Asiardan ~BTS/BP~

-Cuerenta Y Seis.-

Rose abrió los ojos y observó su al rededor, una tétrica corriente fría invadió su cuerpo rápidamente y el aire comenzaba a volverse cada vez mas difícil de respirar.

Un pequeño cuarto con paredes de piedra vieja y casi sin iluminación, no habían ventanas en ningún lugar y unos temibles barrotes impedían su salida... Rose estaba en una prisión y por alguna extraña razón aquello se le hacía familiar.

Escuchó fuertes pasos acercarse y un miedo horroroso la invadió, sin pensarlo mucho se escondió detrás de la única cama gastada de la habitación. Por alguna razón su cuerpo era más pequeño y el escondite lograba ocultarla por completo.

Ella observó sus manos temblar sin control, eran tan diminutas como las de una niña pequeña y sus uñas eran casi invisibles, estas habían sido mordidas hasta desaparecer casi por completo.

Sentía frío, tanto frío que le era difícil moverse con agilidad y su cuerpo se había vuelto más torpe sin razón... Lo único que la protegía de morir congelada era un extraño pijama gris.

-Alba Diem, es hora de tus análisis.- Rose no observo el rostro del hombre, pero por una extraña razón sabia exactamente de quien se trataba... o por lo menos una parte de ella lo sabia. Aquella parte que ahora controlaba su cuerpo, Rose se levanto de su escondite y camino hacia aquel sujeto mientras cada parte de ella temblaba.

Rose quiso detenerse a si misma pero no podía controlar su propio cuerpo. Se había convertido en una voz interna.

-Buena niña.- El chico ante ella tenia el mismo manto negro con espirales anaranjados y brillantes, aquel era exactamente igual al que usaba el espía que la había observado por primera vez en el baile de la familia de Taehyung.

Sus sorpresas no terminaron ahí, ya que le fue imposible no notar la diferencia tan exagerada de altura entre ambos. Ella no llegaba siquiera a su hombro, pero al parecer aquel chico de cabello rubio tenia una estatura normal para lo que seria su edad, eso quería decir que Rose era mucho mas pequeña... Como una niña.

Hasta entonces Rose había pensado que todo aquello era solo un sueño producto de su terrorífica imaginación, pero quizás se trataba de algo mucho mas real...un recuerdo.

Eso explicaría el porque no podía controlar sus acciones y conocía a aquel chico, porque ya lo había vivido y todo esto estaba en su pasado robado.

Ella lo acompaño entre los pasillos de lo que parecía una antigua prisión demoníaca y subterránea, mientras que el chico de la bata de espirales parecía pensar en algo realmente importante. Ambos se detuvieron frente a una puerta de metal y luego de colocar una vieja llave entraron a la habitación.

-Siéntate,Diem.- Ordeno y ella rápidamente lo obedeció en completo silencio, aquel lugar parecía una sala de operaciones antigua y Rose se recostó sobre la camilla del paciente. El hombre de ojos amarillos se veía realmente joven, mucho mas que Leyn... Quizás unos veinte años. -Comenzare con la grabación, mantén el silencio y si algo te duele o incomoda puedes decirme.- Aviso con una amabilidad que por alguna razón Rose sabia que era normal en el.

El toco el botón de encendido de una cámara que grababa la habitación completa, pero se enfocaba en la camilla donde Rose estaba.