-Treinta Y Cuatro-

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Jungkook y Rose le otorgaron una avergonzada reverencia al Verum, mientras ambos intentaban entender que acaba de suceder.

-Venimos a traerles noticias.- Comentó el anciano con una simpática sonrisa en el rostro, llevaba ocho años sin entrenar a alguien y aquello lo emocionaba en grandes cantidades.

Jungkook observó a Leyn y automáticamente entendió que algo no andaba bien, el primer indicio fue que su libro de dibujos no estaba en su mano y su mirada sería, casi molesta parecía ser una alarma extraña.

-Yo te entrenare para que pelees en el torneo, Roseanne.- Anunció el anciano, provocando que Rose tragara una bocanada de aire por la sorpresa y su piel se erizo al instante.

Entonces Jungkook comprendió todo, Leyn era realmente unido a Rose y quizás el hecho de separarse de ella lo inquietaba... Jungkook podía entenderlo perfectamente.

-¿Lo dice en serio, señor?- Preguntó Rose con una sonrisa emocionada en el rostro, ser entrenada por un Verum era algo de gran importancia y no pudo disimular su felicidad al ver que el anciano asentia.

Leyn resoplo algo cansado y quizás no era tan maduro como creía, el observó a Jungkook antes de anunciarle la otra gran noticia y se preguntó cómo se lo tomaría aquel niño.

-Tu estarás bajo mi cargo, Jeon.-

El pelinegro escuchó las palabras de Leyn y mantuvo sus expresiones completamente nulas, pero por dentro se sentía realmente afortunado. Después de todo el peliblanco era un guardián admirable y un ex miembro de la selección de Kein.

-¿No puedes alejarte de mi, cierto?- Preguntó con ironía y una ladeada sonrisa burlona, pero Leyn solo lo observó por unos segundos, como si lo estuviese analizando detalladamente.

-Si fuera tu cuidaría mis palabras, Jeon.- Advirtió con una voz más que profunda, mientras sus ojos azules se clavaban sobre el pelinegro. -Tienes suerte de que todavía no te corto un brazo por intentar besar a Rose.-

Aquellas palabras atraparon completamente desprevenido a Jungkook, el pelinegro palidecio al instante e intentó no mostrarse avergonzado, pero hasta el mismo Verum solto una carcajada.

-Oh, Leyn.- El anciano tenía un gran sentido del humor que impacto a ambos estudiantes. - Extrañaba tanto tus palabras descaradas.- Comentó entre risas. -Cuidate, niño. Leyn puede ser gentil y tener un rostro bonito, pero el no dudará en hacerte querer arrancarte tu propia piel con tal de descansar unos segundos.-

Rose intentaba no observar a Jungkook porque la vergüenza consumía su cuerpo, pero al escuchar la advertencia del Verum, la rubia se vio obligada a lanzarle una mirada preocupada al chico con los ojos de plata y dagas eléctricas.

-Vámonos, Rosie. Tenemos un largo camino que recorrer hasta las escaleras.-Avisó el anciano antes de comenzar su caminata y la rubia se vio obligada a seguirlo rápidamente para no perderle el paso, aquel anciano era veloz.

Leyn y Jungkook observaron completamente en silencio como ambos se perdían de vista en el bosque.

-Comenzaremos con tu entrenamiento ahora, Jeon.- Avisó Leyn al tomar un hoja del suelo y lanzarla sobre el medio del río, para luego saltar encima de esta y mantenerse sobre las corrientes de agua. Exactamente igual a lo que había hecho en el primer entrenamiento cuando el equipo negro aun existía...

Jungkook imitó sus movimientos y se subió sobre la delgada hoja para mantenerse de pie sobre el río, ya no necesitaba un puente de dagas y cuerdas.

-Antes de comenzar necesito que seas sincero conmigo.-

-¿A que te refieres?- Preguntó el pelinegro, quizás admiraba a Leyn pero había tanta oscuridad en su historia que le resultaba imposible ser realmente sincero frente a alguien.

Asiardan ~BTS/BP~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora