Ese pequeño cuarto que usaban como guarida se inundó de vapor y olor a sexo. Feng Xing se introducía lentamente en el interior de Mu Qing con mucho esfuerzo. El dolor se reflejaba en el gesto lastímero de su rostro y en sus ojos llenos de lágrimas sin derramar.
-- Ugh, duele... duele mucho.
El lugar donde se conectaron estaba hinchado en su totalidad, y debido al objeto grueso que trataba de entrar, un hilo de tono rojizo brillante se deslizaba entre sus muslos. Feng Xing también sentía dolor al estar atascado en el estrecho hoyo, y mordía su labio para entretenerse.
Se dieron cuenta, perder su virginidad resultaba doloroso, a pesar del juego previo y de la lubricación de Mu Qing. Al no poder entrar más, Feng Xing se puso ansioso. Por otra parte, el joven bajo él parecía sufrir mucho.
-- Mu... Qing, ah, lo voy a sacar.
Se dispuso a salir, pero unas manos suaves y desesperadas buscaron su cara, y sostuvieron sus mejillas. Mu Qing lo condujo cerca de él y entre lágrimas de dolor lo besó, enredando su lengua.
-- No lo saques... vamos hasta el final.
Sus labios eran un lío. El que estaba arriba volvió a moverse hacia dentro, sujetando el pene de Mu Qing para estimularlo más. La sangre y los fluídos hicieron resbaladiza la zona íntima violentada, hasta que fue fácil empujar todo el camino.
-- Idio... ta, ah, mngh, ow~
Los gemidos comenzaron a escucharse, al igual que los sonidos de "clap" cuando sus cuerpos chocaban. Mu Qing soltaba su voz en respuesta al dolor y el placer que sentía mezclados; su miembro ya erguido soltaba líquidos sexuales.
Bajo el control de las sensaciones que los volvían locos, Feng Xing sostuvo las caderas del otro, abriendo sus blancas nalgas todo lo que podía, y se metió más profundo.
-- Haaaa, no, mi estómago... me voy a romper...
Pero Feng Xing ya no escuchaba, sólo seguía embistiendo el rojo agujero con fuerza. Se abrazaron mientras llegaban a su límite.
-- No- no te corras dentro... te mataré si te corres dentro, ten~
Soltó un grito ahogado, al percibir un líquido distribuirse en su interior. Tuvo miedo y luchó para alejarse, pero Feng Xing sostuvo sus brazos y lo obligó a recibir su cálido semen.
-- No, no, no... ¡ah! No quiero...
Él también se vino, y ambos se desplomaron. Cuando el miembro salió de su interior, los fluídos blancos y rojos se asomaron en la entrada, cayendo sobre los glúteos. Se miraron fijamente una vez más. Ambos jadeaban cansados, el sudor bañaba sus cuerpos, y se presentaba un dolor punzante, pero dentro de sí estaban felices y satisfechos. Al instante, la puerta se abrió y se cerró veloz.
-- Chicos, aquí hace mucho calor...
Pei Ming los miró con la boca abierta, tratando de asimilar la situación. Los dos también lo observaban, esperando gritos de pánico o una burla, pero el joven sólo caminó donde estaba el control en la mesa.
-- Uh, bueno, voy a encender el aire acondicionado... o se van a derretir.
Dejó el aparato de nuevo en la mesa, y volviendo a mirarlos, les sonrió.
-- Voy a... salir un rato. Tengo una cita, eh, tómense su tiempo. Limpien todo cuando terminen. Hasta luego.
Dicho y hecho, salió por la puerta y nada más. Confusión albergó el lugar. Sin embargo, los dos estaban cansados, y se tiraron en el suelo de la pequeña cocina de nuevo.
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¿De Quién Es El Destino?
FanfictionJun Wu vive en Inglaterra tranquilamente al lado de su único hijo, Xie Lian; quien por cierto ya ha crecido para convertirse en un joven noble e inteligente. Sin embargo, en una mañana normal, ocurre algo que no se esperaba... JW: -- "¿Alguna linda...