-Cincuenta Y Uno-

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Yoongi estaba completamente desesperado mientras le preguntaba a todos los estudiantes el paradero de su amigo a quien había hecho llorar hace apenas unas horas. Incluso se atrevió a acercarse hacia el profesor de cabello blanco y ojos azules.

-Disculpe.- Gruño Yoongi porque se sentía realmente avergonzado de hacer aquella estupides.

-¡Hey! Hola.- Leyn se volteo para ver al estudiante totalmente ebrio y con una divertida sonrisa, mientras que unas chicas bailaban rítmicamente junto a él. Yoongi deseo desaparecer. -¿Que sucede?-

-¿Ha visto a Hoseok? Hace horas no lo encuentro y estoy preocupado.- Confesó y Leyn solto una carcajada divertida y emotiva al ver tal espectáculo.

-¡Y yo estoy preocupado por Rose! ¡Todos somos propensos a lastimar a las personas que más amamos!- Gritó Leyn totalmente desorientado, aquel hombre había hundido sus penas en alcohol costoso por primera vez. -No tengo idea dónde puede estar, pero si estas preocupado por el asegúrate que lo sepa.-

Yoongi rápidamente pensó que Leyn era un idiota, pero quizás sus consejos no eran tan malos... El estaba tan confundido, ya que después de ver al pelinaranja llorar todo su mundo dio un giro horroroso.

Hoseok se había escondido tras un gran árbol del jardín oeste para poder llorar tranquilo, el mismo sabía que no podría soportar aquel lugar tan desconocido y la presión que conllevaba el nuevo mundo, pero todo empeoró cuando Yoongi reveló que se quería deshacer de él.

¿He sido demasiado obvio relevando mis verdaderos sentimientos por ti?

Hoseok no podía dejar de llorar un segundo mientras pensaba en que quizás cabeza de moco lo hubiera descubierto y ahora sentiria asco hacia el.

¿Cómo no iba a enamorarme de ti?

En los ojos amarillos de Hoseok Yoongi era la persona más genial del mundo, un chico divertido con apariencia salvaje que intentaba mostrarse frío y desalmado pero en realidad sus sentimientos eras dulces y muy bondadosos por dentro.

Además de que Yoongi nunca se había asqueado realmente por la condición tan extraña que el poseía, es más bromeaba con respecto a eso y todo a su lado se volvía más divertido... Ahgs, no iba a ser fácil olvidar a alguien así.

La primera hora de soledad pasó y las lágrimas de Hoseok se agotaron para su suerte, pero aún así estaba seguro que no volvería al baile, ya que probablemente Yoongi estuviera rodeado de mujeres hermosas y el pelinaranja no estaba listo para soportar aquello.

La segunda hora pasó y se hizo presente ante el un más que atractivo guardián, aquel tenía el cabello castaño perfectamente peinado y los ojos verdosos como el césped a su alrededor.

-¿Te encuentras bien?- Preguntó el hijo menor de la familia Wonsi, quien daba un tranquilo paseo y se encontró con un chico totalmente solo en un árbol. Hoseok no pudo evitar impactarse al verlo, Bann se alejo un poco para no preocuparlo y le enseño sus manos vacías en son de paz. -No quiero hacerte daño. Soy Bann Wonsi.-

Hoseok no tuvo ánimos de responder entonces sólo se dedicó a asentir algo desanimado y creyendo que aquel castaño con un rostro totalmente perfecto se iría en unos segundos.

-Tu eres Jung Hoseok.- Sonrió de una forma amable y pacíficamente se sentó sobre el césped frente a el estudiante. -No quiero sonar como un acosador, pero me llamas especialmente la atención.-

El pelinaranja lo supo en ese mismo instante gracias a su larga experiencia en el tema, podía detectar chicos gays en sólo unos segundos de conversación y mucho más rápido cuando estos jugaban a acariciar su pierna sutilmente con una sonrisa amable pero interesada.

Asiardan ~BTS/BP~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora