-Ocho-

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-¿El Clan de Plata?- Preguntó Yoongi quién no dejaba de observar al nuevo chico que se encontraba a un lado de su entrenadora.

-Si, el proviene de un clan único que fue atacado hace tan sólo unos meses.-

-¿Por eso tus ojos son tan extraños?- Interrumpió Namjoon que en ese entonces media exactamente lo mismo que Yoongi, cosa que no duró mucho. El pelinegro extremadamente delgado asintió con un gesto vacío y neutro.

-Soy Min Yoongi y el es Nam. ¿Y tu como te llamas?-

Saran sabía que aquellos niños repletos de inocencia y energía serían el complemento perfecto para el profundo vacío y dolor que habitaba en el niño de plata.

-Jeon Jungkook.- Respondió, observando con ojos analíticos a sus nuevos compañeros de equipo. No parecía molesto o asustado, como el día en el que Saran lo encontró sino más bien curioso y hasta calmado.

-Suena genial, casi como heroico.- Confesó el niño de cabello violeta quien había escuchado demasiadas historias de dioses. -Aunque te ves muy flacucho para ser un héroe.-

Saran sintió algo de miedo al imaginar la reacción del niño a tal comentario, pero para su sorpresa Jungkook sólo respondió:

-Lo sé, mi cuerpo está débil pero creo estar listo para el entrenamiento junto a ustedes.-

Namjoon y Yoongi se quedaron algo impresionados ante la seriedad de solo un chico de doce años con la estructura de un saco de huesos.

El primer año ambos niños descubrieron lo poderoso de su nuevo compañero, la frialdad de sus cálculos y la corta duración de sus palabras.

-¿Quieres venir con nosotros?- Preguntó Yoongi al terminar un duro entrenamiento, esperando con algo de miedo la respuesta de su misterioso compañero. -Iremos a subir las montañas.-

Saran había adoptado a Jungkook en su hogar, ella se volvió una madre para el niño de plata y al mismo tiempo su mejor estudiante.

-Puedes ir, Kook.- Aceptó Saran, quien lo que más deseaba era que aquel niño pudiera tener una vida normal.

-Bien.-

Los tres niños corrieron hacia las montañas, al principio la conversación solo se basaba en estrategias para escalar con mayor velocidad pero al logar su objetivo y llegar a la cima todo se volvió más cómodo.

-Seremos un gran equipo. ¿No creen?-

-Por supuesto que si, Nam.- Yoongi observó al pelinegro, quien ya no tenía los brazos como delgadas ramas de un frágil árbol. -¿Tu que crees? Somos tan fuertes como una familia de héroes.-

Jungkook se estremeció al escucharlo, evitando recordar lo que anteriormente se había significado para el la palabra "familia" Ellos no se referían a eso, Nam, Yoongi y Saran hablaban de una unidad de fuerza que los volvía invencibles.

-Eso creo...-

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Jungkook luchó para sacar la vista de Rose, quién emanaba demasiada energía como para dejar de apreciarla.

Sus visión viajaba entre el pequeño bosque y las orillas del río, pero no parecía haber rastros de su nuevo entrenador Leyn. Como si la tierra se lo hubiese tragado en una cuenta regresiva de diez segundos.

-Debemos movernos.- Avisó antes de saltar al próximo árbol y caer junto a Taehyung. -Creo que esta en la aldea.-

Asi los tres chicos saltaron entre los árboles hasta salir del bosque y alejarse del río, no tardaron mucho en llegar a la aldea del fuego. Repleta de grandes locales y hoteles de lujo con decoraciones de oro y fuego.

Asiardan ~BTS/BP~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora