-Cinco-

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El sonido de unas campañas de acero resonaron en todos los cuartos, destrozando los sueños tan mágicos de Jennie en un lugar demasiado diferente al real donde se encontraba.

Rose abrió los ojos y notó como sus compañeros la veían algo asombrados, las típicas miradas que ambos tenían cuando ella hacía algo que no debía.

-¿No deberías estar en.- Preguntó Hoseok pero Rose se adelantó a contestar.

-Tenía que huir de ahí.- La rubia sacó con rapidez el vendaje que tenía en su hombro y Jennie trago saliva, esperando ver como la piel de Rose estaría completamente abierta, pero en cambio su antigua herida se había desvanecido en sólo unas horas, dejando un liezo en blanco igual a su piel. -¿Ven? Ya estoy completamente bien.-

Hoseok recordó ver la piel cortada de Rose gracias a él licantropo, aunque no era muy profunda como para desangrarla, esa clase de golpe no se cierra en una noche.

-Aveces me asustas, Rosie.-

-¡Es genial!- Contradijo el pelinaranja, quien ya comenzaba a acostumbrarse a las habilidades tan extrañas de  su amiga. Jennie solo suspiro y sin decir más buscó su uniforme de la aldea de las sombras.

-Llegaremos tarde a escuchar los resultados... Vistanse.- Ordenó antes de desaparecer por la puerta del baño, era fácil notar la angustia de Jennie y como el miedo provocaba que su delineado pareciera un paisaje montañoso.

-¿Por qué dejamos que entrará primero?- Preguntó Rose y Hoseok solto una sonrisa algo frustrada.

-¿Somos demasiado estúpidos y aveces ella nos intimida?-

-A ti te intimida Jennie.- Contra atacó Rose con un ligero toque de humor, pero a la misma vez sus palabras eran ciertas. Quizás Hoseok sea mucho más hábil que su amiga castaña, pero aún así ella podía ser tan ácida con sus palabras que él chico se rendía con facilidad.

El Verum ya estaba allí cuando la aldea del sonido llegó al campo, mientras que Lisa se quejaba de la falta de desayuno que había en aquel lugar, pero ninguno de sus compañeros la estaba escuchando realmente. Arthur buscaba con sus ojos de agila a su hermana entre la gente y Taehyung se preguntaba cuál sería la siguiente etapa.

Las demás aldea comenzaron a llegar y Jungkook sacó la cuenta de que más de 40 equipos estaban en el campo, todos y cada uno esperando las palabras de él Verum.

Una pizarra oculta sobre una tela dorada estaba frente a ellos, tan grande y misteriosa como el mismo Verum a su lado.

-¿Que equipo falta?- Preguntó entre un susurro a su asistente, mientras recibía las miradas expectantes de miles de estudiantes.

-Los estudiantes de Leyn, de la aldea de las sombras.-

Hoseok, Jennie y Rose discutían en su cuarto si debían esperar a Leyn o no. Entre gritos y sábanas voladoras.

-¡Llegaremos tarde, idiotas!- Gruñia Jennie, quien no estaba dispuesta a perderse las respuestas.

-¡Es nuestro profesor! ¡Debemos esperarlo!- Contra atacó Hoseok, mientras que Rose sostenía de la muñeca a Jennie para que no huyera de ahí.

-¡Debemos mantenernos los tres juntos!-

Rose sabía que Leyn podía ser un poco despistado a veces pero... ¿Olvidarlos de esa forma? Sería una completa locura.

-¿Recuerdan cuando Leyn se quedó dormido en nuestra primera misión?-

-¡Debemos esperarlo!-

Entre los gritos de sus compañeros, Rose decidió soltar a Jennie y en un movimiento rápido cerró la puerta, dejándolos a los dos solos dentro de la habitación.

Asiardan ~BTS/BP~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora