en su mansión. ¿Es genial cierto? El tio Mei es asquerosamente rico; quiero pediré prestado su deportivo rojo para pasear con algunas amigas. Su camioneta gris tampoco está mal. ¿Chicos?
Uno de los empaques aterrizó en la cabeza de Feng Xing, el otro golpeó a Mu Qing en el abdómen desnudo. Los tres quedaron en silencio, antes de que Pei Ming les sonriera y se volteara hacia la ventana para abrirla. Sus movimientos lentos.
-- No sean tan pesados, sorprenderme así seis de cada diez veces que vengo a su casa para visitarlos. Trátenme bien diablos. Soy un pobre hetero en desgracia.
Mu Qing le gritó.
-- ¡Entonces no entres sin avisar!
-- No me gusta esperar a que me abran la puerta, para eso obtuve una copia de sus llaves. Además mírense a sí mismos, parece que están peleando a muerte; todos llenos de moretones y rasguños. ¿Tienen sexo o intentan cometer homicidio? Elijan de una vez. Al menos ahora lo hacen en una cama y no en la cocina... ya es un progreso.
-- ¿Qué caraj-
-- Bueno bueno, vamos a jugar. Traje mucha comida chatarra, alcohol y videojuegos. Cancelé tres citas por ustedes amigos, incluso sacrifiqué dos horas con la linda Xiao Yun con tal de venir aquí. Voy a encender la pantalla, ustedes pónganse ropa y traigan vasos. Y pónganse algo de perfume, apesta a sexo aquí.
Feng Xing y Mu Qing se miraron el uno al otro desconcertados, resignándose a buscar su ropa en el piso. Su momento de romanticismo fue interrumpido y no podían discutir con el culpable, o terminarían verdaderamente humillados. Feng Xing abrió la bolsita de su bocadillo que le fue arrojado en la cabeza y probó un mordisco. Al menos el sabor dulce y la consistencia fría sirvió para aliviar su urgencia por continuar poseyendo a su pareja.
-- Al menos trajo comida.
Mu Qing le arrebató la galleta fría y mordió justamente en donde él lo había hecho primero, para luego dárselo.
-- ¿Qué tienes? Hay uno para tí, tu cerebro debe estar mal.
-- Ya sé que hay uno para mí, tonto.
-- ¿Ha?
-- Sólo... quería probar del tuyo.
El lugar en donde se celebraría el cumpleaños del pequeño sería en la mansión de San Lang en Inglaterra.
Aquella que en un principio lucía solitaria y hasta tenebrosa, ahora estaba llena de vida y risas de niños. Las paredes fueron pintadas de colores claros, con fotos de la familia colgadas en los pasillos, y decoradas con flores de aroma agradable, figuras de porcelana y un jardín limpio, lleno de arbustos y árboles de flores. Por dentro, los muebles estaban perfectamente acomodados; la limpieza era excelente y daba una sensación reconfortante.Cuando los tres amigos llegaron los recibió una fila de empleados que les ayudó a ponerse cómodos y llevar su equipaje a sus habitaciones.
-- Vaya que Xie Lian consiguió un buen pez gordo ¿eh? Es el rey de esta casa tan grande y linda.
-- Cállate. Tú te la pasas gastando dinero en mujeres, por eso no logras ahorrar.
-- ¡Chicos!
Su alteza los vio llegar y bajó las escaleras rápidamente con el niño en la mano, su rostro lleno de emoción.
-- Xie Lian, cuanto tiempo.
Los cuatro se apretujaron en un abrazo que incluso levantó de puntitas a Xie Lian.
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¿De Quién Es El Destino?
FanfictieJun Wu vive en Inglaterra tranquilamente al lado de su único hijo, Xie Lian; quien por cierto ya ha crecido para convertirse en un joven noble e inteligente. Sin embargo, en una mañana normal, ocurre algo que no se esperaba... JW: -- "¿Alguna linda...