Asiardan ~BTS/BP~

-Cincuenta Y Cinco-

|Jungkook contra Taehyung|

(Advertencia: capítulo excesivamente largo. Les recomiendo buscar algo para comer)

-Saben las reglas así que no perderé el tiempo en explicarlas.- Comentó Leyn mientras ambos chicos que habían sido sus estudiantes lo observaban con atención. -Así que les daré un consejo en su lugar.-

-¿Que les esta diciendo?- Preguntó Yoongi un poco confundido, sin entender porque Leyn había apagado su micrófono.

-Usen todas sus habilidades en esta pelea, no quiero verlos luchar como mediocres.- Ordenó el peliblanco colocando ambas manos en los hombros de los estudiantes. -Son los mejores niños que he entrenado y por eso se que pueden dejar con la boca abierta a todos estos vejestorios que los están juzgando.-

-Cuente con eso.- Respondió repleto de seguridad el chico del sonido, listo para usar todos sus nuevos trucos.

-Bien.- Agregó Jungkook sintiendo como aquellas pastillas bajaban por su garganta violentamente hasta mezclarse con su sangre. El pelinegro había tomado unas justo después de que Rose lo besara repentinamente.

-Estrechen su manos y que comience el enfrentamiento de una vez por todas.- Anunció Leyn antes de retroceder para que ambos chicos dieran el inicio oficial. -Suerte.-

Sus manos se tocaron con frialdad, mientras que en sus ojos se podían ver las cuchilladas directas pasar con un ligero odio repleto de rencor y deseo por la victoria.

-Voy a destrozarte.- Murmurro Taehyung al estar lo suficientemente cerca de su rival como para que nadie más pudiese oirlo, pero Jungkook llevó aquello a otro nivel y tomó rápidamente el hombro del peliazul para susurrar sobre su oído.

-¿Como planeas vencerme si ni siquiera puedes imaginarte de lo que soy capaz?-

Taehyung tomó la muñeca del pelinegro y se lo sacó de encima con firmeza, aunque debía admitir que su compañero estaba en lo cierto, el tampoco sabía sobre las habilidades sorpresa que se guardaba.

Ambos voltearon para comenzar a dar los últimos tres pasos de paz antes de la gran tormenta, aquellos fueron lentos y repletos de tensión en todos lados. Incluso Deilar sintió como su muerto corazón se emocionaba ligeramente.

-sansie de control metálico.- Escupió Jungkook al terminar de dar su tercer paso, el volteo rápidamente con cinco de sus dagas en cada mano y las lanzó con fuerza y precisión hacia Taehyung.

-Diablos.-Gruñó el peliazul cuando recibió esa rápida sorpresa. El esquivó las dagas con giros y saltos rápidos casi sin pensarlo, lo cual era un verdadero problema para el. -sansie de cuchillas.-

El pelinegro no se iba a detener para esperarlo, así que Taehyung recibió un mar de dagas atacandolo al mismo tiempo una y otra vez. El peliazul se vio obligado a destrozar ferozmente todas ellas con la energía afilada que brotaba de sus manos y la plata voló por los aires, provocando un afilado sonido doloroso para los oídos de todos en el templo.

Jungkook manejaba aquellas dagas con su perfecto control de energía y las direccionaba hacia los puntos vitales de su rival, pero este era mas rápido y preciso de lo que pensaba y logró volver polvo todas ellas.