Ni siquiera los Dioses fueron capaces de explicar lo que pasó esa noche y ella tuvo que vivir condenada a cargar con su pasado incierto en un mundo que no estaba listo para entenderla.
.
.
.
"Porque el amor nos salva a todos de la autodestrucción"
Rose y Taehyung llegaron treinta minutos después y la practica comenzó de una forma muy diferente.
-Hoy es el penúltimo día antes de la segunda fase- Explico Leyn.- Eso quiere decir que tenemos solo dos días para que logren mejorar su sansie principal-
Rose sabia que estaba completamente perdida,nunca podría mejorar su única técnica y se mantendría como estudiante el resto de su vida.
-Por eso les traje a unas personas que podrían ayudarlos.-
Un remolino de aire frió se presento a la derecha de Leyn y Taehyung pudo distinguir que dentro de este un hombre parecía mostrar su figura, cuando el aire se perdió en el ambiente la teoría de chico del sonido se confirmo.
Rose se estremecio al notar de quien se trataba, aquel hombre de cabello blanco que vestia mantas doradas y rojas los observaba con simpatía, fue tanto el impacto que ninguno notó que del otro lado de Leyn se encontraba una mujer.
-Rose.- El profesor llamó su atención. -Creo que ya conoces a él Verum del Reino de Apolo.-
La rubia asintió automáticamente antes de hacer una pequeña reverencia, mientras intentaba mantener la compostura.
-El te ayudará a utilizar la fuerza del aire.-
-Será un gusto entrenarte, Roseanne.- Comentó el Verum dirigiendo toda su atención a la chica de mejillas y ojos grandes.
-Y ella es Lía.- Leyn señaló a la mujer junto a él, se veia algo tímida y Taehyung pudo notar como intentaba esconderse en su largo cabello negro. -Es la hija del Verum y te enseñará a usar el agua.-
-Es un gusto conocerte, Kim Taehyung.- Lia tenia las mejillas enrrojecidas y una voz suave que impactó al peliazul.
-Jungkook.- Leyn llamó la atención de su estudiante. -Yo te enseñaré a controlar la electricidad.-
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Ellos caminaron por las calles de la aldea sin decir más que simples palabras, porque estaban demasiado perdidos observando cada pequeño lugar a su alrededor.
-¿Como es tu aldea, Rose?- Preguntó con curiosidad.
-Oh...- Ella recordó con alegría y nostalgia antes de contestarle. -Pues hace frio la mayor parte del tiempo, pero la luna es hermosa y las calles están repletas de árboles y animales.- Rose no podía evitar explicar lo maravillosa que era la aldea de las sombras. -Nos rodea un bosque extraordinario con los árboles más altos de todo Asiardan, me gusta subirme en las cimas y observar a los venados correr.-
-Suena como un hogar perfecto.- Comentó el Verum.
-Lo es...- Soltó un suspiro algo angustiado al no poder evitar pensar en su madre, ella estaría tan sola desde que Rose se marchó. -Aunque su aldea es mucho más elegante.- Intentó subir el ánimo y el Verum se lo concedió con una sabia sonrisa.