-Setenta Y Dos-

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Un amor caótico.

-¿Donde esta Grek?- Preguntó Taehyung demostrando una valentía que Jennie admiró al instante. El chico del cabello azul parecía estar repleto de una seguridad increíble y la castaña entendió porque Lisa estaba totalmente enamorada de él. Parecía un heroico príncipe de cuentos.

-¿Grek?- Zidias seguía sin entender quiénes eran aquellos niños idiotas. -¿Acaso son el equipo de Grek? Que extraño, pensé que sus alumnos serían igual de miedosos y tímidos que el, pero creo que me equivoque.- Se burló entre risas mientras analizaba más detalladamente a los niños, ya que en cierto modo le daban curiosidad.

-No te permitiré hablar así de mi profesor.- Escupió Taehyung, quien se preguntaba quien diablos era aquel hombre oculto y por que conocía a Grek.

-¿Este es el mismo tipo que atacamos en el río?- Preguntó en un susurro el pelinegro observando a Rose, mientras que no podía dejar de pensar en lo que sentía la rubia en ese momento mientras observaba a Leyn sobre el suelo. Ella negó con la cabeza, ya que recordaba a la perfección la voz de Radarmen. -Entonces son dos renegados.-

-Tres.- Agregó Taehyung como si revelarlo doliese. -Vi a uno más antes de desmayarme.- Pero aún así no reveló toda la verdad porque ni siquiera el podía entenderla.

Tres renegados habían atacado toda la aldea del Fuego y asesinado a los guardianes adultos.

-Tres contra tres, suena justo.- Comentó Rose con una sonrisa divertida y lista para el ataque, mientras que a sus costados los chicos se mantenían igual de eufóricos. -No te haremos daño si lo sueltas y nos dices donde esta Grek.-

Zidias estuvo apuntó de explotar entre risas burlonas, nunca antes había presenciado semejante show de idiotas suicidas, pero antes de las burlas un grito inesperado se adelantó.

-¡Larguense de aquí ahora!- Ordenó Leyn con su gruesa e imponente voz que casi nunca utilizaba con sus niños y los dejó completamente perplejos. -¡Corran lejos de aquí ahora!-

-¿Q-que?- Preguntó Rose sin poder creerlo y al ver los ojos de Leyn entendió que el hablaba totalmente en serio.

-Tiene razón, debemos irnos.- Atra aparecio ante ellos con el cuerpo inconsciente de Jennie en los brazos. -No podremos contra el, vengan conmigo. Hay un barco que nos llevará a una zona segura lejos de aquí.-

Zidias observó a Atra sutilmente, ya que sabía que el niño era una parte vital del plan. Un infiltrado traidor que debía llevar a los elegidos lejos del caos para poder aliarlos en un futuro.

-No dejaremos la aldea sola.- Jungkook corto el silencio sin dudarlo dejando sin palabras al resto de su equipo, ya que por primera vez el había hablado en plural, como si todos fuesen uno.

-Eso es.- Agregó la rubia clavando la mirada sobre Atra y en ese instante ambos sintieron esa extraña conexión que los unía. Algo oscuro y olvidado vivía entre ambos niños. -Tu puedes irte si lo deseas, pero serias de gran ayuda para nosotros si decides pelear para proteger la aldea.-

-No es su aldea, ninguno de ustedes nació aquí.- Protestó el castaño del sable intimidante en la espalda, quien no podía entenderlo pero no fue necesaria una verdadera explicación, ya que Rose simplemente le lanzó una mirada luego de ver cómo lloraban Jin, Jimin y Jisoo sobre el cuerpo sin vida de Jinmin.

-Peleamos para defender lo que creemos que es justo.- Confesó y la piel de Atra se estremeció por unos segundos, ella hablaba con la misma seguridad y confianza que él amo, pero aún así pensaban cosas completamente distintas.

Atra veía a Rose y quería apoyarla, quería creer en ella y en sus convicciones, nunca antes había dudado de las palabras de él amo hasta que la conoció.

Asiardan ~BTS/BP~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora