-Cuarenta-

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-VENTUM.- Gritó Rose al soltar la esfera de energía contra un cúmulo de rocas con el tamaño de una casa. Aquellas no explotaron como era esperado, pero Rose les dejo un agujero gigante en el centro y del otro lado del hoyo se mostraba el rostro orgulloso de el anciano.

-Corrientes de arena y fuego chocando entre sí.- El hoyo que atravesaba la gruesa y dura roca era un perfecto círculo intimidante por completo. - Es increíble que hayas dominando estos elementos en tan sólo dos días, Rosie. Los maestros aire tardan vidas enteras en dominar un elemento secundario.-

-¿Eso quiere decir que soy genial?- Preguntó Rose con una sonrisa complacida en el rostro, ya que el Verum no salía halagarla muy seguido en voz alta.

-Claro que no.- El anciano podía bajar los delirios de su estudiante en un segundo y la rubia solto un gruñido como repuesta. -Significa que dominaste los dos elementos secundarios más fáciles para ti, pero ahora debes manejar corrientes marinas y eléctricas.-

-Ahgs...- Rose estaba realmente agotada y el sol no parecía querer ocultarse todavía, el maldito aún brillaba irradiando un calor que le provocaba mayor sudoración en el cuerpo.

Rose no podía entender como existía gente que prefería el día y un sol intenso, ni siquiera se podía observar aquella masa de fuego porque te dejaba literalmente ciego. En cambio la luna era hermosa, brillaba con la perfección justa para resaltar entre los azules y negros del cielo.

-¿Rosie sigues aquí?- Preguntó el anciano al ver que su estudiante se perdía nuevamente en sus pensamientos, aquella niña tenía la misma capacidad de concentración que un cachorro. -Ah... Terminamos por hoy.-

Rose volvio a tierra cuando escuchó aquellas relajantes palabras, que conveniente pensó el anciano pero la rubia no le dio mucha importancia y tomó sus cosas para regresar a la aldea.

-¡Llevamos de nuevo a las escaleras anciano!- La chica estaba cansada por el entrenamiento, pero nunca perdía su actitud enérgica y algo molesta. El Verum no lo pensó dos veces y los transportó con su sansie hacia las escaleras de la aldea, donde ambos realizaban los entrenamientos.

Aquel anciano se había vuelto involuntariamente parte de la familia de Rose, de un momento a otro el Verum había dejado de ser la figura más importante de un Reino y había pasado a ser un anciano divertido con el que Rose podía hablar sobre sus aspiraciones y delirios de grandeza. Algo así como su abuelo.

-Tu hija es hermosa.- Agregó Rosie mientras ambos caminaban con algo de lentitud, el día todavía era joven así que el anciano decidió detenerse en la aldea para comer un bocadillo rápido y conversar con ella.

-Lo es, es una chica muy hermosa e inteligente.-

Rose recordaba a Lia, la hija del Verum tenía un cabello sedoso y tan negro como el de Jungkook, su piel era demasiado blanca y sus ojos amarillos lucían idénticos a los del anciano.  Ella había entrenado a Taehyung para enseñarle a utilizar su origen de agua para crear nuevos movimientos.

Lia y Leyn le enseñaron a Taehyung el movimiento feroz de agua turbia, algo casi tan intimidante como el Ventum.

El Verum le contó una pequeña historia sobre su hija para que Rose soltara sus tipicas carcajadas repletas de alegría, al parecer Lia era cuatro años menor que Leyn y cuando lo vio por primera vez ella solo tenía doce años pero eso no fue un impedimento para que la hija del Verum quedase totalmente enamorada de él peliblanco.

Rose podía entender el porque tantas chicas quedaban totalmente perdidas ante el rostro encantador de Leyn, su cabello blanco y ojos azules lucían como una escultura de un dios antiguo y bondadoso.

Asiardan ~BTS/BP~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora