-Hola, Jungkook.- Sonrió con amabilidad y por algún motivo el pelinegro se sintió mucho más seguro.
-¿Estuviste observando todo el tiempo?-
Leyn asintió con la cabeza y pudo ver el rostro del chico, tan molesto e indignado como un adolescente triste podía estarlo. Leyn se veía curiosamente reflejado en cada acto de Jungkook.
-¿Por qué no la ayudaste?- Su ira le raspo la voz pero ni siquiera lo notó y la molestia aumentó cuando Leyn solto una pequeña risita como respuesta.
-Tranquilo.- Calmó Leyn al mismo tiempo que salía de su escondite en la oscuridad y Jungkook pudo notar sus ojos azules que resaltaban entre la piel tan blanca. -Cada movimiento que hago esta calculado, Jungkook.-
-No puedo creerte.- Escupió como repuesta.
Leyn volvió a sonreír aunque esta vez Jungkook no lo vio hacerlo porque se dedicó a observar a Rose mientras dormía, pensando en cómo alguien podría resistirse a salvarla.
Jungkook con suerte podía dejar de mirarla desde el día en que la vio luchar contra un licantropo, al principio había pensado que era por lo irritable de su poder, pero a verla tan herida entendió la admiración que le causaba aquella chica con una aura tan extraña y atrayente.
No podía dejar morir algo tan hermoso.
-¿No vas a tocarme para acabar con el juego?- Preguntó Leyn al acomodarse a un solo metro de distancia de Jungkook, ambos en el suelo observando al resto del equipo negro dormir.
-No creo poder hacerlo solo.- Confesó y se sorprendió así mismo de la sinceridad que estaba teniendo. Leyn volvió a reír como repuesta. -Pensé que eras un inútil.-
-Me alegra que esa oración esté en pasado.-
-No te creas.- Interrumpió el pelinegro, pero la felicidad y emoción de Leyn no tenía retorno. -Aún creo que mi profesora es mucho más genial que tu.- Jungkook admiraba a Saran.
-Oh, lo es.- Confesó totalmente seguro de lo que decía, porque en los ojos de Leyn no existía alguien mejor que la pelirroja que había conocido a los dieciséis.
Jungkook se sorprendió al escucharlo pero no lo demostró, siguió callado como siempre hacía cada vez que no tenía necesidad de hablar.
-¿Sabias que fue la mejor del torneo?- La nostalgia se apoderó de él y Jungkook negó con la cabeza, curioso de escuchar más sobre ella. -Siempre fue excepcional, no había nadie más fantástica o poderosa.-
Solo unos segundos bastaron para que Jungkook entendiera que las palabras de Leyn estaban repletas de sinceridad, como si cada una de ellas salieran desde sus más profundos sentimientos.
-¿Te enamoraste de ella, cierto?-
Nunca antes había hablado de amor, era un concepto tan lejano a su realidad que hasta parecía extraño pronunciar aquella palabra.
-Desde el primer momento en que la vi supe que no queria dejar de hacerlo.-
Jungkook se estremeció al escuchar sus palabras, porque entendía exactamente a lo que se refería Leyn.
-Suena idiota.-
Aunque deseaba no entender.
-Lo es.-
Afirmó Leyn quien estaba prácticamente junto a Jungkook, el pelinegro se preguntó porque Leyn estaba tan seguro de que el no iba a tocarlo para terminar el juego o si solo se estaba dejando derrotar.
Todo el tiempo Leyn estuvo espiando desde la cercanía, pero ni el exagerado oido de Taehyung o la habilidad de visión de Jungkook pudieron descubrirlo.

ESTÁS LEYENDO
Asiardan ~BTS/BP~
FanfictionNi siquiera los Dioses fueron capaces de explicar lo que pasó esa noche y ella tuvo que vivir condenada a cargar con su pasado incierto en un mundo que no estaba listo para entenderla. . . . "Porque el amor nos salva a todos de la autodestrucción"