¿De Quién Es El Destino?

Cap 14

Siendo francos, Xie Lian ya tenía la idea de que San Lang no era un verdadero ángel, y que se traía algunas perversas intenciones; pero no todo lo que relató Qin Xuan. Su rostro se mostró en verdad sorprendido cuando detuvo su agarre en el estómago de su amigo, quien al fin pudo respirar correctamente.

-- ¿Qué harás con esa información?

-- No hare nada, por supuesto.

Qin Xuan se frotó la barbilla, intentando tomar un aspecto inteligente -- Bien, ya no diré más acerca de eso, aún así, deberías pedirle una disculpa a ese niño y dejar que entienda bien las cosas. Tú sabes, para evitar problemas futuros.

-- Lo pensaré.

Ambos se pasaron el día encerrados en esa habitación, comiendo golosinas y jugando carritos hasta que anocheció, y Jun Wu los arrastró fuera para cenar. Al cabo de una hora, el reloj de la pared marcó las nueve, y como poseído por una fuerza demoniaca, Qin Xuan se disparó hacia arriba.

-- ¡Tío Wu! Disculpe la molestia, pero debo irme.

-- Oh, creí que hoy dormirías en casa con Xie Lian. Incluso preparé tu pijama.

-- Mmm, lo que pasa es que... me están esperando.

Jun Wu también saltó de su asiento. Xie Lian se sorprendió con los dos brincos.

-- Dime eso primero tontuelo, ve, ve. La señorita no debe esperar. Hijo -- levantó al único sentado -- acompaña a Qin Xuan por la cuadra.

Una vez fuera, ambos respiraron de alivio.

-- Así que te están esperando.

-- Si... lo olvidé. Dijo que esperaría por mí a las nueve cerca de tu casa.

-- Ya veo.

Al llegar al lugar; un parque iluminado sólo por la luna, en efecto, He Xuan lo esperaba con una caja de algo que parecían chocolates en la mano. Sin embargo, tampoco estaba sólo.

Sin duda alguna, el cuerpo esbelto de San Lang resaltaba en la oscuridad del parque, con la piel blanca y sus ojos brillantes, haciendo juego con la sudadera color carmín y el cabello recogido con elegancia. Xie Lian no pudo evitar admirar la belleza del chico, y sonrojarse sin darse cuanta. Todo ello fue analizado por San Lang.

-- ¡XuanXuan!

Qin Xuan se abalanzó hacia su pareja, restregando sus mejillas y rodeándolo con sus brazos. He Xuan sonrió débilmente, pero acto seguido le golpeó la cabeza, usando poca fuerza y empujando la caja al pecho del atacado.

-- ¿Para mí? Gracias.

Se volteó hacia San Lang mientras tomaba a Qin Xuan del brazo.

-- Nos vamos ahora. No causes alboroto y pórtate bien.

San Lang le hizo una mueca de desprecio, y no prestó atención cuando se alejaron. En cambio, suavizó su expresión para Xie Lian.

-- Buenas noches.

Xie Lian aún estaba un poco abrumado con la atractiva persona frente a él, lo que le permitió a éste acercarse y deslizar uno de sus pálidos dedos en su rostro.

-- Usted debe tener frío.

-- Uh, no demasiado.

Se esmeró en sonar distante, y hacer que San Lang se retirara, sobretodo al recordar aquellos "datos interesantes" que le dio Qin Xuan.

-- Jeje, parece que ha visto un fantasma.

Xie Lian levantó su vista para mirar los ojos del alto chico y quedar enamorado de nuevo. San Lang vio una oportunidad en eso y se acercó para lamer los labios rojos de Xie Lian, que reaccionó y lo apartó como pudo.

-- Deja de burlarte por favor.

El rostro de San Lang se oscureció ligeramente.

-- ¿Crees que me estoy burlando de ti?

-- Lo haces. También quiero que dejes de espiarme y acercarte a mí como ahora. Ya no quiero tener nada que ver contigo. Eres muy inmaduro.

Lo último sonó como un susurro. Xie Lian sentía arder su pecho con cada palabra que decía. San Lang no dejaba de mirarlo.

-- Entonces ge ge, haré lo que me pidas, siempre y cuando sea lo que en verdad quieres.

Su mano levantó con delicadeza el mentón del otro que se había escondido -- pero dímelo sin hacer esa cara o no lo creeré.

Los ojos de Xie Lian brillaban por la humedad que fluía, sus dientes se apretaron mientras temblaba y sus cejas se tensaron.

-- Aléjate de mí... por favor.
San Lang apartó su mano y la escondió en su espalda. Dejó de sonreír.

-- Si ese es tu deseo, entonces lo cumpliré. Antes de irme, ge ge, quiero disculparme con usted. Fui atrevido e imprudente, y me acerqué de forma egoista sin tomar en cuenta los problemas que le causaría.

Se dio la vuelta para marcharse, pero se detuvo en seco -- Y... que ge ge sepa; que cada palabra que le dije, y cada cosa que hice, por más mínimo, tenían dentro mis vedaderos sentimientos hacia usted. Y a pesar de todo, nunca cambiarán. Los llevaré conmigo siempre.

-- ¡San Lang! -- gritó Xie Lian para que se detuviera. Sus lágrimas ya brotaban incontrolables, pero sus piernas no le respondían -- Espera... yo, yo...

Sin embargo, San Lang no se detuvo. El color rojo de su ropa desaparecía entre los senderos del oscuro lugar. Quería seguirlo, correr tras él y disculparse. ¿Porqué quien se disculpó primero fue San Lang y no él?

Simplemente se portó como un idiota e hirió al muchacho de la sonrisa que tanto adoraba ver, y ahora se había ido. Se agachó donde estaba y sin poder aguantar más, rompió en llanto como un niño pequeño, y con sus manos se cubrió el rostro.

Desde un extremo del parque, entre algunos arbustos gruesos Jun Wu observaba. Bajo el deseo de ver a la novia de Qin Xuan, decidió seguirlos, pero lo único que vislumbró fue a su hijo junto al enemigo, primero tratando de alejarlo con palabras crueles, luego llorando para que se quedara. No pudo evitar sentir dolor por su hijo, y puso su esfuerzo en no acercarse para abrazar a su hijo y protegerlo de lo demás.

Más tarde, Xie Lian entró a la casa. Jun Wu había llegado desde antes para aparentar no saber nada.

-- Hi- hijo, tengo algo de pastel ¿quieres un poco?

Xie Lian se detuvo. Sus ojos vacíos e hinchados se perdían. Caminó rápidamente hacia su padre y lo abrazó. Jun Wu de inmediato lo envolvió en sus brazos y llenó con suaves besos su cabeza.

-- Padre... yo, le fallé a alguien.

Jun Wu guardó silencio y no lo reprendió, tuvo ganas de llorar también.