Si yo tú, si tú yo contigo 200 - Finalizado [Good Omens]

CCXVI

"Uriel... ¿Estás bien?" Preguntó preocupada Dagon al notar a su amiga tan callada y con la mirada baja "¡No! ¡No lo estoy! ¡Esta auditoria está acabando conmigo! ¡Todo mundo necesita que lo comunique a todas partes! ¡Todos quieren que lleve cosas de aquí a allá! ¡Y francamente me estoy volviendo loca!"

La Beta recargó su frente contra la mesa y soltó un bufido de frustración, estaba tan cansada que incluso ignoro la comida a su lado.

"O-oye cálmate, ya casi termina" Trato de animarla la castaña "Estas cosas siempre son difíciles para todos..."

"¡Soy una terrible empleada! ¡Seguramente Gabriel pensará que nunca debió de contratarme!" Uriel comenzó a sollozar en silencio ante la mirada confusa de Dagon "¿E-estás llorando?"

"¡Si!"

La Beta miro hacia todos lados buscando que hacer, había visto antes colapsos laborales, pero casi siempre terminaban con una silla golpeada o alguna serie de improperios contra Txus, las lágrimas eran algo nuevo para ella.

"T-tranquila... Está bien, no has hecho nada malo..."

"¡He hecho todo mal!" Gritó la morena "¡Llevé información equivocada y di mal las horas de las reuniones! ¡No soy más que un fracaso!"

Algunas personas de otros departamentos comenzaban a mirar hacia ellas, Dagon no era buena manejando ese tipo de situaciones, así que lo único que se le ocurrió fue sentarse al lado de la otra chica dando suaves golpees en su espalda tratando de tranquilizarla.

"No soy más que un fracaso" Continúo Uriel "No pude terminar la escuela, no puedo conservar ningún empleo, y mi único talento no me sirve para nada..."

"Uriel, no digas eso... No eres un fracaso, ahora estás frustrada, por eso piensas así, eres muy talentosa y brillante..."

"¡No lo soy! ¡Me lo dices solo para hacerme sentir mejor!"

Dagon suspiró con tristeza, acarició el cabello corto de la Beta y luego la tomo del rostro para que la mirara.

"Oye, escúchame" Las lágrimas aún brotaban de los ojos de Uriel "No te estoy diciendo esto para hacerte sentir bien, lo digo porque es la verdad, y si tú no puedes darte cuenta de ello, entonces alguien tiene que hacerte entrar en razón, ven, levántate, vamos a que te laves la cara..."

La castaña se llevó Uriel hasta uno de los baños del tercer piso, casi nunca iba nadie allí y así podría desahogarse.

"¿Ya estás mejor?" Preguntó Dagon a su amiga que salía de uno de los cubículos con los ojos hinchados y la nariz irritada "L-lo estoy... Lo siento..." Se disculpó la morena "Y-yo... No sé qué me pasó, creo que la presión de todos me afecto y termine colapsando... Discúlpame Dagon..."

"Oye no" La más alta se acercó hasta Uriel para tomarla de los hombros y mirándola directamente a los ojos "Soy tu amiga ¿de acuerdo? Todos tenemos nuestros momentos de quiebre, no hay nada de qué avergonzarse y tampoco me pidas disculpas, estoy aquí para apoyarte"

El corazón de Uriel comenzó a latir más rápido en su pecho, si antes quería a Dagon, tras eso temió quedar completamente enamorada de ella.

"Lo que tú necesitas" Hablo de nuevo la castaña "Es despejar tu mente y relajarte ¿estás libre el próximo fin de semana?"

"Y-yo... Si, si lo estoy..."

"¡Excelente entonces! ¡Te preparé una sorpresa de la que no te arrepentirás! Sólo tú y yo todo el fin de semana ¿qué te parece?"

"Me parece bien... Casi suena como una cita..." Comentó riendo la morena "Muchas gracias por quedarte conmigo Dagon, en verdad... Debo volver a mi lugar, ya casi regresan de su almuerzo Gabriel y los demás" Uriel se acercó a la castaña y deposito un suave beso en su mejilla "Esperaré ansiosa el fin de semana, gracias por todo" Salió primero dirigiéndose de vuelta a su escritorio en la recepción.

"¿U-una c-cita?" Murmuró Dagon mientras tocaba el lugar donde la Beta le había besado, sin saber porque una sonrisa de felicidad se dibujó en su rostro y su corazón bailaba feliz en su pecho.