Cincuenta Y Nueve

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[Les recomiendo escuchar música de fondo]

|Arthur contra Rose|

Segundos antes de abandonar el palco Rose respiró profundamente para detener el temblor de su cuerpo. Ella sabía que estaba apuntó de pelear una de las batallas más fuertes de su corta vida, pero si eso necesitaba para ser una guardiana estaba lista para dar su mejor esfuerzo.

Las escaleras fueron un tramo corto pero repleto de pensamientos nerviosos y algo eufóricos. Después de todo no existía algo que Rose amara más en el mundo que luchar y salvar personas... Aunque ahora debía salvarse a si misma.

Segundos antes de salir al campo sintió una presencia correr hacia su dirección y se detuvo al instante, pensando que quizás aquella persona seria Jennie para darle el último grito de aliento pero al voltear encontró algo totalmente inesperado.

-Diem.- Su cabello negro y perfecto brillaba con la iluminación del sol, mientras que sus ojos rojizos se clavaban sobre ella con nerviosismo oculto. -¿Estas lista?-

-¡Claro que sí!- La rubia no podía evitar sentirse ligeramente emocionada al ver como la misma Camil Green estaba preocupada por ella. -Observe como brillo, anciana.-

-Debes utilizar todas tus habilidades, Diem.- Aquella mujer de apariencia tan joven se acercó a la niña para tomar sus manos y mirarla seriamente a los ojos. -Necesito que demuestres que eres lo suficientemente fuerte como para ser capaz de saber toda la verdad, Diem.-

Rose sintio un fuerte temblor en su cuerpo, pero en esos momentos no podía demostrar sus nervios y sólo lanzó una mirada repleta de seguridad.

-¡Voy a dejarla sin palabras anciana!-

El pasado de Rose también estaba en juego, debía demostrar ser fuerte y madura como para soportar saber que había pasado con ella antes de aparecer en el bosque a los nueve años y estaba lista para demostrarlo.

-Deja de llamarme así, maldita mocosa rebelde.- Camil podía ser realmente fría, pero aún mantenía su espíritu divertido y Rose comenzaba adorar el descaro de la anciana.

-¿Que tal "vieja bruja"?- Preguntó entre risas para intentar calmar sus miedos. -Creo que sienta más con su personalidad.-

La pelinegra de los ojos color sangre solto una carcajada sin pensarlo, hacia tanto tiempo que no se reía realmente que fue extraño sentir esa calma. Aquella niña definitivamente tenía un carisma algo raro pero agradable.

-Ve y acaba con el.- Ordenó luego de recuperar su usual compostura, mientras Rose la observaba mucho más segura de lo que estaba en un principio.

-¡Eso haré!-

Camil creyó que Rose se iría a luchar sin más, pero antes de desaparecer la niña se lanzó sobre aquella mujer que tanto admiraba para hundirse en un sentido abrazo. La pelinegra se mantuvo congelada unos segundos hasta que finalmente aceptó el abrazo inesperado.

En ese momento Camil entendió que quizás Rose era mucho más sensible de lo que pensaba y terminó de asegurar sus dudas cuando está habló.

-Gracias, necesitaba de alguien como usted para darme fuerzas.- Su sonrisa brillaba repleta de entusiasmo, ya que Camil le había recordado cuanto deseaba estar allí desde que era niña y leía libros donde la anciana peleaba y salvaba a Asiardan como una heroina. -Adiós, vieja bruja.-

Asiardan ~BTS/BP~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora