Asiardan ~BTS/BP~

-Cincuenta Y Ocho-

Las palabras de Arthur se escucharon sin sonido y su boca no se movió ni un solo centímetro, mientras que Rose pudo oír aquella declaración de muerte con perfecta claridad y todo su cuerpo se estremeció ligeramente ante los agresivos ojos violetas de su hermano.

-Antes de la cuarta pelea tendremos nuestro conocido receso de unas horas para el almuerzo y luego continuaremos con la batalla más esperada en todo el torneo.- Anunció el Verum sintiendo como su viejo corazón comenzaba a acelerarse, algo que no sucedía hace años. Definitivamente debía hablar con Rosie antes de que el caos comenzará.

-¿Vamos a comer pollo, Rosie?- Preguntó Taehyung volteando para ver a su compañera y al entender lo que estaba sucediendo no dudó en darle un fuerte empujón algo violento a Arthur para sacar a la rubia de su sansie.

La energía de Arthur que fluía sobre el suelo y unía los pies de Rose con su propio cuerpo dejó de correr entre ambos cuando cayeron al suelo desprevenidos.

-Pelea, pelea, pelea.- Alentó Jin quién amaba observar a la distancia como el mundo ardía, pero Jennie se encargo de callarlo con una patada directa y poco agresiva.

-¿Te encuentras bien, Rosie?- Preguntó Taehyung con su voz amable que podía envolverte en un mar de tranquilidad y hacerte sentir a salvo aunque el mundo estuviese a segundos de terminar.

El acarició con cuidado y cariño la espalda de la rubia mientras la ayudaba a levantarse lentamente del suelo, mientras que por otro lado Jungkook estaba apuntó de electrocutar la cara de Arthur.

-¿Que le hiciste, imbecil?- Preguntó repleto de ira, ya que nunca olvidaría como el pelirosado había tomado el control sobre su propio cuerpo luego de la primera etapa mientras jugaban a las escondidas.

Aún cuando Jungkook amenazaba con matarlo allí mismo Arthur permaneció con la boca cerrada mientras una mano repleta de electricidad se acercaba cada vez más a su rostro.

-Responde o lo último que verás será tu cuerpo cocinado.-

El resto de los estudiantes observaba la discusión mientras se refugiaban en una esquina del palco, ya que quizás no existía un peligro mayor que Arthur y Jungkook enojados.

-Ahgs.- Rose logró volver a tierra rápidamente y no dudó en interferir a su manera impulsiva y ligeramente sentimental. La rubia dejó fluir su energía del aire y en sólo un movimiento creó una corriente fría que alejó ambos cuerpos entre sí.

-Wow... Aerokinesis profesional. No sabía que todavía existían personas con aire control.-Mencionó Jimin sorprendido, el ya era un gran admirador secreto de Rose y cada día sentía que la rubia se volvía más parecida a una Diosa que a una humana normal.

-¿No puedes usar tu boca para hablarme? ¿O acaso te asusta y prefieres gastar energía para amenazarme sin que pueda contestar?- Preguntó Rose observando cara a cara a la persona que había salvado su vida siete años atrás.

-¿Crees que me asustas?- Arthur se levantó del suelo con la firmeza sádica de un asesino experimentado, el clavo sus ojos violetas sobre Rose y no dudo ni un solo segundo en confesar. -Voy a matarte con mis propias manos, Roseanne. Arruinaste mi vida cuando mataste a sangre fría a mi padre y yo haré lo mismo contigo y me encargaré de que sufras todo el dolor que yo sentí antes de que tu alma inmunda abandone tu cuerpo.-

Cada palabra salió del fondo de su corazón y todos allí se aterraron tanto que incluso Jungkook sintio un escalofrío recorrer su columna. La mayoría de los estudiantes nunca antes habían presenciado tanto odio en sus vidas y aquello los obligó a querer huir, después de todo solo eran niños.

Todos sintieron miedo menos la única persona que debía sentirlo realmente, ya que Rose estaba tan acostumbrada al sufrimiento que ni un solo centímetro de espanto se atrevió a tocarla.