CCCXLVIII

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"Pregunté..." Dijo el Beta pretendiendo una valentía que no tenía "¡¿Cómo te desataste?!"

Crowely no contestó, su respiración era rápida y solo observaba con molestia a su alrededor, lucía como un animal enjaulado buscando el modo de escapar.

"¿No vas a hablar?" El sujeto se adelantó, ignorando a Lilith, guiado ahora por una especie de orgullo roto al haberse sentido asustado "¿Te comieron la lengua las ratas?"

La pelirroja se apartó tratando de pasar desapercibida, no sabía cómo un Alpha en aquel estado podía reaccionar, busco a su alrededor una forma para poder salir de allí, aunque aún estaba en su contra el brazo roto y el sujeto que custodiaba la puerta.

"Ustedes chiquillos imbéciles" El Beta se acercó a Crowley arrastrando la barra de metal "Realmente necesitan que se les dé una lección, de cuál es su lugar aquí..."

Afuera, el Alpha termino de fumar su cigarro, lanzando la colilla para aplastarla contra el suelo y maldiciendo en voz baja algo sobre su compañero de trabajo.

Tomo la pesada puerta y con esfuerzo empujo lo suficiente para poder entrar, el aroma de las feromonas iba intensificándose, eso lo hizo sentirse aún más enfadado.

"Parece que no puedes confiar este tipo de trabajo a un Beta inútil" Murmuró mientras sus ojos se acostumbraban a la oscuridad, le costó mantener la calma ante el aroma tan intenso, era la primera vez que percibía algo como eso.

"¡ALEJATE DE MÍ!"

El gritó llamó la atención del Alpha quien se acercó dando con una peculiar escena, la Omega en el suelo sosteniendo uno de sus brazos claramente lastimado, a un lado el chico que habían tomado por error se encontraba encima de su compañero, empujando la barra metálica contra su garganta, en una lucha de fuerza que el Beta claramente iba perdiendo.

"Eres un ser lamentable ¿sabías eso?" Exclamó el más alto en burla hacia su compinche, el cual ni siquiera podía mirarlo aun tratando de zafarse del joven Tadfield.

Lilith quien observaba la escena, noto la luz que entraba desde afuera, la puerta estaba abierta y ambos sujetos se encontraban demasiado distraídos para notarla, pensó en levantarse y escapar, pero temía por lo que pudiera pasarle a Crowley. Mientras trataba de encontrar una estrategia que sirviera para ambos, sintió un golpe de feromonas que no provenían del pelirrojo, y se dio cuenta que debía de huir de allí cuanto antes.

"Podrás ser un Alpha de alta categoría" Dijo el captor con una mirada seria "Pero eso no significa que puedas hacerme frente..."

Antes de que pudiera seguir hablando, un fuerte golpe en el estómago lo saco de balance, ni si quiera fue capaz de ver cuando el chico había llegado hasta él.

"Odio a los Alphas..." El tono de su voz contrastaba terriblemente con el odio profundo que emanaban sus ojos "Los odio a todos y cada uno..."

Cuando el Beta se vio libre, tosió copiosamente, tratando de tomar aire, un poco más y no hubiera sido capaz de mantener la conciencia, lanzó la barra lejos, y en su lugar saco un arma que apunto en dirección al pelirrojo, hasta que de reojo vio como una figura se movía desapercibida entre las cajas, decidió entonces, que su compañero necesitaba una lección de humildad, y no había mejor forma de recibirla que de un igual.

"No pedía nacer Alpha..." Los movimientos de Crowley eran erráticos pero salvajes, balanceaba los brazos al caminar y no parecía que le afectarán ninguno de los golpes que recibía, al contrario, solo aumentaban su furia "Ni siquiera pedí nacer..."

Su contrincante limpio la sangre que brotaba de su boca, hizo una mueca parecida a una sonrisa, y decidió dejar de lado los juegos, ya importaba muy poco si su mercancía terminaba o no dañada.

Si yo tú, si tú yo contigo 200 - Finalizado [Good Omens]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora