Cap 2

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Jun Wu no podía creer lo que escuchó. Sintió por primera vez unas ganas inmensas de golpear su cabeza en la pared, gritar y correr como un loco alrededor del vecindario para rogarle a los dioses que desataran una potente tormenta eléctrica que acabara con él y con su angustia. No obstante, se mantuvo sereno. Xie Lian por fin levantó la mirada hacia su padre, en espera de palabras repulsivas o algo peor. Las manchas rosadas en sus mejillas y sus ojos brillantes relucían con la luz del Sol.

-- ¿Como se llama? -- Jun Wu dijo esto y rápidamente bebió un sorbo de su taza. El joven se puso aún más rojo, como si las palabras que estaba a punto de decir fueran tesoros.

-- San... Lang.

El escuchar el nombre de la persona que le robaba a su hijo, repentinamente se sintió mareado, y por su cabeza seriamente pasó clara la idea de azotarse contra la pared.

-- Xie Lian, ehm... ¿no crees que es un poco apresurado para... tu sabes, eres un chico excepcional y... -- Realmente no era ese el punto, no podía llegar a donde quería. Era inaceptable -- ¿Es mutuo? ¿Qué tal si no es seguro? El podría...

-- Padre -- interrumpió Xie Lian con cierto tono de irritación, intentando expresar sus ideas lo mejor posible -- No es una mala persona. -- a partir de aquí, relajó su voz, y sonrió levemente -- a veces no sé que es lo que piensa, y puede parecer algo temerario o curioso; pero, aun así pudo ver cosas de mí que nadie mas ha visto. También confía en mí y nunca me ha dejado solo, no importa si le digo que no pasa nada, él siempre lo sabe. Él es-

-- ¡Inaceptable!

Fue lo único que gritó el padre. Las palabras realmente eran filosas, y atravesaron el corazón de su hijo.

Los ojos de Xie Lian mostraban impresión, su rostro palideció y sus labios vacilaron ante la respuesta de su padre quien, dándose cuenta de lo que había hecho, sólo sintió arrepentimiento. Suspiró y se levantó de la mesa, y conteniendo unas ganas inmensas de escapar, apoyó la cabeza del chico sobre su pecho, acariciando su lacio y castaño cabello.

-- Xie Lian, eres mi único hijo, entiéndeme un poco ¿quieres? No me gustaría verte afligido alguna vez por culpa de otra persona, eres un buen chico y otros podrían aprovecharse de eso. Recuerda lo que pasó con tu madre, ella...

-- Ella tuvo lo que merecía.

Jun Wu no pudo continuar. Sus piernas temblaron al recordar.

-- Tu le advertiste, le rogaste que se quedara con nosotros, porque la amabas. Pero se fue. Y ahora viertes ese miedo en mí. ¿No es así papá?

El hombre aferró aún más la cabeza de su hijo a él, y quiso llorar por el pasado. Estaba a punto de decir algo que no quería, pero sonó el reloj.

-- Debes irte Xie Lian, se te hará tarde para ir a la universidad. Dile a Qing Xuan que venga a visitarnos pronto. Les prepararé una buena cena.

Xie Lian lo miró compasivamente, como adivinando lo que su padre sentía; era muy perspicaz. Le dedicó una sonrisa.

-- Le diré. Pero tendrás que cocinar mucho. Él devorará cualquier cosa que prepares.

El ambiente volvió a ser fresco. La tensión desapareció. Xie Lian se agachó un momento para acariciar a Ruoye, su mascota que movía alegremente su cola, y salió. Jun Wu cayó pesadamente en la silla y tomó un descanso.

-- Querida, nuestro hijo es igual de terco que tú.

¿De Quién Es El Destino?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora