CCCXLIII

255 42 6
                                    

"No miento..." Dijo Wilde por telefono, frente a Lilith y Metatron "La encontré, f-fue difícil, sobre todo convencerla de que me siguiera..."

La pelirroja se balanceaba sobre la punta de sus pies, como si aquella fuera una conversación cualquiera que no la involucrara.

"Pero lo hice ¿a d-dónde debo llevarla?"

El Alpha escuchaba cada palabra sintiéndola irreal, ni siquiera podía alzar la vista del suelo ¿realmente permitiría algo como eso?

"Me enviaron la dirección..." Interrumpió el joven, llamando la atención de los otros dos "Dicen que nos veamos allí en treinta minutos..."

La mano de Metatron temblaba cuando colocó la llave para encender el automóvil, de reojo miró hacia el par de Omegas, quienes tranquilamente se acomodaban en sus lugares, abrochando los cinturones de seguridad, como si ese fuera un paseo normal, como si todo siguiera dentro de la rutina cotidiana.

¿Realmente voy a permitir esto? Volvió a preguntarse el mayor de los Archangel, su garganta estaba seca, y las palmas le sudaban, apenas podía mantenerse enfocado, todo a su alrededor parecía nublarse, cuando recibió una respuesta.

"No hay nada más que pueda hacer un Alpha insuficiente como tú" Aquella voz tan parecida a la de su padre continúo "¿Creíste realmente que podrías ayudar a alguien? ¿Tú? Nunca has sido más que una vergüenza para los de tu tipo... Lilith ni siquiera creyó que fueras capaz de salvarla, te tiene tan poca fe, que prefiere arriesgarse a sí misma que confiar en ti..."

El castaño apretó los dientes con enfado, y sin previo aviso, hizo girar el automóvil, tomando el camino contrario y ganándose unos cuantos insultos por parte del resto de los conductores.

"¡¿Qué está haciendo?!" Gritó Wilde cuando sintió el brusco movimiento "¡Estamos yendo por la dirección contraria!"

"¡Es la dirección correcta! ¡Porque no iremos a ningún lado!" Contestó con enfado el mayor.

"Metatron tenemos que regresar..." Lilith seguía igual de calmada, cosa que hizo que el Alpha pisará con fuerza el acelerador.

"¡No tenemos! ¡No voy a dejar que hagas esto!"

"¡Tengo que hacerlo!" Alzó la voz la pelirroja, y luego fue empujada hacia adelante cuando el más alto frenó de repente.

"¡No tienes por qué!" El Alpha se giró hacia ella, por su expresión parecía realmente desesperado "¡¿Realmente que crees que puedo entregarte a esos monstruos?! ¡¿Qué pasa si las cosas no salen bien?! ¡No puedo arriesgarte de esa forma!"

"¡Esto no es sobre ti! ¡Es mi decisión!" Replicó a su vez la pelirroja.

"¡No puedo hacerlo!" El aroma de Metatron volvía a hacerse presente, pero con menor intensidad que hace algunas horas atrás "¡No puedo respetar tu decisión cuando esta significa ponerte en peligro! Nunca he podido proteger a nadie de los que amo... Lilith por favor, te lo ruego... Déjame protegerte a ti..."

La pelirroja en un rápido movimiento, desabrochó el cinturón y antes de que el castaño se diera cuenta, se acercó hasta él, pasó sus brazos alrededor de su cuello, y lo besó con los labios abiertos.

El Alpha se sorprendió realmente con aquello, ya que, a diferencia de las ocasiones pasadas, en que no había sido más un roce ligero, tierno e inocente, esta vez se sentía como un beso hambriento y desesperado, su mente se había congelado, mientras su cuerpo era el que reaccionaba en inercia.

Wilde desde el asiento trasero, solo pudo observar la escena avergonzado y sin saber que decir o cómo reaccionar, tratando de apartar los ojos de un momento claramente intimo entre aquel par.

Cuando Lilith se separó, un fino hilo de saliva los unía a ambos, y el castaño se sintió un poco culpable de pensar que era la imagen más erótica que jamás había visto.

"Es la primera vez que besó a alguien de esa manera..." Dijo la Omega con las mejillas sonrojadas, Metatron nunca la había visto con una expresión como aquella en ella.

"Lilith por favor..."

"Estoy asustada..." Le interrumpió la chica "No pienses que por pretender ser fuerte en estos momentos el miedo que he sentido durante tanto tiempo ha desaparecido... Estoy aterrada justo ahora, pero..."

Acarició la mejilla del castaño, quien se apresuró a tomar su mano entre las suyas, con ojos suplicantes y llorosos.

"No puedo seguir así... Los últimos años de mi vida no he hecho más que huir y esconderme, preguntándome cuando será el día que al fin me encuentren... No creas que hago esto por Crowley, deseo ayudarlo, si... Pero hago esto por mí, porque realmente quiero que esta pesadilla termine..."

"Puede acabar para mal..." Murmuró el Alpha apretando su mano "Puede que no vuelvas... Ni siquiera quiero imaginarlo... De pensarlo... Yo quiero protegerte..."

"Pero eres un inútil... Una vergüenza y pérdida de tiempo..." Volvió a decir el recuerdo de su padre.

"Pero soy un inútil... No puedo ayudarte... Doy vergüenza como Alpha y..." La pelirroja coloco su dedo índice sobre sus labios, para evitar que continuará.

"De no ser por ti yo no podría hacer esto, si no me hubieras ayudado aquella vez ni siquiera estaría aquí... Eres la primera persona que me trata como su igual, si tú crees que eres inútil o una vergüenza entonces yo lo soy también..."

"No digas tonterías, tú eres perfecta... Inteligente, valiente, independiente... Por eso mismo no puedo dejarte hacer algo como lo que me pides... Si te pierdo..."

"Volveré..."

"Lilith..."

"Escucha Metatron..." La pelirroja tomo su rostro obligándolo a que lo mirará "Haré esto... Con o sin ti... Pero en realidad, realmente quiero que estés conmigo, y que me digas que esperaras a que vuelva... Quiero ver a la persona que realmente eres, no al que te han hecho creer, al valiente, decidido, amable y dulce Metatron que he conocido... Así que, por favor, quédate a mí lado, porque no soy tan valiente como piensas..."

El Alpha atrajo a la joven contra si enterrando su rostro en su frondosa cabellera mientras la abrazaba con fuerza, deseaba con todo su corazón poder tenerla de esa manera a su lado por siempre.

"Cobarde..."

No soy cobarde, respondió por primera voz a esa voz, tampoco un inútil o menos Alpha que cualquiera de mis hermanos, si lo fuera, no podría ser digno de estar al lado de Lilith.

"¿Estás realmente segura de querer hacer esto?" Preguntó Metatron a la joven.

"Si..."

"S-si no nos damos prisa..." Interrumpió Wilde en el fondo mirando hacia la ventana "Llegaremos tarde..."

La pareja se separó, se habían olvidado por completo del Omega, el castaño encendió nuevamente el automóvil, y aunque aún tenía sus dudas con respecto a aquello, se aseguraría de que Lilith volviera sana y salva a su lado.

Si yo tú, si tú yo contigo 200 - Finalizado [Good Omens]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora