Asiardan ~BTS/BP~

-Veintisiete-

15:19 pm.

Namjoon mordisqueo la rama hasta que esta solo era polvo y baba, ya había olvidado del todo que hacía allí y porque estaba tan enojado. Tenía ligeras memorias de Jungkook y llaves de oro, pero nada tenía sentido.

Jennie fue la primera en encontrarlo en el suelo con su forma humana y junto a Jisoo lo cargaron lejos de los arbustos y las espinas.

El equipo blanco se asentó en un terreno vacío junto a los límites del monte y ambas chicas dejaron el cuerpo cansado de su compañero en el suelo.

-¿Donde rayos estabas?- Preguntó Jennie aún molesta por la desaparición de su compañero.
-No lo sé... Creo que encontré llaves.- Murmuró sin energía, convertirse en lobo consumía la mayor cantidad de su fuerza y lo dejaba totalmente adolorido.

Jisoo fue rápidamente tras su mochila y al abrirla sólo encontró un par de rocas manchadas de lo que parecía ser sangre.

-Solo está esto.- Contestó desilusionada la pelirroja al lanzar las rocas al suelo, estas rodaron hasta los pies de Jennie y automáticamente supo de quien era aquel truco.

-Rose debio engañarlo.-

-¿Quién es Rose?- Jisoo se caracterizaba por ser tranquila y centrada, pero comenzaba a perder su compostura con el pasar del tiempo y aquello podría significar un gran peligro para todos.

Jennie se dedicó a explicar la habilidad de su amiga, pero aún así había algo que no le cerraba porque Rose solo creaba imitaciones de ella misma, no podía obtener la forma de un objeto.

Jisoo tampoco llegó a una repuesta sensata sobre lo que había sucedido con Namjoon, pero el tiempo no se detuvo a esperarlos y aún seguían sin conseguir ninguna llave.

-No tenemos tiempo para esperar a que recupere su energía.-

Jennie sabía que el trabajo en equipo era importante en esta etapa, pero no quería fallarle a Leyn y perder a mitad de camino. El había puesto su fe en ella y Jennie estaba decidida por primera vez en su vida a no rendirse ante la adversidad. Cerraría la boca de su padre de una vez por todas.

Jisoo nunca fue una líder, ella obedecía en silencio los mandatos de su novio y esa vez no fue la excepción a la regla. No estaba segura si aquella decisión era la correcta, pero su compañera así lo mandaba y simplemente obedeció en silencio.

Dejaron a Namjoon escondido bajo unas mantas y hojas secas, hasta que recuperará su energía y pudiese alcanzarlas.

Jennie no quería admitir que tampoco sabía lo que hacía, la castaña era realmente lista como un libro antiguo pero las estrategias de combate siempre fueron la especialidad de Rose y Hoseok.

Ambas corrían por las colina con la misma seguridad que una cárcel hecha de cristal, mientras el tiempo les golpeaba la espalda.

Eran un blanco fácil, pero no lo sabian. Ninguna de las dos estaba consiente de él equipo que las observaba entre los árboles.

-¿Son sólo dos?- Preguntó Lisa antes de realizar el movimiento, su compañero asintió al ver como dos figuras corrían por el campo abierto.

El resto del equipo se colocó los tapones de oidos y espero a que la rubia hiciera la suyo.

-Sansie de vibracion.- Gritó y su garganta capto el mensaje rápidamente, toda la energía en su cuerpo se acumuló sobre sus cuerdas vocales y éstas producieron un sonido desgarrador para el oído humano.

Jisoo y Jennie sintieron como aquellas vibraciones perforaron sus oídos y todo su mundo se derrumbó, los músculos de sus cuerpos dejaron de recibir información del cerebro y ambas cayeron al suelo en seco.