-- ¿Te gusta mucho? -- preguntó Qin Xuan a su amigo durante el almuerzo, saboreando su comida -- cortesía de Jun Wu --. Xie Lian era claro siempre con lo que pensaba, pero esta vez no pudo.
-- No me gusta.
-- ¿Entonces?
-- ...
Este momento era diferente. No podía ser honesto consigo mismo. Era verdad que no le gustaba San Lang, porque sentía más que eso. ¿Amor? No. Resultaba imposible. ¿Cariño? Mas creíble. Su alma esta revuelta ahora mismo. Pero, ¿que era lo que sentía San Lang por él?
Qing Xuan pudo adivinar qué atormentaba la calma lluvia dentro de su amigo.
-- Si no sabes que es lo que siente por ti, después del tiempo que han pasado deberías preguntarle. Eso tal vez resuelva tus propias dudas XieXie.
-- Tienes razón -- Xie Lian al parecer se motivó al encontrar un buen consejo. Ayudó a Qin Xuan a quitar las fresas de su tarta (las odia), y se prometió a sí mismo preguntarle a San Lang sobre sus sentimientos.
A simple vista, San Lang parecía alguien inaccesible, que no le interesaban muchas cosas en la vida. Por ello tal vez le resultaba un poco difícil pensar en cuestionarlo sobre cosas románticas.
Ya hacían dos meses desde que comenzaron a hablar, y sólo en ese pequeño lapso de tiempo ya se trataban como si hubiesen estado juntos desde la infancia. Era cómodo hablar con él, sentir su cercanía y verlo sonreír. Como si la luna se posara sobre las pestañas del joven hermoso, y fuese la única luz existente en el lago oscuro. Como si sus almas se conectaran desde hace siglos.
Sin embargo, a pesar de que pasaba por un momento feliz, estaba preocupado por su padre.Desde que conoció a San Lang, decidió guardar el secreto a Jun Wu y que solo Qing Xuan se enterara, exactamente porque sabía cómo iba a tomarlo. Eso era parecido a la traición, o así lo creía Xie Lian, pero no quería lastimar a su papá. ¿Será cierto que el amor es el barco capaz de nadar sobre cualquier marea?
Las clases por fin terminaron. Xie Lian se estiró un poco para relajarse pero estaba ligeramente agitado. Salió lentamente del salón, dirigiéndose al lugar donde sabia que encontraría a San Lang. Qin Xuan se retiró antes, ya que sabía lo que su amigo planeaba hacer, y no quería importunar. Además, quedó en verse con "alguien" terminando la escuela.
Cuando Xie Lian llegó al pequeño jardín detrás del campus, el cielo ya estaba listo para terminar con el crepúsculo de la tarde, iluminando sólo la mitad de aquel asfalto, dejando una densa sombra bajo el sauce donde él y San Lang pasan su tiempo, tan ilusoria que parecia la división entre dos cielos distintos. Una escena digna de ver. No obstante, al vislumbrar la silueta del joven, se dio cuenta que no estaba solo. Lo acompañaba otro chico.
A pesar de la visión poco confusa, pudo ver que el acompañante era parecido en altura a San Lang, con semejante aire misterioso, la diferencia era su postura y expresión seria, poco simpática, aunque sin duda apuesto.
-- San Lang... -- habló Xie Lian, discretamente. Un sentimiento desconocido para él punzó en su pecho.
El mencionado al instante volteó para verlo, y con su singular voz llamó enérgicamente "Ge ge", olvidando a la persona que tenía a su izquierda, quien pareció disgustarse, y sin más, se retiró del lugar.
-- ¿Sucede algo Ge ge? Te ves raro hoy.
-- Eh, no. De hecho, San Lang, quería preguntarte algo.
San Lang abrió más sus ojos, sonrió inocentemente y se quedó quieto, esperando impaciente. Xie Lian no sabía como empezar, ni que decir... todo era nuevo para él.
-- San Lang... tú... ¿qué es lo que sientes por mí?
El sol ya había caído. Las estrellas aparecían en el cielo, iluminando la noche. La sonrisa de San Lang desapareció. Tan rápido como la tormenta y tan suave como el rocío, sujetó a Xie Lian del brazo y ambos cayeron en el verde pasto, éste último siendo presionado sobre la hierba.
-- Ge ge, ¿en verdad quieres saberlo? Bien, lo tatuaré en tus labios para que nunca lo olvides.
Su rostro se acercó al de Xie Lian, y sus labios tocaron los suyos, tan suaves como pétalos.
Temblorosas flores carmesí compartieron su aliento. Una sensación húmeda y dulce probaron ambos, indiferentes a la situación y reacios a separarse.
Xie Lian no tenia idea de lo que sucedía entre sus bocas, pero su corazón honestamente anhelaba permanecer ahi por la eternidad. Posó sus brazos alrededor del cuello de San Lang y rogó por más. Ahora el polvo nocturno bañaba dos sombras unidas; todas las dudas se despejaron, el beso tan profundo como era posible, desatando impuros e inmortales deseos. San Lang se separó por un momento para mirarlo a los ojos.
-- Ge ge... No, Xie Lian. En verdad te amo. Desde siempre te he buscado --trazó con sus delgados dedos su perfíl decorado con un brillante rubor -- eres mi único tesoro.
Xie Lian sonrió. Con tan sólo unaa palabras, ya no había rastro de incertidumbre. Y mientras San Lang tocaba su rostro, él depositó un beso en esa fría mano.
-- Ya lo entendí muy bien, San Lang. Ahora... podemos continuar ¿por favor?
-- Como ordenes, ge ge.
Y así, el cielo nocturno fue testigo del renacimiento mismo de un sentimiento milenario.
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¿De Quién Es El Destino?
FanfictionJun Wu vive en Inglaterra tranquilamente al lado de su único hijo, Xie Lian; quien por cierto ya ha crecido para convertirse en un joven noble e inteligente. Sin embargo, en una mañana normal, ocurre algo que no se esperaba... JW: -- "¿Alguna linda...