-Diecisiete-

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Rose leía sobre el árbol más alto que logró encontrar, un pino firme de quizás siete metros y pasó un hora aprendiendo todo lo que contaban aquellas páginas en total silencio, salvo cuando encontraba un curioso dibujo pequeño de Leyn en los bordes de algunas páginas y soltaba una risita.


Se preguntó si aquella chica junto al texto sobre el fuego se trataba de Saran, tenía sus mismos ojos y el color de cabello rojizo eléctrico que tanto la carecterizaba.

-Estaba obsesionado con ella.-

Rose automáticamente reconoció la voz del pelinegro y se sobresaltó al darse cuenta que el estaba a sólo unos centímetros de ella.

-¿Acaso no haces ruido cuando te mueves?- Preguntó intentando calmarse, estaban realmente cerca y ella pudo notar que el corte bajó su mejilla seguía ahí y un sentimiento de culpa la invadió.

-Deberías aprender eso de mi.- Jungkook intentaba no concentrarse en la poca distancia que tenian y en cómo aquella lo ponía demasiado nervioso. -Haces ruido hasta leyendo y eso es casi imposible.-

-Ahgs.- Gruño Rose volviendo a observar su libro, más específicamente el dibujo de él rostro de Saran. -¿Como lo sabes?-

-¿Que cosa?-

Era difícil concentrarse en la conversación estando tan cerca de los ojos verdosos de Rose, se sintió realmente idiota al entender que estaba actuando como un niño asustado.

-Ah... Leyn me lo dijo.- Respondió con rapidez y Rose abrió los ojos sorprendida, Jungkook entendio que ella no estaba enterada y continuó al ver su rostro repleto de curiosidad. -"Desde el primer momento en que la vi supe que no queria dejar de hacerlo" Dijo que eso le sucedió.-

-Oh, cielos.-

Jungkook vio la sonrisa emocionada de Rose  y llegó a la conclusión de que era igual de hermosa que sus ojos, luego se sintió realmente imbecil por pensar aquella estupidez.

-Suena tan...- Ella estaba apuntó de buscar un sinónimo de "perfecto" cuando Jungkook la interrumpió con frialdad.

-Idiota.-

El pelinegro descubrió lo divertido que era molestar a Rose al verla volver a gruñir aunque luego la rubia sonrió tranquila. Al parecer la idea de las frases cursis le gustaba.

-Eso dices tu que eres de piedra.-

Rose se preguntó porque ambos seguían sobre el pino pero no quizo decir nada, era la primera vez que hablaba con él sin estar apuntó de matarse entre sí.

-Probablemente.- Respondió deseando que eso fuese verdad, pero el latido veloz y frenético  de su corazón decía otra cosa.

-Al principio creí que no hablabas con nadie.- Confesó Rose luego de un pequeño silencio, recordando lo impresionada que se quedó al ver a Jungkook por primera vez.

-Al principio creí que intentabas matarme.-

Jungkook vio como la rubia se reía de su comentario y por alguna razón sonrió sutilmente.

-Luego entendí que solo no sabias leer.- Se burló y recibió un pequeño empujón por parte de ella acompañado de risas.-Me alegra saber que superaste ese desafío.-

Jungkook recordó cuando salió de la habitación en busca de su daga y notó a Rose, aquella chica con esa extraña habilidad para clonarse que había luchado contra un licantropo en la mañana.

En ese entonces la había visto cómo un rival para destruir pero ahora, cuando estaba frente a él y parecía tan tranquila y divertida, las cosas se volvían mucho más dificiles de explicar.

Asiardan ~BTS/BP~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora