Tan sólo segundos después, Xie Lian yacía recostado en una mesa alta, cubierta con la chaqueta de San Lang para evitar que se ensuciara. Su pálido y ligero cuerpo estaba siendo desnudado, prenda por prenda, hasta ser completamente expuesto ante los ojos lujuriosos del chico. La vergüenza vino de repente.
-- San Lang, no tenías que quitarlo todo.
-- Era necesario -- dijo el chico sonriendo -- Así podré saborear a Ge ge por completo.
Dicho esto, acomodó algunos mechones de su cabello detrás de su oreja y se acomodó arriba de Xie Lian, sus manos eran imparables y lucía realmente desesperado. Su lengua probó el cuello hermoso de su amado, dejando rosadas marcas. Luego, se deslizó hacia sus colorados pezones, se los llevó a la boca y succionó, causándole a Xie Lian espasmos.
-- ¡Ah! Se siente... mnh, ah, es extraño.
Al momento, su pene ya estaba ligeramente duro, y de él brotaba un líquido blancuzco que se extendía hacia abajo.
-- Que alivio saber que se está sintiendo bien.
San Lang dejó de lamer los pezones ya un poco hinchados, y bajó hacia las caderas de Xie Lian dejando un camino de besos y marcas. Cuando llegó al lugar escurridizo y tembloroso, sujetó la punta con sus dedos y masajeó el glande sin piedad, casi tratando de entrar en la uretra.
-- Esta parte de Ge ge es demasiado hermosa. Su color es tan adorable...
Bajó la cabeza, pretendiendo probarla con su boca, pero Xie Lian no soportó la vergüenza y detuvo su movimiento.
-- ¡No! Eso es demasiado, está mal.
-- Jeje -- rió San Lang tomando la mano y mordiendo con suavidad los dedos -- le haré cosas mucho más sucias, esto no es nada.
Sin dudar puso su lengua en el pequeño orificio de la punta, saboreando el presemen, y Xie Lian se estremeció, soltando más sensuales gemidos.
-- San... Lang, haa... me gusta, mmn~~
Al ver su reacción excitada, el joven hundió su rostro entre las piernas de Xie Lian, mientras sus manos seguían explorando el cuerpo virgen y puro de su príncipe.
La parte íntima de Xie Lian era bastante agraciada. Su pene de color pálido rosáceo, delgado y de tamaño mediano, y sus muslos suaves y bien formados, daban una vista tentadora a quien lo viera.
San Lang parecía disfrutar de su sabor, lamiéndo y succionando ese espacio, su mano izquierda merodeaba los bellos glúteos y rozando el discreto agujero que estaba entre ellos.
-- Mmn, es suficiente, sácalo de tu boca o...
-- ¿Ó? -- se burló San Lang mientras usaba su mejilla para molestar el miembro del joven.
-- Ugh... ah~, voy a correrme de nuevo.
Sin pensarlo, Xie Lian se contrajo con fuerza y al sentir el placer a punto de estallar de nuevo, sujetó la cabeza del otro y la empujó más profundo. San Lang permitió que lo ultrajaran de esta forma y tragó todo lo que recibió del muchacho.
-- Uh, San Lang... lo siento, se sentía muy bien... ¿te he lastimado?
Recobrando la consciencia, se incorporó alarmado y sujetó las mejillas de San Lang para levantarlo, éste todavía saboreaba algo dentro de su boca, y habló lastímeramente.
-- Ge ge fue rudo conmigo, mi garganta dolió.
-- Ya veo, perdón, perdón. No lo volveré a hacer.
Masajeó las mejillas del más joven, sintiéndose en verdad muy culpable, el cual tarareaba una canción mientras era atendido con sumo cuidado. De repente, al mirar hacia abajo, se dio cuenta de algo.
San Lang estaba completamente duro. Y en realidad parecía demasiado grande. ¿Se estuvo conteniendo todo este tiempo sólo enfocándose en complacerlo a él? Tal vez dolía ahora mismo.
Xie Lian se sintió todavía más culpable, así que besó con dulzura los labios del chico sin importarle dónde habían estado antes, y se bajó de la mesa, para colocarse en el suelo, entre las piernas de San Lang.
-- Ge ge...
-- No te... muevas. Es mi turno.
San Lang se sorprendió tanto que dejo escapar un leve gruñido.
-- No es necesario, déjalo así o vas a ensuciarte.
Pero Xie Lian ya no lo escuchó.
Xie Lian era inexperto en estas cosas, por lo que dudaba en momentos. El miembro de San Lang era incomparable, de tamaño grande y grueso, color opaco y la punta rosada, con venas sobrasaltando; lo que hizo que se pusiera más nervioso.
Pero a pesar de todo, quería que sintiese algo de placer, al igual que lo sintió él, y se comprometió a hacer un buen trabajo. Sujetó el magnífico sable y lo frotó en sus manos con sumo cuidado. Al tacto, se hizo más duro.
-- No se si lo estoy haciendo bien, así que si está mal, házmelo saber.
Cuando levantó la vista para recibir aprobación, vislumbró el rostro más bello de todos, con una expresión jadeante y lujuriosa, y sus mejillas pintadas de un lindo tono rosa. Xie Lian se conmovió ante la vista, y pensó que era en verdad tierno; soltó un ligero "jeje", y sonrió con la amabilidad de un viejo.
-- San Lang, siempre pareces tan imperturbable, pero justo ahora luces muy lindo avergonzado.
Sus dos manos deslizaron el prepucio y envolvió la punta con su boca, concentrado en darle atención con su lengua en las partes que creía sensibles, después trató de meter aquel falo mas profundo en su garganta; pero vaya que era muy grande, y no cabía por completo. A pesar de lo difícil, sus labios lo rozaban y su lengua lamía cada rincón, probando por primera vez el sabor amargo del presemen. San Lang, por su parte, al ser atendido por su amado Xie Lian, había perdido todo su autocontrol y ahora gemía suavemente, acariciando las mejillas abultadas del otro, para sentirse a sí mismo dentro de una húmeda boca.
Pero por distracción de Xie Lian, sus dientes apretaron un poco el glande del duro miembro, sin causar daño, pero inevitable.
-- ¡Auch!
Xie Lian se alejó al instante de escuchar a San Lang.
-- Lo siento, lo siento mucho. Te lastimé de nuevo, soy demasiado torpe con estas cosas.
-- Ge ge, termina lo que estabas haciendo.
Con delicadeza, San Lang llevó a Xie Lian de nuevo hacia su miembro, que estaba completamente duro.
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¿De Quién Es El Destino?
FanficJun Wu vive en Inglaterra tranquilamente al lado de su único hijo, Xie Lian; quien por cierto ya ha crecido para convertirse en un joven noble e inteligente. Sin embargo, en una mañana normal, ocurre algo que no se esperaba... JW: -- "¿Alguna linda...