-Setenta Y Cuatro.-

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Te protegeré del universo.

Los Cupios se miraron entre si luego de que Zidias creará un portal para volver junto a ellos, mientras su nariz emanaba sangre pero no sentía nada de dolor en lo absoluto.

-Son niños.- Escupió Radarmen intentando calmar al peliceleste, quien ya deseaba asesinar a la pelirroja para llenarse de satisfacción. -Crea un portal y los enviaremos al otro lado del mundo para que no molesten.-

-¿Y perdernos la diversión? ¿Acaso estas loco?-

Jisoo comenzaba a arrepentirse de aquel ataque de valentía irracional que la había invadido, pero Rose no la dejó preocuparse y tomó su mano con tranquilidad.

-Somos una democracia después de todo... Votemos.- Susurró el hombre que mantenía su anonimato y Deilar sonrió de satisfecho. -¿Quién está a favor de mandar lejos a estos niños?-

Atra no dudo ni un solo segundo y levantó su mano totalmente seguro, después de todo el no sentía satisfacción alguna al inflingir dolor en los demas. Radarmen estuvo con el.

-¿Y quien quiere matarlos?-

Deilar y Zidias se unieron por la causa, ya que ellos sí disfrutaban observar como almas inmundas sufrían ante sus ojos.

-Tu desempatas.- Escupió el peliceleste, quien no tenía idea en qué estaría pensando su compañero y para sorpresa de todos, el hombre oculto se posicionó frente a Taehyung.

-¿Vendrás conmigo?- Preguntó con su suave y profunda voz que denotaba tanta tristeza que hasta Rose sintió que podía tocar su dolor.

Taehyung trago saliva acida mientras sus piernas luchaban por mantenerlo de pie ante aquel tipo que deseaba desconocer.

-¿Por qué lo haría? Son asesinos con excusas patéticas para imponer miedo en la aldea y así autoproclamarse Dioses.- Luego de terminar aquella frase Taehyung sintió que el aire se volvía cada vez más y más pesado.

Todos observaban aquella escena con miles de preguntas en sus cabezas. ¿Por qué aquel renegado consultaba con el para tomar una decisión?

-En este nuevo mundo nadie mas sufrirá lo que yo, Taehyung.- Reveló como una bomba directa a su corazón afligido, sus palabras eran tan sinceras como esperanzadoras y en su voz aquella masacre sonaba necesaria.

-N-no se quien eres.- Mintió entre una voz cortada por el dolor de un recuerdo que se volvía cada vez más vívido y antes de poder marcharse junto a los demás, aquel renegado en tan sólo un movimiento rápido y seco liberó su rostro ante el resto del mundo.

El no era un renegado.

El no era un hombre que había traicionado a su Reino en busca de poder o dinero.

El sólo era un niño que se volvió demasiado bueno para este mundo.

-Soy tu hermano.- Soltó observando como los azules ojos de Taehyung se volvían cristales heridos y la primera lagrima se derramó sobre su piel como un camino desolado y frío.

El mundo observó aquello y el tiempo se detuvo ante un silencio repleto de dudas incomprensibles. Ambos hermanos parecían una foto del pasado y el futuro, eran idénticos pero el tiempo los había vuelto almas separadas por una herida que nunca pudo cerrarse.

-E-eras lo único que tenía...- Susurró casi sin sonido y pudo sentir como su corazón se estrujaba por tantos sentimientos incomprendidos. -Y m-me abandonaste.-

Arthur y Lisa nunca antes habían visto a Taehyung tan vulnerable pero en ese momento el parecía que pudiese romperse con una simple brisa. Ambos desearon ir tras el y envolverlo en sus brazos para protegerlo de algo que no podían evitar.

Asiardan ~BTS/BP~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora