-Setenta Y Nueve.-

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Sacrificio de amor.

El cuerpo se volvía cada vez más frío con el pasar de los segundos y las manos de Taehyung temblaban mientras intentaba detener el sangrado de aquella gigantesca herida en el pecho de Arthur.

-Por favor, no me dejes...- Susurraba entre lágrimas desesperadas, soltando cada gota de su energía sobre el. -Eres mi hermano, mi familia. Siempre lo fuiste.-

Los ojos violetas de Arthur estaban perdidos entre las estrellas, ya que apenas podía oír el llanto de su amigo y el mundo se volvía cada vez más opaco.

-N-no quiero morir...- Confesó arrepentido de haberse enterrado su propia espada entre las costillas, porque su desesperación había sido tan grande que fácilmente nubló su razón. -T-todavía tengo motivos para vivir, Tae.-

-No morirás. Lo prometo... Voy a salvarte.-

El peliazul nunca antes había sentido tanta presión en su cuerpo, incluso el sudor de su frente sentía nervios mientras se mesclaba con las lágrimas heridas que salian por sus ojos y aterrizaban sobre el cuerpo débil de Arthur, pero este apenas podía sentirlo.

Taehyung emanaba cantidades abrumadoras de energía curativa sobre el, pero su corazón tenía una herida preocupante que no se dejaba sanar fácilmente.

-Tendré que tocarlo.- Advirtió segundos antes de inhalar aire fresco para calmarse a sí mismo y con el cuerpo tembloroso introdujo su mano en el pecho de Arthur y éste soltó un grito gutural que aturdio los oídos de todo Asiardan

La energía violeta que emanaban las yemas de sus dedos rozó el corte de espada que mataba rápidamente a Arthur, casi como una pluma sangrienta acariciando una bomba de tiempo aleatorio. Un solo error y todo explotaria.

Si tan solo Taehyung fuese su hermano probablemente podria salvar a su amigo con los ojos cerrados y en un solo segundo, pero no lo era y aquel pensamiento destrozó su cerebro por completo.

Tal vez si Taehyung no pensara tanto en Leitan... Tal vez lo hubiera logrado.

Lamentablemente no fue así y el frio cuerpo de Arthur terminó por perder la poca vida entre sus brazos, mientras el peliazul se ahogaba en su propia agonía.

-No deseo morir.... Pero tampoco quiero seguir viviendo así, supongo que aveces es demasiado tarde para cambiarlo todo.- Sus últimas palabras fueron igual de serias como siempre lo habían sido, por eso fue tan difil para Taehyung verlo cerrar los ojos y aceptar que su energía se desvanecía del mundo mortal.

El se aferró a su cuerpo vacío mientras los recuerdos golpeaban su corazón y perforaban salvajemente cada parte de su felicidad.

-Lo siento tanto...- Susurró antes de perder la conciencia y quizás esa era la mejor salida, ya que no podía soportar como la culpa calcomia cada gramo de su mente.

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Asiardan ~BTS/BP~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora