CCCXXI

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"Si te lo digo ¿qué harías? ¿Caerías conmigo? ¿O me empujarías?"

Michel llevaba ya mucho tiempo despierta, sin no se apresuraba se le haría tarde para ir a trabajar, pero, aunque sabía que debía levantarse de la cama, no podía dejar de pensar en las palabras de Lucifer.

La expresión de su rostro, sus feromonas enfrentándose a ella, todo había pasado tan rápido, que en algún momento perdió por completo el control.

"Deja de pensar en eso..." Se lamento la Alpha recordando aquella mirada "Él te mintió, jamás te quiso, los sentimientos que expresaba no eran reales..."

"Te amo Michel, pero tú amas solo la parte buena de mí... Y no puedo ser ya solo ese chico..."

La castaña tomo una de sus almohadas y esta termino estrellándose contra el espejo de su tocador, mientras ella pasaba sus manos por su rostro con desesperación y molestia.

Sentía tanta ira, molestia, enfado y un sinfín de emociones similares, le enfurecía todo lo que Lucifer había dicho porque sabía que, en una parte, el chico tenía la razón, siempre se sintió asustada, temía a esos sentimientos y sus consecuencias, no podía dejar de pensar en el que dirán, o las miradas de las personas, toda su vida había crecido como una Alpha de la familia Archangel y sabía que había un rol que se supone debía cumplir.

Toda su infancia la había pasado tratando de no ver la parte negativa de su vida, a sus ojos su familia era perfecta, un padre responsable y una madre amorosa, luchó por borrar todas las señales que indicaban lo contrario.

Y aun siendo consciente de eso, sabiendo que fue parte culpable de lo sucedido, Michel no podía dejar de sentirse furiosa.

La Alpha salió de la cama, dirigiéndose al baño para tomar una larga ducha, ignorando por completo la hora del día. Una vez lista bajo a tomar el desayuno, esperando no encontrarse con ninguno de sus hermanos, no creía tener la paciencia o tacto para verlos.

La casa parecía vacía, lo cual la alegro, sin embargo, al llegar al comedor escuchó un par de voces que llamaron su atención, además de un aroma peculiar que le pareció familiar, pero no pudo identificar. Se acercó con cautela, asegurándose que sus feromonas no pudieran delatarla.

"¡¿Por qué hizo algo como eso?!" Michel identifico aquella voz como la de la Omega Lilith "¡¿Dejo a sus hermanos?! ¡¿Así?! ¡¿Sin explicaciones?!"

"Lilith, pasemos a mi oficina... No es algo que quiera discutir en este lugar..." Replico Metatron con voz suave.

"¡No!" La Alpha se asomó un poco más para ver con claridad la escena "¡Sólo quiero que me digas porque lo hizo! ¡Abandono todo!"

"Lucifer dijo que era su deber... Que era lo menos que podía hacer..."

"¡¿Dónde está?!" Alzo la voz la pelirroja "¡Ustedes lo ayudaron a huir! ¡¿Dónde está?!"

"¿Ustedes?" Murmuró en voz apenas audible la castaña.

"Él no quería que nadie lo supiera... Ni tú, ni sus hermanos... Y mucho menos Michel..." Agregó con paciencia el mayor de los Archangel.

"¿La abandono a ella también?... ¡¿Por qué?! ¡Yo no quería que hiciera algo así! ¡Jamás le pedí que lo dejara todo! ¡Sólo quería que dejará de esconderse de su pasado!" Metatron suspiro cansado antes de continuar.

"Lucifer quiere ser valiente, y también quiere proteger a quienes ama, sus hermanos, Michel y a ti... Lilith, él está haciendo todo esto porque está cansado de huir, pero tampoco sabe cómo enfrentarlos, teme decirle la verdad a Beelzebub y Crowley porque no quiere que se sientan culpables, teme hablar con Michel de su pasado porque no sabe cómo reaccionara, su mayor miedo es que ella lo mire con asco, miedo o lástima..."

¿Por qué yo haría algo así? Se preguntó la Alpha tratando de mantenerse tranquila, demasiado confundida por todo lo que estaba escuchando.

"Y también teme decepcionarte, aunque por lo que nos dijo, creo que ya es tarde para eso..." La Omega apretó los puños con enfado.

"¡Es un idiota! ¡Un egoísta! ¡Y tú no deberías solaparlo! ¡¿Cómo aislarse de todos será de ayuda?! ¡Debe dejar de mentir! ¡Debe hacer frente a las cosas!"

"Lilith" Le interrumpió Metatron "No todos podemos ser tan valientes... Cada persona tomará su tiempo, y las decisiones que crea mejores, no puedes obligar a nadie a seguir tu ritmo, porque cada uno sonamos a frecuencias diferentes..."

"¡¿Y qué se supone que haga, entonces?!" La pelirroja alzo la voz enojada.

"Si realmente te importa, debes ser paciente, tratar de ponerte en su lugar y encontrar la forma de vibrar juntos" El castaño se acercó hasta ella, colocando una mano sobre su hombro y tomando su muñeca con la otra "Y entonces, te darás cuenta de que lo que para ti puede ser sencillo, para otros no lo es en absoluto..."

Michel quien seguía observando la escena, se dio cuenta entonces de donde provenía ese aroma, eran las feromonas Alpha de su hermano, algo que podría jurar, jamás había percibido antes.

Cuando la pareja dejo el comedor, la Alpha se inclinó contra la pared, un nudo se había formado en su garganta y cada latido de su corazón resonaba en sus oídos de manera dolorosa.

"Eres tan egoísta" Dijo una voz dentro de ella "Sólo podías pensar en ti y por qué Lucifer no era capaz de confiarte nada... ¿Alguna vez trataste de entenderlo? No... Por qué solo te importa Michel, en tu cabeza no hay nada que no seas tú misma..."

"¡No es cierto!" La castaña llevo sus manos hasta sus orejas tratando de silenciar la voz.

"¡Claro que sí! Nunca pensaste en tu madre y lo que ella tenía que sufrir, tú solo querías la familia perfecta... Jamás trataste de entender a ninguno de tus hermanos, ni quisiste ayudarlos con la carga que llevaban, Metatron, Azirafel o incluso Gabriel, tú cariño es solo superficial... Y ni una sola vez te importo saber quién era el verdadero Lucifer, no él Alpha dulce y gentil que siempre tenía una sonrisa... No, él era fácil de amar, sino el oscuro ángel caído en que se convertía bajo la tristeza, siempre ignoraste el dolor de sus ojos, la melancolía de sus palabras, el miedo a la libertad... Siempre elegiste no ver Michel... Porque al final, no eres más que una egoísta..."

"¡Cállate!" Gritó la Alpha agachándose en el suelo "¡Sólo cállate!"

"No eres más que una niña mimada, y por más que trates eso no cambiará, el único motivo por el que estas tan enojada con Lucifer, es porque confía más en esa chica Omega que en ti, y eso es lo que no puedes soportar, que te quiten algo que crees tú posesión..."

"¡CÁLLATE!" La castaña se levantó dando un golpe directo en la pared, lo que ocasiono que su mano comenzará a sangrar, ni siquiera podía sentir el dolor físico, sólo pensaba en que tenía que descubrir la verdad costase lo que costase, sin embargo, no era algo que podría hacer sola...

Si yo tú, si tú yo contigo 200 - Finalizado [Good Omens]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora