Progresos, dudas y la cárcel

58 11 2
                                    

He estado nerviosa todo el día, sé que Ethan va a ganar. Jane y yo vamos al Sta. María, el hospital donde me atendieron aquella noche terrible, le he dado muchas excusas a Hill con los exámenes y me ha amenazado con buscarme en cada registro de cada hospital si no le llevo los estudios.

—Estás haciendo lo correcto —me dice Jane cuando subimos a mi auto con los estudios que me realizaron.

—Lo sé. Me ha servido la terapia con la doctora Clark, aunque no le he hablado de esa noche...

—Toma tiempo Ken. Vas de maravilla, Ethan me ha dicho... —se detiene de inmediato y cierra los ojos como si acabara de cometer la peor equivocación de su vida.

—¿Ethan? ¿Cuándo has hablado con él? —Miro a Jane y ella se ruboriza, niega con la cabeza—. ¿Jane? —Le digo con seriedad—. ¿Cuándo has visto a Et?

—Lo vi una vez saliendo de su oficina —comienza Jane—, lo alcancé y me llevó a mi casa. Le pregunté por ti y fue todo ¿estás molesta? —Me pregunta con mucho temor, y siendo sincera conmigo debo admitir que me molesta un poco que ni él ni ella me lo hayan mencionado, pero supongo que no lo vieron necesario.

—No, para nada —pongo el auto en marcha—. Sólo se me hizo un poco extraño que ninguno lo mencionara es todo.

Continuamos hablando en el camino, hay muchas cosas que me he perdido. Los profesores no paran de preguntar por mí, Camile se ha conseguido a una nueva chica que molestar, pobrecilla.

—Me he intentado acercar a ella para ayudarla, pero no me escucha. —Jane está muy preocupada y para ser sinceros yo también.

—¿Cómo se llama? —Saco mis lentes de la guantera y me los coloco, ya me han regañado por no usarlos y me han tenido que subir la graduación.

—Kathy, la he visto saliendo con Charles —Jane se encoge de hombros—, ¿a quién le importa ya él?

—¿Por qué dices eso? ¿Ha pasado algo con Chris? —Jane se queda callada por un instante.

—No te lo dije porque no quería estresarte, pero Charles ha estado preguntando mucho por ti, no para de acosarme todo el tiempo contigo. Le he dicho que qué le importa, pero insiste e incluso me invitó a salir con él —Jane rueda los ojos y continua–, creo... —hace una pausa.

—¿Qué crees Jainie? —Me está carcomiendo la curiosidad.

—¿Cómo me dijiste? —Jane luce un poco consternada.

—Jainie –repito confusa—, si te molesta puedo decirte Jane como siempre.

—No, no me molesta, me recordó a alguien es todo. —¿A alguien? ¿A quién?—. En fin —continúa—, creo que Charles tuvo algo que ver con lo que te ocurrió esa noche... —freno bruscamente y los conductores me tocan el claxon como locos—. ¡Kennedy!

—¿Por qué crees eso? —Ignoro sus quejas y vuelvo a poner el auto en marcha.

—Pues él me entretuvo toda la noche y las siguientes semanas me ignoró hasta que no volviste, así que, ¿Por qué me preguntaría por ti ahora? —Tiene mucho sentido todo eso—. Arthur siempre está rondando tus clases, lo he visto. Además, se la pasa discutiendo con Camile. Lucen asustados —una sensación de bienestar y placer me recorre el cuerpo.

—¡Qué maravilla! —Sonrío—. Les dije que tenía pruebas de que él me había violado. Mira ahí venden malteadas, muero por una y Rita no está para vigilarme.

—Kennedy —empieza Jane, ya sé a dónde va esto.

—¿Quieres una? —Me bajo del carro y Jane me sigue—. Una de fresa por favor.

Por favor, regresa y quédateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora