CCCLXXI

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Infringiendo algunas normas de tránsito, Beelzebub pudo por fin salir de la congestión de automóviles en que quedó atrapado, pero una vez de vuelta en la carretera se dio cuenta que no tenía ni idea de a donde se suponía que debía dirigirse.

"Teléfono... ¿Traje mi teléfono conmigo? ¿Dónde...?" El pelinegro buscó en su chaqueta, encontrando para su fortuna, tanto su celular como billetera, suspiró aliviado y procedió a marcar el número del Alpha.

"El número que intenta contactar se encuentra suspendido o temporalmente fuera de servicio, favor de marcar más tarde, gracias..."

"¡¿Qué?!" Volvió a intentar un par de veces más recibiendo el mismo mensaje "¡¿En serio Gabriel?!"

El indicador del tanque de gasolina comenzó a parpadear, no le quedaba mucho combustible, por lo que decidió estacionarse hasta que pudiera contactar con el joven Archangel.

"Tal vez se quedó hasta tarde en la oficina..." Susurró, llamando ahora al teléfono del despacho, el cual sonó una y otra vez sin que nadie respondiera "¡Esto no puede ser!"

Golpeo con ambas manos el volante, sintiéndose frustrado, la batería de su celular también estaba por terminarse, encontrándose en menos de veinte por ciento.

"Podría esperarlo en su casa... Pero ¿y si no llega allí? ¿Debería ir a la mansión? ¡Me daría mucha vergüenza disculparme en frente de sus hermanos!" Se quejó en silencio hasta que se le ocurrió algo de repente "¡Puedo preguntarle a Azirafel!"

Con esperanza renovada, busco el viejo contacto que tenía del chico esperando que esta vez sí le contestarán.

"¿Bueno? ¿Quién llama?" Preguntó con voz suave el Omega.

"¡Azirafel! ¡Soy Beelzebub!"

"¿Beelzebub? Ah... Hola... ¿Qué pasa? ¿Por qué llamas? ¿Ya salió su autobús?"

"Si... No... ¡No me fui! ¡¿De acuerdo?!" Respondió algo apenado el pelinegro "Oye... N-necesito que me digas si Gabriel está en su casa o la mansión, le marque un par de veces, pero no contesta..."

"Está en el hospital, Metatron y yo vamos camino para allá..."

"¡¿En el qué?! ¡¿Qué?! ¡¿Por qué?!" La noticia ni siquiera le dejó hablar correctamente.

"En el hospital del centro, hubo un accidente, nos avisaron que estaba..." Y de repente la comunicación se cortó, la batería del teléfono se había agotado por completo.

La respiración del Beta comenzó a agitarse mientras miraba la pantalla negra del aparato, su corazón latía tan rápido que podía escuchar el retumbar en sus oídos.

"¿Accidente?" Dijo en voz alta imaginando lo peor, pensando que no podría volver a ver aquellos ojos lilas o esa sonrisa boba, que no lo volvería a escucharlo decir Te amo Beelzebub...

"No, no, no..." Con manos temblorosas puso nuevamente el auto en movimiento, acelero, suplicando que la gasolina restante alcanzará para llegar y rezando porque Gabriel estuviera bien.

Cuando el coche quedó parado a unas cuadras, maldijo en voz alta y salto del asiento para correr lo que restaba del camino.

Esquivo a unas cuantas personas cuando las puertas automáticas se abrieron, sin aliento llegó hasta recepción, donde una preocupada Beta le miró confundida.

"¿S-se encuentra bien?" Preguntó la mujer.

"G-gabriel..." Tomando grandes bocanadas de aire, el pelinegro trato de explicarse "¿T-tiene a un paciente llamado G-gabriel Archangel ingresado?" Con un tecleo rápido la Beta busco el nombre, sintiéndose presionada por la desesperación del joven.

Si yo tú, si tú yo contigo 200 - Finalizado [Good Omens]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora