CCXLIII

355 53 2
                                    

"Dios... Esa mujer es cada día más insufrible..." Se quejo Lilith mientras se cambiaba de ropa en su habitación "Mira que pedir limpiar las perillas de todas las puertas en la mansión ¡¿quién mierda mira las perillas?! ¡Apenas y vivimos gente en esta casa!"

Cansada la chica se lanzó sobre su cama, cerró los ojos lentamente, pero de repente un aroma captó su atención, era apenas perceptible y le resultaba familiar.

"Es el olor de un Alpha..." Murmuro con sorpresa "Pero no es Michel... Ella ni siquiera esta en casa, y tampoco parece de alguien desconocido... No puede ser..."

La pelirroja abrió su mochila y tomo algo de dentro, salió de su habitación, tratando de ser lo más silenciosa posible, luego se dirigió hasta la otra ala de la mansión.

Las habitaciones de Metatron solo eran atendidas por el ama de llaves Elsa, ninguno de los trabajadores se acercaban a menos que fuera estrictamente necesario, sin embargo, Lilith no destacaba por ser alguien que siguiera las reglas, y tenía por costumbre recorrer aquella enorme casa, había descubierto en alguna de sus exploraciones, que varias alcobas se encontraban conectadas entre sí, y una de ellas era la del Alpha, la cual al encontrarse siempre bajo llave era imposible poder acceder, sin embargo si se entraba por alguna de las otras piezas, las puertas que daban acceso nunca estaban cerradas.

Fue así como la Omega, sin pensar siquiera en lo que hacía, entró por la habitación continúa, lentamente abrió la puerta que ni siquiera contaba con cerradura y observó al Alpha tendido en el suelo, jadeante y contándole respirar.

"¡Metatron!" Se alarmó y corrió hasta él para ayudarle a ponerse de pie, el aroma era aún más intenso que antes, pero no desagradable, lo identifico como una mezcla entre pino y almizcle "Te ayudaré a levantarte, vamos..."

"¿Lilith? ¿Estoy soñando otra vez?" Preguntó el hombre desorientado "¿Tuviste un sueño conmigo? Vaya... Me preguntó cómo era..."

La chica no pudo terminar la frase, cuando sintió como era empujada sobre la cama, con las manos siendo sujetadas a la altura de la cabeza, se dio cuenta en ese momento de que había sido descuidada, incluso su cuerpo comenzaba lentamente a reaccionar a aquellas feromonas.

La mente de Metatron estaba hecha un lío, a diferencia del resto de los Alphas que se van acostumbrando y manejando sus celos con el tiempo, él que no los experimentaba de forma regular, tenía más problemas para enfocarse, estaba actuando meramente por instinto, sin embargo, al mirar el rostro sorprendido de Lilith un poco de control volvió a él.

"¡¿Qué demonios haces aquí?!" Le gritó a la chica soltando sus manos "T-tus feromonas..." Contesto esta confundida, pero sin levantarse "Creí que algo pasaba y vine..."

"¡Largo de aquí Lilith!" El hombre, haciendo uso de mucha fuerza de voluntad cubrió su rostro tratando en vano de ignorar el dulce aroma que la joven desprendía "P-puedo ayudarte" La pelirroja se incorporó un poco y una de sus manos cubrió la mejilla del mayor "Has hecho mucho por mí... Además, soy una Omega, podría quedarme contigo hoy hasta que tu celo termine..."

"¡No!" Metatron se alejo tambaleante y apenas manteniéndose en pie "No voy a usarte para calmar mi celo, jamás fue ese mi propósito, y eres una idiota por ofrecerte para algo así"

Los ojos de Metatron tenían en se momento la intensidad de cualquier Alpha en celo, hervían en deseo, su cuerpo quemaba al tacto, en definitiva, necesitaba saciar la lujuria en él, que fuera capaz de controlarse de ese modo teniendo en frente a un Omega, le pareció casi imposible a la pelirroja.

"¡Vete!" Volvió a gritarle el castaño "¡Espera! ¡Tengo supresores!" La chica sacó de uno de sus bolsillos una cartera de pastillas que le paso al Alpha, en realidad esa era su intensión original, no entendía porque hace un momento había dicho algo como eso "Son fuertes... No tardará mucho en hacer efecto"

Si yo tú, si tú yo contigo 200 - Finalizado [Good Omens]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora