CCLXXIII

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"Buenas tardes Azirafel" Saludo Remiel al entrar a la habitación del chico "Parece que has recuperado tu energía, eso es bueno, hoy tan solo tendremos una revisión de rutina, en un par de días podrás regresar a tus actividades normales"

"Antes de venir aquí" Contestó el Omega "¿Visitó a Crowley?"

El médico abrió su portafolio, busco sus lentes, para después acercar una silla, sentándose frente al chico.

"No quiero mentirte Azirafel" Habló con una seriedad que intimido un poco al Omega "La situación de Crowley es algo delicado, por el momento está fuera de peligro y acabamos de hacerle unos estudios para ver si existe algún daño cerebral..."

"¿Daño cerebral?" Se movió incomodo en su lugar el rubio "¿Por qué?"

"Los estudios serán revisados por un experto neurólogo, y aunque no debería te diré lo que pienso" La mirada del Beta era difícil de descifrar, por lo cual Azirafel supuso que no serían buenas noticias "Creo que sufrió un fuerte daño en el sistema límbico..."

"¿Q-qué significa eso?"

"El sistema límbico es aquel que regula las respuestas fisiológicas frente a determinados estímulos. Es decir, en él se encuentran los instintos humanos" Remiel hizo una pausa esperando que el chico procesara la información "Ya no es consciente de sus feromonas Alpha, no puede controlarlas..."

"¿Y-yo le cause eso?" Preguntó Azirafel con la respiración entrecortada "¿Es mi culpa que él haya terminado así?"

"En los últimos estudios que te realizamos" Continúo el médico "Los niveles de serotonina en tus feromonas son el triple que el de cualquier Omega, eres como heroína andante para los Alpha y Crowley se volvió un consumidor, en un punto pareció como si su cuerpo lo controlará, pero la verdad era que se forzó tanto que destruyó su sistema..."

"¿Q-qué pasará con él?" Preguntó el rubio tratando de mantener la calma.

"Necesito que tenga una evaluación psicológica, después con ayuda del neurólogo determinaremos si es algo reversible, o puede controlarse, como te comentaba ese es mi diagnóstico, debemos esperar la respuesta del especialista"

"¿Y qué pasará conmigo?"

"El único modo de que tus feromonas se controlen es que convivas con Alphas a los que estas no les afecten, recomiendo que tus hermanos se muden contigo, vivan los cuatro juntos, hasta que todo se estabilice en tu sistema..."

No hubo más preguntas por parte de Azirafel después de eso, el médico termino su revisión de rutina en silencio hasta que el chico volvió a hablar.

"¿Cree que es mi culpa?" Preguntó el Omega con la mirada vacía "Si hubiera hecho caso a sus indicaciones nada de esto hubiera pasado ¿verdad?"

"El hubiera no existe Azirafel" Contestó el Beta de manera neutral "Como médico lo único que puedo decirte es que fue una irresponsabilidad por parte de ambos"

"Y cómo persona, sin la opinión médica ¿qué puede decirme?" Remiel no contestó de inmediato, se tomó su tiempo para guardar sus cosas antes de al fin dirigirse al chico "Creo que si en verdad amas a ese joven, debes hacer lo correcto para su bienestar, aun cuando eso signifique tomar el camino doloroso"

El doctor se despidió de Azirafel, un poco preocupado de los consternado que estaba el chico, antes de marcharse intercambio algunas palabras con Metatron, como este también parecía turbado, considero que sería mejor volver en otro momento.

Antes de regresar al consultorio, decidió hacer una parada rápida en su casa para buscar un cambio de ropa en caso de que otra emergencia pudiera presentarse.

Cuando entro, un fuerte aroma a licor y cigarro golpeó sus sentidos, para después escuchar una serie de risas provenientes de la sala.

"Eres muy gracioso..." Dijo una voz suave "Y puedo hacerte más que reír, lindura..." Al asomarse, el Beta encontró a Asmodeo con un joven, a juzgar por los delicados y finos rasgos, en definitiva, era un Omega.

"¡¿Qué mierda está pasando aquí?!" Gritó asustando al muchacho "¡Me fui hace apenas unas horas y tú ya metes gente A MI CASA!"

"L-lo siento... No sabía que... ¡Me dijo que era soltero!" Muy apenado el joven salió corriendo del lugar.

"Oh vamos Remi" Se quejó Asmodeo apagando un cigarrillo "No le dirás a tu hermano de esto ¿verdad? ¡Era solo un amigo!"

"¡No son ni las cinco de la tarde y ya estás borracho!" Gritó Remiel fuera de sí "En unos quince minutos será más que borracho..."

"¡¿Cómo puedes ser tan irresponsable e irrespetuoso?! ¡Vago bueno para nada! ¡Quiero que te largues de mi...!"

Antes de que pudiera terminar de hablar, el Alpha lo tomo de la muñeca empujándolo al sofá, haciendo que cayera encima de él.

"No hice nada malo Remi" Le susurro con voz suave "No dejes que los celos hablen por ti" Acarició su mejilla con el pulgar "Falta al trabajo hoy y quédate conmigo, cuando te vas me siento muy solo..."

El Beta se levantó de un saltó con el corazón golpeando en su pecho, tomo las llaves que dejo caer en algún momento y salió a toda prisa olvidándose del cambio de ropa.

Encendió el automóvil pisando el acelarador, miro su rostro por el espejo, lucía agitado y sonrojado, le tomo varias cuadras calmarse, y cuando llegó a un semáforo en rojo, pensó que separarse de la persona que uno amaba, aunque esta te causará daño era más difícil de lo que parecía, sintió mucha pena por Crowley y Azirafel, ya que se daba cuenta que su cariño era sincero y recíproco.

Con un suspiro de derrota, el Beta bajo del auto tomando sus cosas, pasó sus dedos sobre su mejilla recordando el toque, y después azotó con fuerza la puerta dirigiéndose a su consultorio, tratando de ignorar sus pensamientos.

Si yo tú, si tú yo contigo 200 - Finalizado [Good Omens]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora