Asiardan ~BTS/BP~

-Tres-

-¡Vamos Rosie!- Gritó JenJen al ver como la compuerta comenzaba a abrirse, mientras que a su amiga le temblaban las manos al tomar unas rocas del suelo, Rose no podía dejar de pensar en que clase de bestia saldria de ahí dentro.

Un aullido estremecedor perforó los oídos de todos en el templo, incluyendo el Verum de la aldea del fuego.

-Un licantropo.- Susurró Jungkook mientras el hombre mitad lobo salía de las sombras, era casi del tamaño de dos Rose de alto y su cuerpo era delgado y aerodinámico, con una sutil forma humana pero a simple vista se podía distinguir que su pelaje y colmillos eran dignos de una bestia. -Esto será interesante.-

Rose no pudo pensar por mucho tiempo, ya que la bestia corrió hacía ella sin dudarlo. Mostrándole su gigante mandíbula lobuna repleta de colmillos filosos y fluido oscuro.

La rubia saltó justo a tiempo cuando el primer golpe del licantropo chocó contra la pared detrás de ella, Rose vio sus ojos por un segundo antes de volver al suelo. Estos eran totalmente blancos y no parecieron verse afectados cuando pequeños trozos de pared cayeron en ellos.

Es ciego.

Se explicó Rose a sí misma, justo cuando el licantropo logró despegar sus garras de la pared. Luego movió su nariz por unos segundos y sin dudarlo corrió hacia Rose.

-Me sigue con su olfato...-

Antes de poder saltar o dar otro movimiento en su defensa, el licantropo lanzó su brazo sobre Rose enterrando sus garras en su hombro, tan frías y duras que parecían cuchillos afilados.

-Mierda.- Gritó Rose mientras la sangre comenzaba a manchar su traje de color negro, el escudo de su Aldea se había arruinado por completo gracias al golpe y ahora solo parecía un mar rojo. Luego la bestia volvió a intentar lanzar el último movimiento decisivo con sus colmillos, dirigiéndose directamente al torso de Rose.

Sus saltos no eran tan altos y poderosos como  los de Hoseok, pero entrenar tantas veces con su amigo pelinaranja le habia enseñado lo poderoso que podía ser una patada en el estómago.

El licantropo aullo al recibir el golpe y retrocedió la distancia necesaria para que Rose pudiera respirar y huir lejos de ahí.

-¡Eso es chica! ¡Destruye a ese perro rabioso!- Gritó Hoseok desde el palco, mientras que Jennie mordisqueaba sus uñas y Leyn deseaba no haberse equivocado con la bestia que eligió para Rose.

-Solo quedan cinco minutos.- Se aviso al ver el reloj sobre las cabezas de su equipo, al mismo tiempo que corría lejos de su rival. -No puedo perder, no ahora.-

La rubia tomó uno de sus cuchillos y lo lanzó al licantropo, este voló y se enterró en las patas delanteras pero aún así seguía corriendo como si nada y su ira se había visto notablemente aumentada por la herida.

-Tendré que hacerlo.- Rose saltó con las pocas fuerzas físicas que todavía le quedaban y al verse lo suficientemente alto como para hacerlo respiro con profundidad, debía tener toda su concentración sobre este movimiento.

-¿Lo hará?- Preguntó Jennie, pero ni su compañero ni profesor la escucharon, estaban tan atentos a los movimientos de Rose que no notaron otra cosa.

-¡Sansie de transferencia! - Gritó Rose mientras aún se mantenía en el aire, sabiendo que en su bajada un licantropo rabioso estaba listo para tragarse sus órganos.

Sintió como toda la energía de su cuerpo se hacía visible sólo a sus ojos y rápidamente tomó con los dedos la sangre que emanaba su hombro herido y la paso sobre una de las rocas que había tomado.